No habría podido escribir este libro sin la colaboración de muchas instituciones y personas. Agradezco el apoyo económico del Arts and Humanities Board (AHRC) británico, de la British Academy y del Carnegie Trust de las Universidades de Escocia.

Igualmente, quiero reconocer el apoyo de mi institución, la Universidad de Edimburgo, y la amistad y el aliento de mis colegas de departamento Paul Bailey, Donald Bloxham, Gordon Pentland y Jill Stephenson. Este libro no habría sido posible sin James McMillan, mi primer jefe de departamento, que, desgraciadamente, murió muy joven, en 2010.

Estoy en deuda con Stanley Payne, Frances Lannon, Tom Buchanan, Pedro Barruso, Fernando del Rey, Manuel Álvarez Tardío, Roberto Villa García y Emilio Sáenz-Francés, por sus ideas y sugerencias sobre la Guerra Civil española. Mención especial merecen Julio de la Cueva, Nigel Townson y, sobre todo, Rob Stradling, por leer, total o parcialmente, este texto.

Pido disculpas a mis editoras en Espasa, Lola Cruz y Alicia Escamilla, por el retraso del libro. Han soportado mis excusas con paciencia y comprensión.

No hace faltar decir que el libro nunca se habría terminado sin el amor de mi mujer, Cheryl, y de mis hijos, Oliver, Nicolás y Laura.

El Terror Rojo está dedicado a la memoria de mi padre, que desinteresadamente me dio todo su apoyo para estudiar su país natal.

J. R.

Edimburgo, 2011