Las tropas republicanas asedian sin cesar el Alcázar de Toledo durante dos meses. Será liberado, el 28 de septiembre, por las fuerzas que manda el coronel Varela.
Así queda el Alcázar tras el infructuoso cañoneo republicano.
Una vez levantado el sitio, el general Franco contempla los destrozos. A su derecha, el general Varela y (con barba) el coronel Moscardó. A su izquierda, el teniente coronel Franco Salgado-Araujo (su primo «Pacón»), que será siempre su ayudante personal.
Los desastres de la guerra: unos desentierran cadáveres…
… Otros queman libros.
Gobierno Largo Caballero de septiembre de 1936: En el sentido de las agujas del reloj: Bernardo Giner de los Ríos, Anastasio de Gracia, José Tomás, José Giral, Julio Álvarez del Vayo, Francisco Largo Caballero, Mariano Ruiz Funes, Ángel Galarza, Indalecio Prieto, Jesús Hernández y Vicente Uribe.
Burgos, octubre de 1936: el general Franco acaba de ser nombrado «generalísimo» y «jefe de gobierno del Estado». A su derecha, el general Cabanellas; a su izquierda, el general Saliquet; detrás, el general Mola.
Los ciudadanos de Madrid comienzan a saber lo que es un ataque aéreo, y sus consecuencias.
Dolores Ibárruri, «Pasionaria», en un mitin del Frente Popular, en Madrid, el 14 de octubre de 1936: «¡No pasarán!».
La Casa de Campo es lugar de «paseos». Soldados republicanos se fotografían ante los cadáveres de dos civiles que, al parecer, acaban de matar. Es la peor imagen de la República y la que hará más daño en el extranjero.
Uno lucha con lo que se ha traído puesto de casa, y el bombín protege mejor del sol que el gorrillo cuartelero.
Mijail Koltsov (con gafas) en las trincheras de Madrid. El documentalista que empuña la cámara es Roman Karmen.
La XI Brigada Internacional ya está en Madrid y en seguida ha ocupado las trincheras de la Casa de Campo. Los chaquetones de piel de borrego de estos voluntarios austríacos son la envidia de todos.
Málaga era una isla republicana en el mar nacional. En febrero de 1937, las tropas motorizadas italianas tomaron la ciudad y los que huían, ya fueran viejos, mujeres o niños, fueron ametrallados sin piedad. En la fotografía superior, el dolor y el miedo asoman a las caras de estas mujeres malagueñas.
Tropas nacionales, a caballo, asisten a una misa de acción de gracias por la toma de Málaga.
En ese mismo mes de febrero, tras abandonar la conquista de Madrid por imposible, las tropas nacionales lanzaron un ataque en el valle del Jarama. Junker nacionales bombardean el sector el 20 de marzo.
Los republicanos siguen insistiendo en el frente de Aragón. En la fotografía disponen su artillería en Quinto, en marzo de 1937.