Apéndice A

Glosario

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Apnea del sueño: Cese de la respiración durante el sueño, que se prolonga al menos durante 10 segundos. Puede ser: Central: Se debe a una interrupción de los movimientos respiratorios, torácicos y abdominales, que frena el flujo de aire a través de las vías respiratorias superiores.

Obstructiva: Los movimientos respiratorios persisten, pero se bloquea el flujo aéreo a través de las vías respiratorias superiores. Mixta: Comienza siendo central y acaba siendo obstructiva. Los movimientos respiratorios se reanudan antes de que el aire llegue a través de las vías respiratorias superiores.

Atonía: Pérdida del tono muscular. Uno de los fenómenos característicos de la fase de sueño profundo (REM).

Cataplejía: Pérdida súbita del tono muscular y de ciertos reflejos, desencadenada habitualmente por una emoción intensa, por la intención de hacer un movimiento brusco o por un sobresalto. Es uno de los síntomas asociados a la narcolepsia.

Ciclo vigilia-sueño: Ritmo biológico circadiano, con una duración de 24 horas en el adulto, en condiciones normales, caracterizado por la alternancia cíclica entre los estados de vigilia y de sueño.

Hipersomnias: Trastornos caracterizados por síntomas de excesiva somnolencia en personas con carencias permanentes de sueño y que tienen problemas para mantener el nivel de vigilancia adecuado. Las hipersomnias pueden ser de origen orgánico o psicógenas (excesiva somnolencia diurna).

Índice de apneas/hipoapneas (IA): Número de apneas (obstructivas, centrales y mixtas) y de hipoapneas por hora de sueño. Si el

IA señala entre 5 y 15 apneas por hora, se considera que la persona padece un síndrome de apnea del sueño de carácter leve; entre 16 y 35 apneas por hora, el síndrome es de carácter moderado, y más de 35 apneas por hora se considera grave.

Índice de eficacia del sueño: Proporción del tiempo total de sueño en el tiempo total de registro del sueño. En condiciones normales la eficacia del sueño es de un 90 a un 95 %.

Insomnio: Trastorno definido por síntomas o signos clínicos de insuficiente cantidad y/o calidad del sueño.

Latencia de REM: Minutos transcurridos desde el comienzo del sueño hasta la aparición de la primera fase de sueño REM. En el adulto normal oscila entre los 70 y los 90 minutos. Las alteraciones de la latencia REM se utilizan como criterio para diagnosticar determinados trastornos del sueño (narcolepsia, depresión severa, etc.).

Latencia del sueño: Minutos que pasan desde que comienza el registro de sueño hasta que aparece cualquier fase de sueño, que se mantiene durante al menos un minuto, por lo general una fase 2 no interrumpida por ninguna vigilia. La latencia media del sueño es de 10 minutos en condiciones normales.

Mioclonía o mioclonus nocturno: Breve contracción involuntaria de un músculo o grupo de músculos que afecta a las extremidades o a todo el cuerpo, y que provoca sacudidas musculares.

Narcolepsia: Trastorno del sueño que se evidencia en una excesiva somnolencia diurna asociada con fenómenos propios de la fase REM. Las crisis de sueño son inevitables, recurrentes y suelen acompañarse de síntomas como: cataplejía, parálisis del sueño, alucinaciones hipnagógicas, conductas automáticas y sueño nocturno alterado. En el registro polisomnográfico se observa un acortamiento de la latencia del sueño (< 10 min.) y/o de la latencia de REM (< 20 min.) y, en ocasiones, comienzo del sueño en fase REM.

Núcleo supraquiasmático (NSQ): Grupo de células nerviosas, pertenecientes al hipotálamo, localizadas encima del quiasma óptico. Se considera uno de los principales osciladores internos que rigen determinados ritmos circadianos en los mamíferos.

Prueba de latencia múltiple del sueño (Multiple Sleep Latency Test - MSLT): Examen polisomnográfico para evaluar la intensidad de la somnolencia diurna y comprobar si hay un acortamiento patológico de la latencia del sueño y la latencia de REM. Consiste en varios registros (habitualmente cuatro) a lo largo del día (a. m./p. m.) con un intervalo de 2 horas, mientras la persona está en un ambiente que favorece el adormecimiento. Una latencia media del sueño de menos de 5 minutos diaria indica una intensa tendencia al sueño, con riesgo de dormirse en situaciones de escasa estimulación, y se asocia con la disminución de la vigilancia y del rendimiento, y con episodios involuntarios de sueño. Si el sueño comienza en REM o se registra una latencia de REM de entre 10 y 15 minutos, se considera un signo de narcolepsia.

Síndrome de jet lag: Estado transitorio de desincronización de los ritmos circadianos acompañado de somnolencia diurna y disminución del rendimiento cognitivo, que ocurre después de vuelos transmeridianos que atraviesan varias zonas horarias. El desfase es más intenso cuando se viaja de oeste a este.

Somnolencia: Dificultad para mantener el adecuado nivel de vigilancia.

Somnolencia Excesiva Diurna (SED): Estado patológico que consiste en una fuerte tendencia al sueño durante el día, debido a una disminución del nivel de activación cortical que se pone de manifiesto en graves dificultades para mantener la vigilancia. Es un síntoma común a varios trastornos del sueño, en particular a la narcolepsia, las hipersomnias y los síndromes de apnea del sueño.

Sonambulismo: Episodio en el que la persona deambula durante el sueño en un estado disociado de conciencia, con signos EEG de sueño (ondas lentas) y algunos signos típicos del comportamiento de la vigilia, aunque no está completamente despierta. Se considera un trastorno del despertar relativo al sueño delta y suele darse junto con otras parasomnias, en particular con los terrores nocturnos.

Terrores nocturnos: Parasomnia frecuente en la infancia, que causa crisis de angustia con intensa activación vegetativa, estado disociado de conciencia y amnesia posterior. Es un trastorno del despertar, que se manifiesta habitualmente durante el sueño no-REM, y es distinto de las pesadillas (parasomnias del sueño REM). Suele relacionarse con el sonambulismo.