Agradecimientos

Ha sido una verdadera delicia documentarme para este libro y he disfrutado de lo lindo escribiéndolo, lo cual no habría sido posible sin ayuda de Anna Nash, del Orient-Express Venecia-Simplon, que me brindó su apoyo incondicional para este proyecto. Gracias, Anna. Gracias también a su sucesora, Emma Wylde, por su ayuda y su entusiasmo. Brindo con champán por las dos.

También debo expresar mi agradecimiento a Rupert Aarons, nuestro mayordomo, y a Walter Nisi, el encargado del bar, que cuidaron de mi marido y de mí a bordo del tren y que hicieron que el viaje resultara inolvidable. También al personal del Hotel Cipriani por una estancia mágica.

La audaz visión y el denodado empuje de mi agente, Aramina Whitley, y de mi editora, Kate Mills, no han hecho sino enriquecer el libro; ambas se aseguraron de que mantuviera el rumbo para llegar puntual a la estación. Nunca sabrán lo mucho que les agradezco la orientación que me han proporcionado.

Mil gracias también por vuestras aportaciones —y buenas dosis de risa— a Peta Nithingale y Sophie Hughes, de Lucas Alexander Whitley. Trabajar con vosotras ha sido un sueño.

Me gustaría agradecer a Rebecca Watson de Valerie Hoskins Associates y a Mark Lucas de Lucas Alexander Whitley su asesoramiento sobre lugares de interés, actividades y restaurantes de Venecia.

Asimismo quisiera dar las gracias a Claire McLeish, Alice Wilson e Ilana Fox por su increíble amistad a lo largo del pasado año.

Gracias también a mi marido, Peter, por ceder y acompañarme a Venecia para pasar una segunda luna de miel… ¡Fue duro, pero era el único hombre que cumplía los requisitos!

Por último, mi eterno agradecimiento a Susan Lamb por su criterio y su determinación y, por encima de todo, su generosidad.