171. Cf. I n. 70. El águila, como animal preferido de Zeus, manifiesta muchas veces la actitud del dios frente a una determinada empresa. Los ejemplos abundan en la literatura griega; quizá uno de los más conocidos es la interpretación que da el adivino del águila que aparece por encima del palacio de los Atridas en víspera de su salida hacia Troya, y que se lanza violentamente contra una liebre preñada, a la que mata; el adivino identifica al águila con los Atridas y a la liebre con Troya cargada fon todos sus tesoros (Esquilo, Agam, w. 114 sigs.). El presagio generalmente se interpretaba como favorable si el águila volaba desde la derecha, o desde el este. Probablemente también en esto, como hemos visto en otros muchos aspectos, Jenofonte atribuye a los persas una costumbre griega.<<