Capítulo 7

 

 

Los símbolos del tercer grado

 

EL TERCER Grado Reiki es la parte más interesante de tan sorprendente sistema terapéutico. Es el grado que capacita para enseñar, en el que se recibe información sobre cómo transmitir el Reiki a otras personas. A veces se divide este grado en dos capítulos. Reiki III Practicante y Maestro/enseñante. La materia del nivel Reiki III Practicante comprende los ejercicios Ki, explicados en el capítulo anterior de este libro, y además los símbolos del Reiki III y cómo utilizarlos para la curación. Otros dan a estas informaciones el nombre de Reiki II avanzado. En cuanto a los seguidores de la escuela Reiki Tradicional, no utilizan en absoluto los ejercicios Ki. El grado de maestría (en la acepción más general de esta palabra, que comprende la capacitación para enseñar) incluye informaciones sobre cómo pasar los alineamientos y enseñar el sistema Reiki. En mi propio método, el Reiki III comprende todo esto, es decir, tanto la información terapéutica como la capacidad docente.
Existe bastante controversia entre las escuelas Tradicional y moderna en cuanto a quién es digno de recibir el Tercer Grado. Según las ideas tradicionales, el grado de Maestro sólo debería concederse a personas dispuestas y decididas a consagrar toda su vida al método Reiki. Los candidatos y las candidatas se someten a un proceso de selección meticulosa que dura varios años, y además deben transcurrir también varios años entre la recepción del Reiki II y el acceso a la formación Reiki III. Por otra parte, ésta no puede solicitarla el alumno o alumna, sino que le será ofrecida por una persona ya iniciada, poseedora del grado de maestría y dedicada a la enseñanza, y la realidad es que se admite a muy pocas. En cambio los y las enseñantes del método moderno trabajan a precios reducidos y no imponen tantas restricciones en cuanto a la enseñanza del Tercer Grado.
Los honorarios por la enseñanza de la maestría Reiki Tradicional ascienden a diez mil dólares en los Estados Unidos y a la equivalencia de quince mil en Canadá e Inglaterra No hay posibilidad de conseguir becas ni matriculas reducidas para el Reiki III ni, si a eso viene, para ningún otro grado. El alumno o la alumna deben someterse a un aprendizaje mínimo de un año con su Maestro o Maestra y cuando empiece a enseñar por su cuenta, lo hará bajo tutela durante otro periodo adicional, en el decurso del cual seguirá pagando la matrícula de las clases. En una primera fase sólo se le consiente enseñar el Reiki I, y luego el Reiki D. De esta manera pueden transcurrir varios años antes de que el o la enseñante novel se independice.
Durante algún tiempo, antes y después del fallecimiento de la señora Takata, se creyó que sólo un Gran Maestro podía iniciar a un Reiki III. Los discípulos que ella tuvo, aun habiendo recibido el Reiki III, sólo impartían los grados primero y segundo. He sabido por algunas seguidoras de la escuela Tradicional que estas personas no sabían que fuese posible para ellas el iniciar en el nivel de maestría. Cuando descubrieron que efectivamente podían crear también Maestros/enseñantes, la formación de nuevos Reiki III conoció un impulso considerable. La misma Hawayo Takata inició a veintidós Reiki III durante los últimos diez años de su vida (1970-1980). Pocos años después se contaban en los Estados Unidos, en total, doscientos cincuenta Maestros Reiki Usui Tradicional y unos setecientos cincuenta en todo el mundo. Hoy seguramente son muchos más.
En la actualidad, incluso algunos Reiki III de formación tradicional empiezan a poner en tela de juicio estos factores de coste y exclusividad, y se han dado casos de reducción de los honorarios. También ha comenzado la revisión y la actualización de los métodos de enseñanza. El resultado es que se cuenta con más enseñantes y que los métodos Reiki evolucionan. Mi propia formación Reiki II y III proviene de enseñantes y de métodos de esa tendencia. Estas personas han descubierto que Reiki aporta prosperidad y beneficios más que suficientes aunque se rebajen los precios, y que el aumento del número de enseñantes, a su vez, conviene a la difusión del método. Sin embargo, el diálogo entre las organizaciones Tradicionales y los Maestros/enseñantes de la escuela Reiki moderna es, a todas luces, muy escaso o prácticamente inexistente.
Según declaraciones de Phyilis Furumoto en una entrevista realizada por William Rand. Mikao Usui enseñaba el Reiki de una manera poco o nada formalizada y no tenía en cuenta ninguna división en grados. Fue Chujiro Hayashi quien desarrolló los métodos de enseñanza de la escuela Tradicional, y Hawayo Takata estableció el sistema de tarifas estadounidense. Desaparecida la señora Takata, la Reiki Alliance se dedicó a establecer una extensa reglamentación77. La señora Furumoto, nieta de Takata, fue designada Gran Maestra por la Reiki Alliance; según sus propias manifestaciones ella considera que «en tanto que Gran Maestra no ostenta ningún poder Reiki adicional, ni símbolos, alineamientos o técnicas que no sean conocidos, ni autoridad alguna sobre otros practicantes de Reiki»78. Por otra parte:
Muchas veces se diría que los maestros y practicantes de Reiki prestan una atención excesiva a cuestiones como la genealogía, los certificados y la afiliación a las organizaciones «ortodoxas». Pero lo único que importa en realidad es saber, en tu fuero Interno, si estás verdaderamente conectada con Reiki; si esto se verifica, lo demás carece de trascendencia79.

