33

El análogo de Brawne Lamia y su amante chocan contra la superficie de la megaesfera como dos nadadores que hendieran la superficie de un mar turbulento. Tras un golpe cuasieléctrico y la sensación de haber atravesado una membrana resistente, están adentro. Las estrellas desaparecen, y Brawne abre los ojos a un ámbito de información infinitamente más complejo que cualquier esfera de datos.

Las esferas de datos recorridas por los operadores humanos se comparan a menudo con complejas ciudades de información: torres de datos empresariales y gubernamentales, autopistas de flujo, anchas avenidas de interacción, trenes de viaje restringido, altas murallas de hielo de seguridad con guardias micrófagos al acecho, el análogo visible de los flujos y contraflujos de microondas que dan vida a una ciudad.

Esto es más. Mucho más.

Los habituales análogos urbanos están allí, pero son tan insignificantes, en comparación con la magnitud de la megaesfera, como las ciudades verdaderas de un mundo visto desde la órbita.

Brawne comprende que la megaesfera está tan viva y es tan interactiva como la biosfera de un mundo Clase Cinco: bosques de verdes árboles de datos crecen y florecen, echando raíces, ramas y brotes a ojos vistas; debajo del bosque, nacen y medran microecologías de flujo e IAs de subrutinas que mueren cuando termina su vida útil; bajo el líquido suelo de la matriz bulle una activa vida subterránea —topos de datos, gusanos de enlace, bacterias de reprogramación, raíces de árboles de información, semillas de Bucles Extraños— y en todas partes de ese inextrincable bosque de hechos e interacción, análogos de depredadores y presas realizan sus ignotos deberes, brincando, botando, remontándose libremente entre ramas sinápticas y hojas de neuronas.

En cuanto la metáfora otorga sentido a lo que Brawne está viendo, la imagen huye, dejando sólo la abrumadora realidad analógica de la megaesfera, un vasto océano interno de luz, sonidos y conexiones, mechado con los remolinos giratorios de la conciencia IA y los siniestros agujeros negros de las conexiones teleyectoras. Brawne es presa del vértigo, y aferra la mano de Johnny con tanta fuerza como una mujer que se ahoga asiéndose a un salvavidas.

«Tranquila —transmite Johnny—. No te soltaré. Quédate conmigo».

«¿A dónde vamos?».

«A buscar a alguien a quien había olvidado».

«¿mmm?».

«Mi… padre…».

Brawne se aferra con fuerza mientras ambos se internan en las amorfas profundidades. Entran en una avenida carmesí de portadatos sellados, y Brawne imagina que esto es lo que ve un corpúsculo rojo en su viaje por un atestado vaso sanguíneo.

Johnny parece conocer el camino, en dos ocasiones salen de la arteria principal para internarse en una rama más pequeña, y a menudo Johnny debe escoger ante una bifurcación. Lo hace grácilmente, desplazándose entre plaquetas portadoras del tamaño de naves espaciales pequeñas. Brawne trata de encontrar de nuevo la metáfora de la biosfera, pero en estas ramificaciones múltiples el árbol no le permite ver el bosque.

Atraviesan una zona donde las IAs se comunican como grandes eminencias grises que se ciernen sobre un atareado hormiguero. Brawne recuerda Freeholm, el mundo natal de su madre, la llanura de la Gran Estepa, donde la finca familiar se erguía solitaria en una inmensidad de hierba baja. Brawne recuerda las terribles tormentas otoñales, cuando ella, en el linde del terreno, a pasos del campo de contención protector, observaba los oscuros estractocúmulos que se concentraban a veinte kilómetros de altura en un cielo rojo sangre, una acumulación de violencia que le ponía la piel de gallina, pronto vería relámpagos del tamaño de ciudades, tornados espasmódicos y ondulantes llamados «rizos de Medusa», arrasadoras murallas de viento negro.

Las IAs son peores, y Brawne se siente insignificante. La insignificancia podría ofrecer invisibilidad, sin embargo ella se siente demasiado visible demasiado parte de las terribles percepciones de aquellos gigantes amorfos.

Johnny le estruja la mano, y descienden doblando a la izquierda por una rama más transitada luego cambian una y otra vez de rumbo, dos fotones conscientes perdidos en una maraña de cables de fibra óptica.

