430. A partir del sébas «respeto a los dioses», pasa Jenofonte al aidós, que, ya desde Homero, además de indicar el respeto a los dioses o a un superior, amplía la idea a lo que nosotros llamaríamos «respeto humano», es decir, «pudor», entendido como un sentimiento de vergüenza ante un comportamiento indigno.<<