 

En la entrevista se aludió también a los símbolos Reiki, y la señora Furumoto admitió las diferencias actuales entre los símbolos revelados por distintos enseñantes, diciendo que no era imprescindible que todo enseñante o practicante tos trazara siempre iguales, bastando que fuesen inteligibles. Que lo importante, en la aplicación de los símbolos Reiki, era la intención. La entrevistada comparó las variantes a las diferencias que se observan en la escritura manuscrita convencional de diferentes personas: no hay dos muestras de letra que sean idénticas, y sin embargo casi todo el mundo puede leer lo que ha escrito otra persona, cualesquiera que sean las diferencias grafológicas.
En mi propia práctica docente, cuando los alumnos y alumnas me presentan sus símbolos y se aprecian diferencias, yo les enseño los míos y les aconsejo que usen los que les resulten más cómodos. He visto hasta cuatro versiones diferentes del Hon-Sha-Ze-Sho— Nen, y en estas mismas páginas doy varias posibilidades para el símbolo de la Maestría Reiki. Todas estas versiones funcionan, y lo hacen con potencia e idoneidad. Lo mismo cabe decir de los diversos métodos para la enseñanza de Reiki que están desarrollándose actualmente. Con todo, no le negaremos a la escuela Tradicional el mérito de haber introducido el Reiki en Occidente, así como el de haber preservado, dentro de lo posible, la pureza doctrinal del sistema.
Pero también los métodos modernos de enseñanza tienen su lugar, por cuanto facilitan la adaptación de Reiki a una época y unas culturas muy diferentes de las originarias. Recordemos que este sistema terapéutico nació probablemente en la India y el Tíbet, que pasó a China con las doctrinas budistas, difundiéndose luego en todo el Extremo Oriente antes de llegar a los Estados Unidos por vía del Japón. La fórmula escrita es anterior a la era cristiana en mil años por lo menos, lo cual nos lleva a atribuirle una antigüedad de tres milenios como mínimo, aun sin postular que fuese introducido en la Tierra procedente de otros planetas. A lo largo de estos miles de años Reiki habrá sufrido un largo proceso de adaptación y cambio.
Algunos, aunque no todos, los y las enseñantes y practicantes de formación Tradicional rehúsan otros métodos que no sean los suyos. No reconocen la formación Reiki I del alumnado que procedente de la escuela moderna acude a ellos en demanda de los grados superiores. A veces incluso se niegan a participar con personas de formación no tradicional en los Círculos Reiki. Algunas de las Reiki HI formadas por mí han sufrido alguna desautorización por parte de estas personas cuando anuncian sus clases, con afirmaciones por el estilo de que «no tienen el verdadero Reiki» o han recibido enseñanzas «erróneas». Cuando el trazado de los símbolos modernos no coincide con las versiones de la maestría Tradicional, aseguran al alumnado que «éstos no son símbolos Reiki, y no funcionarán». Nada de esto es cierto. Lo que sí es cierto es que tales actitudes son contrarias a toda ética de las relaciones entre terapeutas, y eso desde luego tampoco va de acuerdo con «el verdadero Reiki».
La realidad es que el simple alineamiento Reiki puede hacer de un novel un enseñante cualificado después de una formación que conlleve una tarde de clase. La necesidad de terapeutas es tremenda y cuantos más sanadores podamos ofrecer a esta Tierra, mejor. En esta época de cambio telúrico todos somos dolientes e incluso el mismo planeta sufre. Para que Reiki vuelva a ser universal como lo fue, y como es menester que vuelva a serlo, necesitamos desesperadamente muchos y muchas más enseñantes Reiki de todos los métodos. Es inmoral el pretender hoy día la exclusividad de ningún método de curación, y no existe el método «mejor» o «más Reiki» que ningún otro.
Según mi opinión no es posible restringir la docencia Reiki a las personas dispuestas a consagrar toda su existencia al sistema. En el mundo actual las cosas ya no van de esta manera. Pocas se hallarán en condiciones de invertir años en un larguísimo aprendizaje o diez mil dólares en unos cursos. En cuanto a adoptar el Reiki como medio exclusivo para ganarse la vida, tampoco creo que sea una ambición tan extendida. En mi actividad, yo ofrezco el Reiki III casi a cualquier persona sincera que lo desee y que haya cursado los dos grados previos. Si observo una vocación decidida, o unas facultades excepcionales para la curación, no tengo inconveniente en reducir todavía más mis precios, a tal punto que la mitad de mi alumnado, o tal vez más, no paga absolutamente nada por ninguno de los grados.
Cada uno de los grados Reiki, según yo los enseño, tiene su propio imperativo ético. En Reiki I y II el mandamiento es bien sencillo y consiste en administrar la curación sólo a quien la haya solicitado, absteniéndonos de forzar el libre albedrío de nadie. En Reiki III el imperativo se mide en términos monetarios. Reiki aporta la prosperidad, la longevidad y el bienestar a todos. Ésos no son valores que puedan comprarse y venderse. Por supuesto los y las terapeutas y enseñantes tienen derecho a ganarse la vida con su trabajo, pero también asumen la responsabilidad de una curación asequible. En mis clases particulares individuales cobro setenta y cinco dólares por el Reiki I, cien por el Reiki II y trescientos por el Reiki III. Los grupos de los fines de semana pagan unos honorarios cerrados por grupo que resultan a un coste muy inferior al de las clases particulares. En cuanto a mis sesiones terapéuticas, personalmente prefiero no cobrarlas aunque, como queda dicho, opino que los sanadores tienen derecho a ganarse la vida. A mi alumnado le aconsejo que apunte a unas tarifas razonables y creo que debería existir un sistema de becas.