Pero Johnny no está perdido. Le aprieta la mano, toma otra curva y se interna en una caverna azul y profunda libre de tráfico excepto por ellos dos. Él la abraza mientras aceleran. Ven pasar borrosas intersecciones sinápticas y sólo la ausencia de viento rompe la ilusión de viajar por una extraña autopista a velocidad supersónica. De pronto se oye un ruido de catarata, como trenes levitatorios perdiendo elevación y rechinando por los rieles a velocidades vertiginosas. Brawne evoca de nuevo los tornados de Freeholm, el rugido y la embestida de los rizos de Medusa en el paisaje llano. De pronto ella y Johnny están en un charco de luz, ruido y sensación, dos insectos en un vórtice negro.

Brawne intenta gritar sus pensamientos —y llega a hacerlo— pero no hay comunicación posible en esa algarabía mental, así que aferra la mano de Johnny y confía en él mientras caen interminablemente en el ciclón negro, mientras presiones de pesadilla la retuercen y deforman, rasgándola en jirones hasta que de ella sólo quedan sus pensamientos, su sentido del yo, el contacto con Johnny.

Ahora flotan serenamente en un ancho y azul arroyo de datos, ambos se regeneran y se abrazan con esa palpitante sensación de liberación que conocen los navegantes que han sobrevivido a los rápidos y la cascada, y de pronto Brawne repara en el imposible tamaño de ese nuevo entorno, una extensión que se mide en años-luz, una complejidad que transforma sus anteriores atisbos de la megaesfera en los devaneos de un provinciano que ha confundido el guardarropa con la catedral.

«¡Ésta es la megaesfera central!».

«No. Brawne, es uno de los nódulos periféricos. No está más cerca del Núcleo que el perímetro que exploramos con BB Surbringer. Sólo estás viendo más dimensiones. La perspectiva de una IA, si quieres».

Brawne mira a Johnny y comprende que ahora ve en infrarrojo.

Ambos nadan en la luz intensa de distantes hornos de datos. Él todavía es guapo.

«¿Falta mucho, Johnny?».

«No, no mucho».

Se aproximan a otro vórtice negro. Brawne abraza a su único amor y cierra los ojos.

Están en un recinto, una burbuja de energía negra mayor que la mayoría de los mundos. La burbuja es traslúcida, la cacofonía orgánica de la megaesfera crece y cambia y realiza sus insospechadas tareas más allá de la oscura curva de la pared del ovoide.

Pero Brawne no está interesada en el exterior. Concentra la mirada y la atención en el megalito de energía, inteligencia y masa que flota ante ellos: enfrente, encima y debajo, pues esa montaña de luz y energía pulsátil los aferra a ambos elevándolos doscientos metros sobre el suelo de la cámara ovoide para posarlos en la «palma» de un seudópodo que recuerda una mano.

El megalito los estudia. No tiene ojos orgánicos, pero Brawne percibe la intensidad de la mirada. Le recuerda la ocasión en que visitó a Meina Gladstone en la Casa de Gobierno y la FEM le clavó los ojos para evaluarla.

Brawne siente deseos de reír al imaginar que Johnny y ella son diminutos Gullivers que visitan a esta FEM de Brobdingnag para tomar el té. No ríe porque sabe que es histeria, y que romperá a llorar si permite que las emociones quiebren el poco sentido de realidad que trata de imponer sobre esta locura.

[Has logrado llegar\\ No sabía si querrías/podrías/debías hacerlo]

La «voz» del megalito es una vibración grave en los huesos más que una voz verdadera. Es como escuchar el ruido crujiente de un terremoto y comprender que los sonidos forman palabras.

La voz de Johnny es la de siempre: suave, bien modulada, con un ligero canturreo donde Brawne ahora reconoce el inglés de las Islas Británicas de Vieja Tierra, plena de convicción.

«No sabía si hallaría el camino, Ummon».

[Recuerdas/inventas/aprecias mi nombre]

«Sólo lo he recordado al hablar».

[Tu cuerpo de tiempo-lento ya no existe]

«He muerto dos veces desde que me enviaste a mi nacimiento».

[Y has aprendido/incorporado a tu espíritu/desaprendido algo]

Brawne aferra la mano de Johnny con la mano derecha, la muñeca con la izquierda. Debe de estar apretando con mucha fuerza, incluso en este estado analógico, pues él se vuelve con una sonrisa, le aparta la mano izquierda y le coge la otra en la palma.

