68. La palabra griega es éphebos de epí-hebá «que ha alcanzado la juventud», pero los límites cronológicos varían de un sitio a otro: en Atenas, de los quince a los veinte años; en Persia, según el testimonio que aquí aporta Jenofonte, de los dieciséis o diecisiete a los veintiséis o veintisiete (cf. infra 8 y 9).<<