Sueños masculinos

Apuesto a que el 100% de los hombres de este país sueñan con oír cosas así de boca de sus chicas:

• No hace falta que me abraces tanto después de hacer el amor, cariño. ¿Quieres que te prepare un sándwich? Así puedes ver tranquilo la tele un rato.

• Perdona por calentarte mucho el otro día y luego dejarte con la miel en los labios, jo. ¿Cómo puedo compensarte?

• No te preocupes. No me importa que no me digas piropos. Me conformo con la palmada en el culo que me das delante de tus amigos.

• Pero ¿qué haces fregando? No, no. Ahora mismo nos vamos y compramos un lavavajillas.

• Ya no voy a comprarme más braguitas de dibujos animados, cari. A partir de ahora solo tangas muy pequeños.

• Voy a comprar preservativos que casi no quedan. ¿Quieres que compre cervezas?

• Y tampoco me voy a comprar más pijamas de felpa. Tenías razón: mejor dormir en picardías durante todo el año. Que en invierno ya me darás tu calor.

• Siento haberte metido el dedito en el “ojo de Sauron” mientras tenías el orgasmo, cariño. Tenía que haberte preguntado antes y no dar por supuesto nada.

• No voy a agarrarte de las orejas cuando me haces sexo oral, entiendo que te incomoda…

• … Tampoco voy a apretarte fuerte la cabeza, entiendo que te asfixia.

• Tengo que dejar de pensar que ciertas cosas solo las hacen las golfillas… Prometo soltarme más, ¿vale?

• Cuando me preguntes cuál de mis exnovios la tenía más grande o me lo hacía mejor, te diré que tú. Pero, además, con diferencia.

• Voy a dejar que me mires cuando me has hecho disfrutar. Entiendo que a ti también te gusta verme feliz. Como a mí a ti, cosita.

• No voy a volver a descuidar la depilación porque sea invierno. Palabra.

• Aunque alguna vez te roce con los dientes durante alguna felación, te prometo que no me voy a traumatizar y a dejar de hacerlo, porque entiendo que sabes que fue sin querer… Como mejor se aprende es con la práctica.

• Si alguna vez, por lo que sea, estoy tan despistada que no sé si “estás dentro” o no… Tranquilo que no lo preguntaré.

• No voy a volver a hacerme de rogar, ¿te parece?

• Y no, no voy a pensar que eres un puñetero enfermo por proponerme sexo anal. Al fin y al cabo es otra opción.

Fijaos lo que os digo: con que escuche un par de estas en la misma semana… Ese hombre te pide matrimonio.