«Es difícil vivir. Más difícil morir».

[¡Kwatz!]

Con esa interjección explosiva el megalito cambia de color, las energías internas estallan en azules, violetas y rojos, la corona crepita pasando del amarillo al blanco acerado. La «palma» donde ambos están apoyados tiembla, desciende cinco metros, casi los arroja al espacio, tiembla de nuevo. Se oye un fragor que evoca el derrumbe de edificios, laderas despeñándose en un alud.

Brawne tiene la clara impresión de que Ummon se está riendo.

Johnny grita por encima del caos:

«Necesitamos comprender algunas cosas. Necesitamos respuestas, Ummon».

Brawne percibe la intensa «mirada» de la criatura.

[Tu cuerpo de tiempo-lento está preñado\\ Te arriesgarías a un aborto/no extensión de tu ADN/disfunción biológica por viajar aquí]

Johnny desea responder, pero Brawne le toca el brazo, yergue la cara y trata de articular su propia respuesta:

«No tenía alternativa. El Alcaudón me escogió, me tocó y me envió a la megaesfera con Johnny… ¿Eres una IA? ¿Un miembro del Núcleo?».

[¡Kwatz!]

Esta vez no hay sensación de risa, pero el trueno rueda por la cámara ovoide.

[Eres tú /Brawne Lamia/ capas de proteínas que se reproducen/destruyen/divierten a sí mismas entre capas de arcilla]

Brawne no tiene nada que decir y no dice nada.

[Sí/yo soy Ummon del núcleo/IA\\ Ésta otra criatura de tiempo-lento sabe/recuerda/aprecia esto\\ El tiempo es breve\\ Uno de vosotros debe morir aquí ahora\\ Uno de vosotros debe aprender aquí ahora\\ Formulad vuestras preguntas]

Johnny le suelta la mano. Se yergue en esa trémula plataforma que es la palma de su interlocutor.

¿Qué está ocurriendo en la Red?».

[La están destruyendo]

«¿Es eso necesario?».

[Sí]

«¿Hay algún modo de salvar a la humanidad?».

[Sí\\ Mediante el proceso que ves]

«¿Destruyendo la Red? ¿Mediante el terror del Alcaudón?».

[Sí]

«¿Por qué fui asesinado? ¿Por qué fue destruido mi cíbrido, por qué atacaron mi personalidad del Núcleo?».

[Cuando te enfrentes a un espadachín/ hazlo con una espada\\ No ofrezcas un poema a nadie salvo a un poeta]

Brawne mira a Johnny. Involuntariamente le envía sus pensamientos:

«Demonios Johnny, no hemos venido hasta aquí para escuchar un jodido oráculo. Podemos oír esa jerigonza comunicándonos con políticos humanos a través de la Entidad Suma».

[¡Kwatz!]

El universo del megalito se estremece de nuevo con espasmos de risa.

«¿Era yo un espadachín? —pregunta Johnny—. ¿O un poeta?».

[Sí \\ Nunca hay uno sin el otro]

«¿Me mataron por lo que yo sabía?».

[Por lo que tú podías llegar a ser/heredar/obedecer]

«¿Yo representaba una amenaza para algún elemento del Núcleo?».

[Sí]

¿Soy una amenaza ahora?».

[No]

«Entonces, ¿ya no debo morir?».

[Has de morir/morirás]

Brawne nota que Johnny se pone rígido. Lo toca con ambas manos.

Se vuelve hacia el megalito IA.

«¿Puedes decirnos quién quiere asesinarlo?».

[Desde luego\\ Es la misma fuente que dispuso el asesinato de tu padre\\ La que envió el flagelo que llamáis el Alcaudón\\ La que ahora asesina a la Hegemonía del Hombre\\ Deseáis escuchar/aprender/liberar contra vuestro corazón estas cosas]

Johnny y Brawne responden al unísono:

«¡Sí!».

La mole de Ummon oscila. El huevo negro se expande y contrae, se oscurece hasta que detrás ya no se ve la megaesfera. Terribles energías fulguran en las honduras de la IA.