Cuando empecé a enseñar y durante unas tres semanas experimenté fuertes deseos de guardarme el Reiki para mí, con intención de utilizarlo para ganar dinero y para que la cualificación de Maestra me reportase algo más que la responsabilidad de enseñar. Luego sentí remordimientos por haber pensado de esa manera, pero la realidad era que tales ideas habían pasado por mi cabeza, aunque antes había deseado tener el Reiki III para enseñar al mayor número posible de personas contra un coste mínimo o nulo. Por último me di cuenta de que no podía continuar en aquel estado de indecisión, y después de algunas reflexiones introspectivas la tentación desapareció por completo al cabo de algunas semanas. No desconozco, sin embargo, que otras personas movidas por parecidas y no menos positivas intenciones renunciaron a estos propósitos poco después de empezar a enseñar, y precisamente por el mismo camino. A mis alumnos y alumnas les cuento este episodio para ponerlos en guardia contra las trampas que nos tiende el ego. Si te ocurre a ti, como bien pudiera suceder, resiste y recuerda por qué quisiste convertirte en terapeuta Reiki.
En el nivel Reiki II ofrezco a mi alumnado la información completa del método, y buena parte de ella en forma de apuntes que pueden llevarse una vez conseguido el grado Reiki III. De los alumnos y alumnas espero que se lo tomen en serio y comprendan que, si bien yo puedo y quiero enseñar, a ellos les toca poner lo necesario de su parte para aprender Anuncio públicamente que el Reiki III requiere tres permanencias durante otros tantos fines de semana, y casi nunca se niega la admisión a nadie. No todos mis Reiki III llegan a ser verdaderos enseñantes, pero casi todos son verdaderos terapeutas. Y salen dotados de la capacidad para enseñar, de modo que podrán hacer uso de ella cuando así lo decidan. Les pido que consideren en serio la posibilidad de enseñar y algunas personas que declaran, en principio, no tener intención de hacerlo, a veces acaban enseñando, aunque no sea en clases cara al público. En ocasiones se empieza por impartir el Reiki a los miembros de la propia familia, u otras personas a quienes vemos necesitadas de dicha energía. Estos métodos son muy diferentes del sistema Tradicional para la elección de candidatos al Reiki III, pero me parecen los más eficaces para los tiempos que corren.
Cuando enseño Reiki II les digo a mis oyentes que espero sinceramente que desearán llegar hasta el Reiki III, pero les ruego que lo hagan sólo si verdaderamente sienten el anhelo de sanarse a sí mismos, a otros (sin exceptuar a los anímales) y/o al planeta. No me reservo mis enseñanzas para mí, pero tampoco invito a más asistentes de los que físicamente puedo sintonizar en cada clase para pasarles los alineamientos. La persona que asiste determina por sí misma su grado de interés; puesto que ha entrado a la clase, debo suponer que le merece alguno. Algunos alumnos y alumnas me hablan de sus decisiones, pero otros no, y no son pocos. Yo no exijo ningún período de espera concreto entre la recepción de un grado y el siguiente.
En los seminarios de los fines de semana ofrezco los tres grados en tres jornadas lectivas, proceso agotador para todas las personas afectadas incluyéndome a mí misma. Durante la lección de Reiki I le pido al alumnado que decida si desea regresar al día siguiente para seguir en la brecha. Si les ha afectado demasiado la energía o les cuesta entender la información (lo cual no es demasiado corriente en Reiki I), les aconsejo que esperen un poco antes de intentar el Reiki II. Doy la bienvenida a toda persona que se crea preparada y dispuesta a continuar. Durante la clase de Reiki II pongo más énfasis en lo de advertir a mis oyentes que una vez recibido este grado van a tener que pasar al menos seis meses en el proceso de purificación emocional, y que es preferible aplazarlo si tienen algún trauma o conflicto emocional en curso.
Por ejemplo, si una alumna no tiene más experiencia terapéutica que el Reiki I de ayer y el Reiki II de hoy, le aconsejo que espere y se inicie en el Reiki III más adelante. En cambio, ante otra persona que sea una sanadora experimentada o que hubiese revelado facultades psíquicas antes de recibir la formación Reiki, o que haya recibido al menos el Reiki I con anterioridad a ese fin de semana, lo dejo a criterio de ella. Casi todo el mundo tiene una idea bastante clara de las propias limitaciones. Es mucho más positivo dejar que transcurra algún tiempo entre la recepción de un grado y el siguiente, pero muchas veces no es posible dada la escasa disponibilidad de enseñantes. La persona que recibe los conocimientos sabrá si está preparada o no para asimilarlos; yo me limito a suponerle esa capacidad de discernimiento y le enseño lo que sé. Cuando me despido de una ciudad después de uno de estos fines de semana Reiki, sé que dejo al menos un puñado de personas que dentro de algunos meses se hallarán preparadas para enseñar.
La formación Reiki III empieza por introducir dos nuevos símbolos; ambos se utilizan en el proceso de pase de alineamientos, pero sólo uno de ellos sirve para curar. En Reiki III todo remite al pase de los alineamientos, y estos símbolos forman parte del proceso. Los dos símbolos del Tercer Grado se llaman el Dai-Ko-Myo y el Raku. El primero se utiliza para sanar; y es también el símbolo que transmite los alineamientos Reiki. El Raku se usa únicamente en el proceso de pase de los alineamientos y no tiene ninguna otra aplicación; por cierto que la señora Takata nunca lo empleaba. El Dai-Ko-Myo tiene la particularidad de aparecer no ya en dos variantes sino en dos formas muy diferentes; una de ellas es la usada por la escuela Tradicional, que no reconoce la otra versión. En mis enseñanzas prefiero el símbolo moderno, aunque no tengo ni la menor idea de su procedencia.

