El clavo

Causa célebre
Pedro Antonio de Alarcón

El granadino Pedro Antonio de Alarcón nació en 1813. Desde sus primeras obras se pudo observar que sabía llegar como nadie a los lectores, porque en su forma de narrar existía una vena popular, que no vacilaba a la hora de tocar temas que en otras manos se hubieran convertido en folletines. Desde el romanticismo fue viajando por distintos estilos literarios, sin despreciar el naturalismo y hasta los argumentos de tesis. Pasa por ser uno de los mayores novelistas españoles del siglo XIX. Lo demuestran los grandes éxitos que consiguió con obras como El sombrero de tres picos (1874), El escándalo (1875), La pródiga (1882), El niño de la bola (1180) y El clavo. También se hicieron muy populares sus crónicas sobre la guerra de África de 1859.

En realidad gozó del favor del público durante casi toda su vida literaria. En el relato largo El clavo, el autor urde un argumento romántico, donde las casualidades juegan una baza muy importante. Al mismo tiempo, introduce varios elementos claves en un tema policíaco: la investigación criminal a partir de unos pocos restos humanos y el enfrentamiento entre el amor y el deber. Todo un desafío, que el público de la época entendió al convertir este argumento en uno de sus preferidos. Alarcón falleció en 1891, luego de haber sido un gran polemista, un revolucionario y un personaje de lo más inquieto; por eso se vio envuelto en algunos «duelos de honor» y se le desterró de Madrid en varias ocasiones.