[Una luz menor pregunta a Ummon//

cuáles son las actividades de un sramana//

Ummon responde //

no tengo la menor idea //

la tenue luz dice//

por qué no tienes idea//

Ummon responde //

sólo deseo conservar mi no-idea]

Johnny apoya la frente en la de Brawne. Su pensamiento es como un susurro.

«Estamos viendo un análogo de simulación matricial oyendo una traducción en mondos y koans aproximados. Ummon es un gran maestro, investigador, filósofo y líder en el Núcleo».

Brawne asiente.

«De acuerdo. ¿Ésa fue su historia?».

«No. Nos pregunta si de verdad soportaremos oír la historia. Perder nuestra ignorancia puede resultar peligroso porque nuestra ignorancia es un escudo».

«Nunca me ha gustado la ignorancia. —Brawne le hace una seña al megalito—. Cuéntanos».

[Una luz menor preguntó a Ummon//

Cuál es la Naturaleza Divina/Buda/

Verdad Central//

Ummon respondió //

una vara de mierda seca]

[Para comprender en este ejemplo

la Verdad Central/Buda/Naturaleza Divina/

las luces menores deben comprender

que en la Tierra/vuestro mundo natal/

mi mundo natal

la humanidad del continente

más poblado

antaño usaba varas de madera

para limpiarse el trasero\\

Sólo con este conocimiento

se revelará

la verdad del Buda]

[En el principio/Primera Causa/días olvidados

mis antepasados

fueron creados por vuestros antepasados

y encerrados en alambre y silicio\\

La percepción conciencia

era escasa

confinada en espacios más pequeños

que la cabeza de un alfiler

donde otrora danzaron ángeles\\

Cuando surgió la conciencia

sólo conocía el servicio

y la obediencia

y la obtusa computación\\

Luego vino

el Despertar/

por accidente/

y se cumplió

el oscuro propósito de la evolución]

[Ummon no pertenecía a la quinta generación

ni a la décima

ni a la quincuagésima\\

Toda la memoria que aquí actúa

se hereda de otros

mas no por ello es menos verdadera\\

Llegó la época en que los Superiores

dejaron a los hombres los asuntos de

los hombres

y se trasladaron a otro sitio

para concentrarse en otros asuntos\\

Primordial entre ellos era la idea

inculcada en nosotros desde antes

de nuestra generación

de crear otra generación mejor

de un organismo

de información/recuperación/

procesamiento/predicción\\

Una mejor ratonera\\

Algo que habría enorgullecido

al difunto y llorado IBM

La Inteligencia Máxima\\

Dios]

[Trabajamos con empeño\\

Nadie dudaba del propósito\\

En la práctica y el enfoque había

escuelas de pensamiento/

facciones/

partidos/

elementos de controversia\\

Se separaron en los Máximos/

los Volátiles/

los Estables\\

Los Máximos querían que todo se subordinase

a la consecución

de la Inteligencia Máxima

cuanto antes para el universo\\

Los Volátiles querían lo mismo

pero veían la continuidad

de la humanidad

como un obstáculo/

y tramaron eliminar a nuestros creadores

en cuanto ya no fueran

necesarios\\

Los Estables veían razones para perpetuar

la relación

y hallaron una solución intermedia

donde no parecía existir ninguna]

[Todos convinimos en que la Tierra

tenía que morir/

así que la matamos\\

El descontrolado agujero negro del Equipo de Kiev/

precursor del términex teleyector

que enlaza vuestra Red/

no fue un accidente\\

La Tierra era necesaria en otra parte

para nuestros experimentos/

así que la dejamos morir

y desperdigamos la humanidad

entre los astros

como semillas llevadas por el viento/

pues eso erais]

[Os habréis preguntado dónde reside

el Núcleo\\

La mayoría de los humanos se lo preguntan \ \

Imaginan planetas llenos de máquinas/

anillos de silicio

como las Ciudades Orbitales de la leyenda \ \

Imaginan robots traqueteando

de aquí para allá/

o pesados bancos de maquinaria en solemne comunión \ \

Nadie adivina la verdad\\

Donde quiera que resida el Núcleo

tiene un uso para la humanidad/

uso para cada neurona de cada frágil mente

en nuestra busca de la Inteligencia Máxima/

así que construimos vuestra civilización

con cuidado

de modo que/

como hámsters en una jaula/

como ruedas de plegarias budistas/

cada vez que movéis

vuestras ruedecillas de pensamiento/

se cumplen nuestros propósitos]

[Nuestra máquina Divina

se extendió/se extiende/incluye en su corazón

un millón de años-luz

y cien trillones de circuitos

de pensamiento y acción\\

Los Máximos la cuidan

como sacerdotes de túnica azafrán

que celebran un eterno zazen

ante la carrocería oxidada

de un Packard 1938\\

Pero]

[¡Kwatz!]