 

 

 

Variante del Dai-Ko-Myo80
Cuando comencé mi peregrinación en busca del Reiki III, una conocida me envió por correo el símbolo Dai-Ko-Myo Tradicional, como he contado en el capítulo de introducción, y estuve usándolo durante mi primer año de enseñanzas. Luego se me ha mostrado el símbolo Tradicional en diversas variantes, aunque la misma forma básica se distingue en todas ellas; una de éstas es la que reprodujo A.J. Mackenzie Qay en su libro One Step Forward for Reiki (New Dimensions, 1992). Llevaba yo algún tiempo enseñando cuando la persona que me inició en el Reiki Q, de quien procedía la mayor parte de las informaciones que yo transmitía a mi vez, me preguntó cómo era el Dai-Ko-Myo que yo usaba. Cuando le envié una copia de mi símbolo me contestó que debía probar con la versión moderna. Lo cual hice de mala gana, pues había obtenido buenos resultados con el símbolo que venía utilizando, pero finalmente me avine a ensayar el nuevo. Tan pronto como lo hube hecho, nunca más retorné a la forma Tradicional.

 

 

 

El nuevo símbolo no me exigió ninguna memorización “era como si lo hubiese sabido toda la vida” y lo primero que pensé al verlo fue: «¡Claro que sí! Ésta es la espiral de la Diosa.» Al usarlo en los pases de alineamientos lo hallé mucho más poderoso, y de flujo incomparablemente más fácil que el Dai-Ko-Myo original. Cuando presenté ambas formas a mis estudiantes y les solicité una opinión comparativa, gustó más el símbolo nuevo, pareciéndoles más claro, más sencillo y más fuerte, lo mismo que a mí. Trabajé con él una temporada y después de realizar varias comparaciones más, decidí adoptar definitivamente el Dai-Ko-Myo moderno.
En una sesión de canalización con Susanne Wagner, una alumna formuló una pregunta acerca de la nueva forma del símbolo. Yo no estuve presente pero escuché luego una grabación. Los guías Reiki que participaban en la canalización manifestaron que el nuevo Dai-Ko-Myo concuerda mejor con las vibraciones de las necesidades docentes de hoy día, mientras que el símbolo antiguo era el idóneo para la energía de una época ya pretérita. No obstante, dijeron, en algunos casos o con ciertas personas sería preferible recurrir al símbolo Tradicional para sanar o pasar alineamientos; en esto se me aconsejaba que siguiera el dictado de mi intuición. En general, no obstante, se juzgaba, preferible el empleo del símbolo nuevo. Ambas formas del Dai-Ko-Myo se reproducen en el presente capítulo. A mis estudiantes les pido que estudien las dos y que elijan la que les parezca más ajustada a su energía y necesidades.
Una vez nos hayamos aprendido el Dai-Ko-Myo de Reiki III, lo utilizaremos en todas las curaciones. En mi opinión, cuando se envía a distancia viaja más rápidamente de] chakra cordial de la terapeuta al chakra cordial de la receptora. En ocasiones, es el único símbolo que se necesita para una curación, aunque cuando la hago para una persona ausente prefiero utilizar además el Hon-Sha-Ze-Sho-Nen. Usándolo invertido, extrae de los organismos las energías negativas y las dispersa. El Dai-Ko-Myo cura fundamentalmente el alma; cada uno de los símbolos Reiki se dirige de manera específica a uno de los cuerpos vibracionales. Así como la resonancia del Cho-Ku-Rei es más intensa en el plano del cuerpo físico, el Sei-He-Ki actúa sobre el cuerpo emocional y el Hon-Sha— Ze-Sho-Nen concuerda con el cuerpo mental, el Dai-Ko-Myo funciona a nivel del cuerpo espiritual.
Es una curación muy poderosa, ya que sana el mal-estar actuando sobre la fuente superior o causa primera. Los planos de los cuerpos espirituales contienen el esquema o plantilla de donde deriva el cuerpo físico, de modo que la curación a estos niveles induce cambios profundos, de los que suelen merecer el calificativo de «milagrosos». Los sanadores Reiki presencian «milagros» en cada una de sus sesiones, y con frecuencia se invocan por medio del Dai-Ko-Myo. Se producen ahí cambios existenciales. En la curación directa y tal como sucede con los demás símbolos, transmitiremos el Dai-Ko-Myo cuando la intuición nos aconseje hacerlo. En mi caso, es el símbolo que uso con más frecuencia.
Para la curación a distancia utilizo con frecuencia los cuatro símbolos, empezando con el Dai-Ko-Myo como primera fuente. Luego transmito el Hon-Sha-Ze-Sho-Nen, para continuar con el Cho-Ku-Rei y el Sei-He-Ki y finalizar con una repetición del Dai-Ko-Myo. Éste suele revestir un color rosa astral mientras se envía, o dorado metálico algunas veces. En la emisión no aparece estático sino vibrante, móvil, giratorio. Según mi percepción, lleva directamente la energía de la Divinidad/Fuente a la persona receptora por mediación de la sanadora, y con ello le aporta a aquélla cuanto necesita para sanar. Es desde luego la energía terapéutica más potente de que disponemos en el planeta Tierra, y sin duda alguna la más positiva.

 

