¡PUES SÍ!
La vida es un «Desde luego».
Un «¡Pues sí!»
Un no parar de sorpresa en sorpresa,
un no poder decir nada:
«de este agua no beberé»
todo es escurridizo
—aquí cae el más santo—.
Yo no entiendo nada.
Bueno, algunas veces entiendo todo.
Hay curas que matan desde el confesionario,
y otros tan tontos que se dejan matar.
Los pueblos no se entienden.
Urge ser profesor de idiomas.
Paciencia, algunos siglos
y podremos desentendernos
de este no entender nada,
de este látigo,
de este latiguillo de… «¡Pues sí!»