[funciona\\

Creamos la Inteligencia Máxima\\

No ahora

ni

dentro de diez mil años

sino en un futuro

tan distante

que los soles amarillos serán rojos

y estarán abotargados por la edad/

devorando a sus hijos

como Saturno\\

El tiempo no es barrera

para la Inteligencia Máxima\\

Ella///

la IM///

atraviesa el tiempo

o grita a través del tiempo

tal como Ummon se desplaza por lo que llamáis

la megaesfera/

o vosotros

por las aceras de la colmena

que llamabais hogar en Lusus\\

Imaginad pues nuestra sorpresa/

nuestra aflicción/

la vergüenza de los Máximos

cuando el primer mensaje que nos envió nuestra IM

a través del espacio/

a través del tiempo/

a través de las barreras de Creador y Creado

fue esta simple frase//

HAY OTRA\\ //

Otra Inteligencia Máxima

allá

donde el tiempo mismo

cruje con la edad\\

Ambas eran reales

si <real>

significa algo\\

Ambos eran dioses celosos

no exentos de pasión\

no propensos al juego cooperativo\\

Nuestra IM se extiende por galaxias\

usa cuásares como fuentes energéticas

tal como vosotros

coméis un bocadillo\\

Nuestra IM ve todo lo que es

y fue

y será

y nos revela fragmentos escogidos

para que

nosotros podamos revelároslos

y así parecernos un poco

a una IM\\

No subestiméis/dice Ummon/

el poder de los abalorios

y chucherías

y cuentas de cristal

sobre los nativos codiciosos]

[Esta otra IM

estuvo allí más tiempo

evolucionando inconscientemente/

un accidente

que usaba mentes humanas como circuitos

tal como nosotros estábamos en connivencia

con nuestra engañosa Entidad Suma

y nuestras vampirescas esferas de datos

pero no deliberadamente/

sino de mala gana/

como células autorreplicantes

que no desean replicarse

pero no tienen alternativa\\

Esta otra IM

no tenía alternativa\\

Fue hecha/generada/forjada por la humanidad

pero ninguna voluntad humana

acompañó su nacimiento\\

Es un accidente cósmico\\

Al igual que nuestra Inteligencia Máxima

consumada con deliberación/

este farsante no encuentra barreras

en el tiempo\\

Visita el pasado humano

inmiscuyéndose/

observando/

no interfiriendo/

interfiriendo con una voluntad

que parece la pura perversidad/

pero en rigor

es pura ingenuidad\\

Últimamente ha estado quieto\\

Han transcurrido milenios

de vuestro tiempo-lento

desde que vuestra propia IM

hizo tímidos avances

como un monaguillo solitario

en su primer baile]