En la auto terapia usaremos el Dai-Ko-Myo del mismo modo que lo hacemos para sanar a otros. Trázalo sobre tu chakra cordial y visualízalo con los demás símbolos. Existe también un ejercicio de Ch’I Kung que utiliza este símbolo para la auto terapia y para potenciar el flujo de ki a través del organismo. Estimula el chakra del timo en su localización de la línea Hara y vigoriza el sistema inmune cuando se practica dos veces ad día, en pe y con la espalda erguida.
En primer lugar hay que localizar el punto representado en la ilustración. Se halla sobre cada uno de los omóplatos, en un hueco que forma el hueso, visible en la espalda. Tras elevar el nivel de energía Reiki de las manos, o frotarlas para que se calienten, empezamos a dar masaje en este punto del hombro con las yemas de los dedos de la mano contraria. Se efectúa para ello una rotación en el sentido de las agujas del reloj, durante un minuto. Luego empezaremos a visualizar el Dai-Ko-Myo, sin que se interrumpa el masaje hasta un total de trescientas rotaciones. Luego buscamos el mismo punto en el hombro del otro lado y repetimos la operación.
Realiza este ejercicio en ambos hombros tres veces. Para finalizar hacemos puño con te derecha y percutimos suavemente el pecho, sobre el esternón, veinticinco veces, sin dejar de visualizar el Dai-Ko-Myo durante toda esta operación. Realiza el ejercicio completo dos veces al día. Desconozco el origen de esta práctica, aunque se ha demostrado que te percusión del timo estimula y fortalece esta glándula. Incluso se ha escrito un tratado entero sobre la cuestión del fortalecimiento del timo, Your fíody Doesn ’t Lie, obra del médico John Diamond (Warner Books, 1979), en donde se describe un ejercicio parecido bajo el nombre de «tamborileo sobre el timo»81.
El Dai-Ko-Myo tiene otras aplicaciones. Visualizaremos los cuatro símbolos para purificar y cargar energéticamente los cristales; incluso es posible programarlos de manera que se purifiquen a sí mismos. Para hacerlo tomaremos el espécimen entre las palmas de las manos y le enviaremos la energía Reiki. Primero visualizamos el Dai-Ko-Myo y luego el Sei-He-Ki, a fin de evacuar del cristal toda la negatividad y las tribulaciones que haya absorbido, dejándolo purificado. A continuación le transmitimos el Cho-Ku-Rei para programar d cristal consagrándolo a una finalidad, como puede ser por ejemplo la curación. En este caso, es decir si el cristal ha de servir para sanarnos o sanar a otras personas, añadíamos d Hon-Sha-Ze-Sho-Nen. Para finalizar visualizamos de nuevo el Dai-Ko-Myo y solicitaremos que en adelante el espécimen se purifique a sí mismo, lo cual significa que la piedra evacuará las energías remanentes después de cada utilización. No obstante, con viene todavía purificarlo de vez cuando, aunque ya no necesitará esta operación con tanta frecuencia (como puede comprobarse mediante el ensayo del péndulo).
Cuando preparo elixires florales o de gemas, yo transmito el Dai-Ko-Myo y el Cho-Ku— Rei al agua y a las flores (o las piedras) durante la fase de infusión bajo la luz solar. Se me ha comentado que mis elixires son especialmente potentes y estoy segura de que la causa es el Dai-Ko-Myo. Te aconsejo que los uses también para potenciar los medicamentos, los extractos de hierbas, los remedios homeopáticos, etc. Además empleo el Dai-Ko-Myo prácticamente para todos los usos del Reiki, por lo regular antes y después de rada proyección de los símbolos o sesión terapéutica. De este modo profundizo e intensifico la energía El Dai— Ko-Myo es el símbolo que transmite y pasa los alineamientos Reiki de enseñante a discípulo. En el capítulo siguiente se hallará la información relativa al pase de alineamientos.
Como sucede con todos los símbolos, hay que memorizar el Dai-Ko-Myo—, el alumno o alumna debe ser capaz de dibujarlo con precisión y con todas las líneas en su debido lugar y proporción. Lo cual desde luego resulta mucho más fácil con la figura espiral del Dai-Ko-Myo, en comparación con la versión antigua. Debo señalar que a mí me costó bastantes semanas el aprender de memoria la versión antigua, y esta falta de resonancia me indicó que no armonizaba mucho con mis propias energías; en cambio me hice con la versión moderna del Dai-Ko-Myo desde la primera ojeada. No fue necesaria ninguna memorización. Lo conocía ya. En cualquier caso, he reproducido aquí todas las versiones del símbolo que he llegado a descubrir, para que utilices aquella que te cuadre mejor: todas ellas funcionan.
