NI TIRO, NI VENENO, NI NAVAJA
La esperanza me desespera;
desesperada espero todavía,
de una noche yo no puedo hacer un día
disfrazar la manzana en una pera.
Lo difícil me atrae, es mi bandera,
lucho a golpes de amor por una espina
—la rosa no interesa— la divina
adivino primavera.
Ni tiro ni veneno ni navaja,
teniendo que tener un amor vivo
del cielo no me baja la mortaja.
El destino me gana con destreza
yo espero a la final ir de cabeza
mientras lo fácil se ahoga en la tinaja.
La vida es un maldito sube y baja,
un baja y sube que destrenza paces,
y sólo lo haces bien si el amor haces
—sin amor es peor que estar en caja—.
La persona elegida se te raja
a hacer feliz tu vida y no te deja
se goza y extasía con tu queja
y viga es hoy su paja.
En vista de lo visto me desvisto
me desnudo a mí misma y me mantengo
me encanta este tener lo que no tengo
—yo no tengo la culpa Dios existe-
debe ser que lo quiere que yo quiera
hacer lo que a un humano se resiste,
debe ser que la goza en mi despiste,
debe ser que me tiende una escalera.