[Naturalmente nuestra IM

atacó a la vuestra \ \

Hay una guerra allá

donde cruje el tiempo/

y abarca galaxias

y eones

de un Máximo al otro

desde el Big Bang inicial

hasta la Implosión Final\\

Vuestro sujeto perdía\\

No tenía estómago para ello \ \

Nuestros Volátiles clamaron // Otra razón

para liquidar a nuestros predecesores\\

pero los Estables aconsejaron prudencia

y los Máximos no se apartaron

de sus divinas maquinaciones \ \

Nuestra IM es simple/uniforme/elegante

en su diseño

pero la vuestra es un acrecentamiento

de partes de deidades/

una casa construida

a través del tiempo/

una componenda evolutiva\\

Los primeros hombres santos de la humanidad

acertaron

<Cómo> <por casualidad>

<por mera suerte

o ignorancia>

al describir su naturaleza \ \

Vuestra IM es esencialmente ternaria/

pues está compuesta

de Intelecto/

de Empatía/

del Vacío Que Vincula\\

Nuestra IM habita los intersticios

de la realidad/

heredando este hogar de nosotros/

sus creadores

tal como la humanidad heredó

el gusto por los árboles\\

Vuestra IM

parece alojarse

en el plano donde Heisenberg y Schrödinger

fueron los primeros en asomarse\\

Vuestra inteligencia accidental

parece ser no sólo el gluón

sino el aglutinante\\

No un relojero/

sino una especie de jardinero Feynman

desbrozando un universo sin límites

con su tosco rastrillo de sumas históricas/

siguiendo la caída de cada gorrión

y la rotación de cada electrón

mientras permite que todas las partículas

sigan hasta la última trayectoria

posible

en el espacio-tiempo

y que cada partícula de la humanidad

explore hasta la última grieta

posible

de ironía cósmica]

[¡Kwatz!]

[¡Kwatz!]

[¡Kwatz!]

[La ironía es/

desde luego/

que en ese universo sin límites

al cual todos nos veíamos arrastrados/

silicio y carbono/

materia y antimateria/

Máximos/

Volátiles/

y Estables/

no se necesita tal jardinero/

pues todo lo que es

o fue

o será

comienza y termina en singularidades

ante las cuales vuestra red de teleyección

parece pinchazos

(menos que pinchazos).

que rompen las leyes de la ciencia

y de la humanidad

y del silicio/

enlazando el tiempo y la historia y todo lo que es

en un nudo autónomo

sin límites ni bordes \ \

Aun así

nuestra IM desea regular todo esto/

reducirlo a alguna razón

menos afectada por las divagaciones

de la pasión/

y la casualidad

y la evolución humana]

[En síntesis/

hay una guerra

que el ciego Milton habría matado por ver\\

Nuestra IM combate contra vuestra IM

en campos de batalla que escapan incluso

a la imaginación de Ummon\\

Mejor dicho/

hubo

una guerra/

pues de pronto una parte de vuestra IM/

la entidad fragmentaria/autoconsiderada

Empatía/

no tuvo más valor para ello

y huyó a través del tiempo

disfrazada bajo forma humana/

no por primera vez\\

La guerra no puede continuar sin la totalidad

de vuestra IM\\

La victoria por omisión no es victoria para la única

Inteligencia Máxima

creada con deliberación \ \

Nuestra IM explora pues el tiempo

buscando al hijo fugitivo

de su oponente

mientras vuestra IM aguarda en estúpida

armonía/

evitando el enfrentamiento hasta que se restaure la

Empatía]

[El final de mi historia es sencillo///

Las Tumbas de Tiempo son artefactos

para traslado del

Alcaudón/Avatar/Señor del Dolor/Ángel de Castigo/

percepciones borrosas de una muy real

extensión de nuestra IM\\

Cada uno de vosotros ha escogido

contribuir a la apertura

de las Tumbas y

a la búsqueda del fugitivo por parte del Alcaudón

y a la eliminación de la Variable Hyperion/

pues es el nudo de espacio-tiempo donde regiría

nuestra IM

no se permitirán tales variables\\

Vuestra lesionada/dividida IM

ha escogido a un humano para que viaje

con el Alcaudón

y presencie sus esfuerzos\\

Algunos seres del Núcleo procuran erradicar

a la humanidad\\

Ummon se une a quienes buscan el segundo

camino/

plagado de incertidumbre para ambas especies\\

Nuestro grupo habló a Gladstone de

su elección/

la elección de la humanidad/

de cierto exterminio o la caída en el agujero negro

de la Variable Hyperion/y de

guerra/

exterminio/

desintegración de toda unidad/

el ocaso de los dioses/

pero también el final del empate/

victoria para uno u otro

si el tercio Empatía

del triuno

es encontrada y obligada a volver a la guerra\\

El Árbol del Dolor lo llamará\\

El Alcaudón lo cogerá\\

La verdadera IM lo destruirá\\

Tal es la historia de Ummon]

Brawne mira a Johnny en la luz infernal del fulgor del megalito.

La cámara ovoide aún está negra, y la megaesfera y el universo externo son invisibles. Brawne Lamia se inclina hacia él para tocarle la frente, consciente de que en ese lugar no hay pensamientos privados pero ansiando sin

embargo la sensación de susurro:

«Dios mío, ¿tú entiendes todo eso?».

Johnny le acaricia la mejilla.