Será interesante traer a colación aquí la definición de la espiral según las ideas del Ch’I Kung. Tradicionalmente, esta figura simboliza la energía de la Divinidad. A la espiral que se abre a partir de su centro en el sentido de las agujas del reloj se le atribuye la propiedad de condensar el ki en el núcleo de la figura. El Dai-Ko-Myo moderno se dibuja precisamente de esta manera, partiendo del centro y en sentido horario. Cuando se invierte la espiral trazándola en sentido antihorario, se produce la expansión del ki interno para conectar con el ki exterior al organismo; una vez se ha completado esta expansión se invierte automáticamente el sentido, lo cual determina la recuperación del ki. Las espirales crean vórtices de energía que atraen otras energías; su presencia en la naturaleza es muy frecuente, desde las olas que agitan un estanque hasta los huracanes. En Ch’I Kung se utilizan a fin de captar y condensar el ki para obtener efectos salutíferos y curaciones82.
En las tradiciones de wicca la espiral es el laberinto iniciático, es el paso de la Rueda del Año y el lugar de la manifestación y la reencarnación. Las espirales trazadas en el sentido de las agujas del reloj invocan la energía creativa, mientras que las trazadas en sentido antihorario designan la dispersión, la relajación. Starhawk ha comparado en The Spiral Dance (Harper and Row Publishers, 1979) la doble espiral con el laberinto que conduce al centro de la creación, el Vacío de los budistas:

 

Conforme te desplazas a través de la espiral el mundo se disuelve, la forma se disuelve, hasta que te hayas en el corazón oculto en donde el nacimiento y la muerte son una misma cosa. El centro de la espiral resplandece; es la Estrella Polar, y los brazos de la espiral son la Vía Láctea, una constelación de millones de estrellas que giran alrededor de un punto central inmóvil..., Estás en el seno de la Diosa, en flotación libre. Entonces notas que algo te comprime y te empuja que empiezas a salir de la espiral y que ésta se ha convertido en el tránsito vaginal del renacimiento. Te mueves en el sentido de las agujas del reloj a lo largo de la doble espiral de tu ADN 83.

 

 

 

Nótese que el Dai-Ko-Myo moderno es una doble espiral.
El otro símbolo para Reiki III es el Raku. La señora Takata no llegó a utilizar este símbolo del sánscrito; en la actualidad lo emplean casi todos los Maestros Reiki norteamericanos. Sin embargo, muchos de éstos tienen muy pocos datos acerca de esta figura, a lo que parece, y apenas se dan cuenta de su importancia. Se utiliza sólo para el pase de los alineamientos, y nunca en las sesiones terapéuticas. El símbolo tiene la figura de un rayo o relámpago y según se me ha explicado, se define como «portador del fuego». Al término de la ceremonia del pase de alineamientos se invoca dicho símbolo para efectuar la toma de fundamento de la persona receptora de la energía Reiki. En esto viene a resumirse lo que conoce acerca de él la mayoría de los terapeutas Reiki, pero su significación es mucho más extensa en realidad. Activa la línea Hara y por tanto contribuye a la circulación de la energía Reiki por los canales ki de la persona iniciada, así como a condensarla en el centro Hara (el ombligo o Tan T’ien).
Durante el proceso de alineamiento, el aura del Maestro y la del discípulo se unen, y algo más ocurre en el decurso de esta fusión àurica. En esos breves instantes, los guías utilizan la energía para retirar el karma negativo de la persona que recibe el alineamiento y el grado Reiki. La enseñante que conduce el proceso recibe lo que se está eliminando a través de su propia aura y lo deriva a tierra, aunque por lo general este fenómeno pasa por completo desapercibido. El Raku separa las auras al término de la ceremonia, quedando tarto el Maestro o Maestra como el o la alumna con una proporción de energía ki Original muy superior a la que poseían antes. Esta liberación del karma durante el alineamiento explica los procesos de purificación y reorganización física y emocional que suelen ocurrir después.

