Agradecimientos

Al Staff Excomulgado: a Mdf30y por la Traducción y La Primera Lectura Final, a AnaE por la Corrección y Diagramación y a Aura por La Segunda Lectura Final de este Libro para el Club de Las Excomulgadas…

A las Chicas del Club de Las Excomulgadas, que nos acompañaron en cada capítulo, y a Nuestras Lectoras que nos acompañaron y nos acompañan siempre. A Todas….

Gracias!!!

Me avergüenza confesar que no sabía que era “Una Mujer de Piernas” hasta hace poco.

Me doy cuenta de que espero con ilusión a los hombres con sus pantalones cortos de verano. Me encanta el aspecto de una pantorrilla bien definida y un fuerte muslo musculoso acompañado de un bonito culo duro.

Este no es el tipo de cosas que surgen en una educada conversación entre amigas, ni siquiera en las de tipo Sex in the City.

Sencillamente, las mujeres no parecen sentarse para charlar sobre sus partes favoritas del cuerpo masculino, así que es un arte de apreciación que permanece inexplorado con demasiada frecuencia.

Entonces, comencé a citarme con un cartero que vestía pantalones cortos la mayor parte del año. Y caminaba diez millas diarias. Descubrí que adoraba mirar sus piernas.

Me hicieron recordar todas las piernas peludas que había admirado en los últimos años. Me encontré pensando en esos cortísimos pantalones de baloncesto de los Knicks en los 70’s. Una vez que cambiaron el uniforme e implantaron los nuevos pantalones, más largos y holgados, perdí totalmente el interés en el deporte.

Me acordé de los levantadores de pesas compañeros de mi hermano, que se afeitaban las piernas y las untaban con aceite vegetal para hacerlas brillar en los días de competición.

Recordé todas esas vacaciones de invierno en Miami Beach con mis padres, en las que las horas pasaban protagonizadas por las pantorrillas de los bronceados chicos de la piscina.

Sí, un hombre en shorts es una delicia.

¡Disfrútalo!

Lori Perkins

Octubre 2008