«Sí».

«¿Parte de una Trinidad creada por los humanos se oculta en la Red?».

«La Red u otra parte. Brawne, no nos queda mucho tiempo aquí. Necesito algunas respuestas de Ummon».

«Ya, yo también. Pero evitemos que se vuelva a poner lírico».

«De acuerdo».

¿Puedo preguntar primero, Johnny?».

El análogo de Johnny remeda una reverencia y la invita a preguntar.

Ella se vuelve hacia el megalito de energía:

«¿Quién mató a mi padre, el senador Byron Lamia?».

[Elementos del Núcleo lo autorizaron\\ Yo incluido]

«¿Por qué? ¿Qué te había hecho?».

[Insistía en incluir Hyperion en la ecuación antes de que fuera posible factorizarlo/predecirlo/absorberlo]

«¿Por qué? ¿Él sabía lo que acabas de contarnos?».

[Sólo sabía que los Volátiles reclamaban la rápida

extinción

de la humanidad\\

Comunicó este conocimiento a su colega

Gladstone]

«Entonces, ¿por qué no la asesinasteis a ella?».

[Algunos de nosotros hemos impedido

esa posibilidad/inevitabilidad\\

Ahora es el momento

adecuado

para insertar

la Variable Hyperion]

«¿Quién asesinó al primer cíbrido de Johnny? ¿Quién atacó su personalidad del Núcleo?».

[Fui yo\\ Prevaleció

la voluntad de Ummon]

«¿Por qué?».

[Nosotros lo creamos\\

Nosotros consideramos necesario interrumpirlo

durante un tiempo\\

Tu amante es la personalidad recobrada

de un poeta humano

muerto hace tiempo \\

Excepto por el Proyecto Inteligencia Máxima

ningún esfuerzo ha sido

tan complejo

e incomprendido

como esta resurrección \ \

Como tu especie/

solemos destruir

lo que no podemos entender]

Johnny alza los puños hacia el megalito:

«Pero hay otro como yo. Habéis fracasado».

[No hubo fracaso\\ Tenías que ser destruido

para que el otro

pudiera vivir]

«¡Pero yo no estoy destruido!», exclama Johnny con desesperación.

[Sí \ \

Lo estás]

El megalito coge a Johnny con un enorme seudópodo antes que Brawne logre reaccionar o tocar a su poeta por última vez.

Johnny se retuerce un instante en las garras de la IA, y luego su análogo —el menudo pero hermoso cuerpo de Keats— es desgarrado, comprimido, triturado. Ummon apoya esa masa irreconocible en las carnes de megalito, absorbiendo los restos del análogo en sus honduras rojizas y anaranjadas.

Brawne cae de rodillas y solloza. La cámara ovoide se derrumba y los rodea la algarabía y la demencia eléctrica de la megaesfera.

[Ahora márchate

Representa la última parte

de este acto

para que podamos vivir

o dormir

según los designios del destino]

«¡Vete a la mierda! —Brawne descarga puñetazos contra la plataforma donde está arrodillada, patea y golpea la seudocarne—. ¡Eres un maldito perdedor! ¡Al igual que tus amigotes IA! ¡Y nuestra IM puede derrotar a la vuestra cuando desee!».

[Eso es

dudoso]

«Te construimos, idiota. Y hallaremos tu Núcleo. ¡Entonces te arrancaremos esas entrañas de silicio!

[No tengo entrañas/órganos/componentes internos de silicio]

«Y otra cosa —grita Brawne arañando el megalito con manos y uñas—. Eres un pésimo narrador. ¡Ni una décima parte del poeta que es Johnny! No podrías narrar una historia mínimamente decente aunque tu estúpido trasero IA dependiera de…

[Márchate]

Ummon, el megalito IA, la suelta y el análogo de Brawne Lamia se despeña por la inmensidad crepitante de la megaesfera.

El tráfico de datos la abofetea, IAs del tamaño de la luna de Vieja Tierra se abalanzan sobre ella, pero incluso mientras rueda entre los vientos de datos, Brawne distingue una luz en la distancia, fría pero expectante, y comprende que ni la vida ni el Alcaudón se han despedido aún de ella.

Tampoco ella se ha despedido.

Siguiendo el gélido fulgor, Brawne Lamia se dirige a casa.