 

 

 

Con tantas variaciones como existen actualmente de los símbolos, es interesante observar que sólo se conoce una del Raku, y consiste sencillamente en dulcificar la línea quebrada que representa el rayo para convertirla en una línea ondulada. Trazado de este modo el símbolo se convierte en el del poder de la Serpiente Kundalini. Pero como el rayo es también el vajra del budismo vajrayana “es decir, el símbolo del camino diamantino del budismo mahayana según las doctrinas tibetanas”, todo indica que el trazado en forma de línea quebrada es más correcto. Entre los extremos de la doble espiral del Dai— Ko-Myo aparece también la figura en miniatura del Raku.

 

La actividad de los Reiki III de escuela moderna en todo el país me ha deparado hojas y más hojas llenas de «nuevos» símbolos Reiki, los cuales se presentan bajo la especie que reivindican algunos de los que se perdieron antiguamente. Muchos de ellos son energías budistas o sánscritas y presentan de por sí un valor positivo, pero no son figuras Reiki. Gracias a la canalización de Laurel Steinhice sabemos que los demás símbolos serán devueltos a la Tierra, y que el primero de ellos será posiblemente capaz de activar los centros energéticos de los ojos y permitirá utilizar la energía Reiki a modo de láser. En realidad muchos sanadores aprenden a hacer esto conforme desarrollan facultades psíquicas y sin utilizar conscientemente ningún símbolo. A mí me parece que el Dai-Ko-Myo moderno es la única forma no tradicional que sea verdadero símbolo Reiki. No obstante, reproduzco a continuación algunas de las nuevas propuestas.
Aunque no considero que sean símbolos Reiki, alguno de éstos merece una explicación más detallada. Om es un símbolo sánscrito y representa el sonido creador del Universo. También son sánscritos otros de los aquí reproducidos, y poseen energía terapéutica. El símbolo del Maestro Quiromante representa la trayectoria de la energía a través de los chakras y de la sushumna, y tal vez alguna forma de iniciación. En la iconografía del budismo tántrico hallamos a menudo símbolos de esta especie, que las estatuas de Buda llevan grabados en las palmas de las manos. Existe una colección de símbolos llamados la Pauta de la Matriz, mientras que los caracteres mismos reciben el nombre de bijas o sonidos germinales. Se considera que su conjunto constituye el lenguaje de lo Absoluto. En cuanto a la verdadera significación de los bijas, que desempeñan un importante papel en los ritos del budismo tántrico, sólo se revelan a los iniciados. Los bijas que hallamos dibujados en las stupas sirven a veces para representar los cinco elementos. Reciben el nombre de stupas las esculturas o los edificios, precursores del estilo pagoda, cuya misma forma representa intrínsecamente los elementos84. Por cierto que el Hon-Sha-Ze-Sho-Nen también recuerda mucho la figura de una stupa.
Otro conjunto de símbolos, entre los cuales Harth, Zonar, Halu y Yod, me fue comunicado en California y entendí que se habían concebido para su uso con los símbolos del Reiki. Aunque de intención obviamente positiva, he tenido una experiencia muy mala con uno de ellos. Cuando le enseñé a una mujer estos símbolos ella eligió el Harth y empezó a utilizarlo de una manera negativa, construyendo por vía psíquica pirámides negras para lo que según ella era un rito de protección. Estas fueron colocadas sobre mi aura, mi casa y las de otras personas. El resultado no fue en absoluto positivo. Las pirámides encerraban lo que supuestamente protegían y sofocaban la persona o el lugar puesto bajo tal invocación. La energía psíquica no podía salir de las estructuras y esto alteraba el intercambio cotidiano, la entrada y salida de los flujos energéticos normales. Cuando se intentaba purificar aquélla desde el interior, las energías negativas no podían salir y no se disipaban, puesto que permanecían atrapadas en dicho interior por el símbolo.
A mí me había causado incomodidad desde el primer momento y le pedí a aquella mujer que no lo usara, pero ella insistió. Las pirámides en cuestión eran instrumentos de una agresión psíquica a gran escala y originaron muchas tensiones y mucha negatividad en mis emociones y en mi casa. Por último, cuando me di cuenta de lo que había ocurrido, solicité la ayuda de otra terapeuta para eliminarlos, ya que las pirámides negras —y había colocado muchísimas— eran casi totalmente refractarias a cualquier intento de desmontarlas o retirarlas. Tras numerosos intentos fallidos acabamos por descubrir que una emisión de símbolos Raku a partir del Tercer Ojo lograba desmontar las pirámides, aunque casi enseguida se reconstruían automáticamente. Por último logramos desmantelarlas mediante la utilización intensiva del Raku y la proyección de pantallas de luz por la parte inferior para levantarlas y alejarlas del planeta. Se necesitaron varios meses para purificar completamente de aquella energía mi casa y mi propia persona.
Sospecho que el símbolo fue utilizado de una manera distorsionada para conferirle una negatividad que de por sí le es ajena. Desde entonces, sin embargo, me he abstenido de experimentar con símbolos «nuevos» hasta haberlos comprendido por entero. A mis alumnos y alumnas no les mando que eviten estas energías desconocidas pero les indico la conveniencia de proceder con mucho cuidado. En una sesión de canalización se me comunicó que los símbolos Reiki originales eran trescientos, veintidós de los cuales se utilizaban de manera habitual, y que se hallan archivados en antiguas escrituras del Tíbet y de la india. Cuando llegue el momento de que sean recuperados para el Occidente y para el Reiki, nos serán dados a conocer de manera tal que sepamos sin duda alguna que son verdaderas formas Reiki, y también se nos enseñará cómo utilizarlos. La única anticipación previsible son, a lo que parece, los símbolos personales que se comunican por vía psíquica e interior a ciertos individuos, quienes pueden utilizarlos o por lo menos investigarlos sin incurrir en ningún riesgo.
El Antahkarana85

