Valor histórico de la Ciropedia
I
A nuestro modo de ver, la Ciropedia es una parábola del poder político como sistema global, tanto por su estilo narrativo ingenuista, casi de saga o cuento popular, como por su desarrollo en forma de enseñanza, demostración o análisis del problema geopolítico, tal como lo llamaríamos en términos actuales.
El carácter histórico de la obra es indudable, pero no en un sentido simple, sino en el más complejo y sutil que podríamos atribuir también a nuestras novelas actuales de ciencia ficción o historia ficción.
La referencia histórica más aparente es a la educación, conquistas y organización del gran imperio medo-persa de Ciro el Oran— de, su fundador. Pero su vida y hechos son utilizados libremente por Jenofonte, nos atreveríamos a decir que simplemente como trama dramática de la narración. Por otra parte, la obra deja traslucir una fuerte asociación psicológica de Jenofonte, discípulo de Sócrates como Platón y jefe militar en activo una parte importante de su vida, con el personaje de Ciro, y una identificación de muchos ideales de la paideia griega con el sistema social y educativo de Persia antigua.
II
Otra referencia de interés histórico inmediato es la descripción de los métodos de educación, organización y táctica militar. Evidentemente están encuadrados en el marco del mundo antiguo, pero posiblemente mantienen un interés actual para el experto en la problemática militar, en parte como testimonio de quizá los orígenes de la tradición militar moderna, y en parte como una alusión a los motivos profundos de esta tradición, tal como los podía ver un estratego, Jenofonte, que parece haber participado creativamente en dicha tradición8.
Sin embargo, el verdadero valor histórico de la Ciropedia es, en nuestra opinión, su interés como paradigma del poder político de los grandes imperios. Este ámbito está claramente señalado en la propia Ciropedia cuando dice9: «su imperio (el de Ciro) limitaba, al este con el océano Índico10, al norte, con el Ponto Euxino, al oeste, con Chipre y con Egipto, y al sur, con Etiopía. Los puntos extremos de estos países son inhabitables, unos por el calor, otros por el frío, otros por el agua (en exceso), y otros por la sequía»; es decir, se extendía ese imperio por todo el ámbito del mundo habitable al oriente de Grecia. Así que la cuestión básica para nosotros será indicar los factores o líneas de fuerza que dan a este paradigma sus rasgos más sobresalientes y que mantienen la vigencia de su interés.