MATRIMONIOS ILUSTRES
(Epimetea y Clemente)
Epimetea
Epimetea Epimetea,
despliégate condenada
—replegada no eres nada—.
La vida es un cornalón,
que el buey destino te pega
en medio del corazón.
Epimetea Epimetea,
cuece el brebaje
en la azotea.
Ya se lo bebe.
Ya se ladea
ardiendo viene
Epimetea.
Ya me ilumina
con su gran tea.
¡Qué gran ejemplo
Epimetea!
Clemente
Al cumplir veinte
Clemente,
un ángel resplandeciente,
se le apareció imponente
y le dijo
enciende y vente.
Le sucedía a Clemente
que amaba a toda la gente.
Y un buen día de repente
quedó solo, totalmente.
Enfermito de la mente
le declaró el presidente.
Y Clemente,
desde el puente,
llorando como una fuente,
lanzó un discurso imponente…
sin hablar.