 

 

 

Otra forma que se divulga en la actualidad a título de símbolo Reiki adicional es el llamado Antahkarana. Se trata de un símbolo tibetano usado para la meditación y para aplicaciones terapéuticas; Alice Ba I ley y otros autores aseguran que ha sido ritualmente utilizado desde hace miles de años. Cuando lo colocamos debajo de la camilla durante las sesiones concentra y amplifica el Reiki así como otras energías terapéuticas. Se le atribuye la propiedad de conectar el cerebro físico con el chakra Corona, y por lo visto ejerce también efectos positivos sobre todos los chakras y sobre el aura. La meditación sobre este símbolo inicia automáticamente la Órbita Microcósmica, con la circulación de ki a través de los canales centrales de la energía y del organismo. Durante la meditación el símbolo parece cambiar de aspecto y da lugar a otras imágenes. El empleo del Antahkarana se recomienda para eliminar energías negativas de las personas o de los objetos, y puede usarse para purificar cristales86.
He visto representaciones holográficas del Antahkarana empotradas en tablas cuadradas de madera y por lo visto goza de gran popularidad en el Medio Oeste norteamericano, a título de dispositivo protector, pues todas las personas que me han mostrado este símbolo y lo juzgan positivo y sagrado eran oriundas de dicha región. No creo que sea uno de los símbolos Reiki perdidos, pero es positivo por sus cualidades propias y se dice que no admite intenciones negativas; aparte sus antecedentes milenarios, viene siendo utilizado desde hace años por muchos terapeutas que han puesto a prueba las propiedades de su energía.
Vale la pena citar otra colección de símbolos utilizados para la curación psíquica, que es la de once caracteres publicada por Frank Homan en su libro Kofutu Touch Heaíing (Sunlight Publishing, 1986). Son unos símbolos de aspecto muy moderno y presentados con gran pulcritud en dicha fuente, junto con una colección de posturas físicas de las manos, en la que figuran asimismo las posturas Reiki. Aunque debo reiterar, una vez más, que no son símbolos Reiki, son terapéuticamente válidos y se puede tener la seguridad de que funcionan. No digo que sean tan potentes como los símbolos Reiki, ya que no ejercen unos efectos tan concentrados, pero me parecen válidos y positivos, de manera que tal vez interese el experimentar con ellos.
Con esto queda expuesto lo tocante a los símbolos para el Reiki III, y en particular los dos símbolos Reiki que han constituido el tema de este capítulo. Le incumbe ahora al alumno o alumna la elección entre las versiones moderna y tradicional del Dai-Ko-Myo. He explicado asimismo el Raku. Sobre ambos símbolos todavía será preciso volver más adelante. He comentado otros símbolos no Reiki, y en este punto debo prevenir al lector o lectora que cuando haya alcanzado el grado de maestría seguramente sufrirá una inundación de símbolos nuevos, lo mismo que me ha ocurrido a mí, y quizá se vea en la precisión de orientarse y averiguar poco a poco lo que hacer con ellos y si utilizarlos o no. En el presente libro no volveré a mencionar estos símbolos no Reiki. Una vez conocidos los del Reiki III y sus aplicaciones terapéuticas, pasaremos a ocupamos de su utilización en el pase de los alineamientos. Estos y el proceso de la iniciación son el «milagro» principal del sistema terapéutico Reiki.