Es la puerta de entrada a la Sierra Norte de Puebla, lugar privilegiado por el agua, elemento omnipresente en la neblina que lo envuelve, en sus cascadas, en su laguna y el sistema circulatorio de sus ríos. La obra del hombre se hace presente en sus templos, portales, artesanías, gastronomía y en su emblemático kiosco, que refrenda el gusto mexicano por las aportaciones moriscas, en este caso con la singularidad de haber sido la única construcción mudéjar de México fabricada toda en madera.
Imprescindible
Kiosco mudéjar
Este bello y ornamentado edificio, levantado a finales del s. XIX para dar cabida a serenatas y conciertos, fue construido totalmente en madera y tiene la singularidad de servir de techo a una fuente. Está bellamente pintado a mano, con diseños policromados.
Basílica de la Inmaculada Concepción
Construcción del s. XX de cantera negra, con la imagen de la Virgen bajo el techo más grande de Latinoamérica, obra de 12 m tallada en madera de cedro.
Salto de Quetzalpan
Caída de agua de 30 m con un puente colgante, tirolesa, palapas, asadores y tiro con arco.
Hacienda Amoltepec
En las tierras de esta hacienda se sembraron más de 5000 plantas de maguey para tratar de mantener viva la tradición milenaria de la producción del pulque. Es posible visitar la hacienda, hospedarse en ella, conocer el proceso de cultivo y fábrica, así como hacer degustaciones de este ancestral fermentado de agave.