30 de diciembre de 2008
Querida Siri[2]:
Tengo dos preguntas que haceros (dos favores que pediros), el primero a ti y el segundo a Paul. ¿Te importa comunicarle el segundo?
(1) Me he comprometido a escribir una reseña de la nueva edición de las cartas de Samuel Beckett entre 1929 y 1940. A mediados de los treinta, Beckett estaba haciendo terapia con Wilfred Bion. ¿Tengo razón al pensar que tú sabes bastante de Bion? ¿Hay algún buen libro o artículo que pueda leer y que me dé una idea de la visión que tenía Bion de la terapia?
(2) La edición en cuestión parece basarse en una distinción bastante clara entre la correspondencia literaria de Beckett y su correspondencia personal. Esta última brilla por su ausencia. Los editores también parecen decididos a no hablar para nada de la vida privada de Beckett. Una consecuencia es que el lector de las cartas no entiende por qué Beckett no para de viajar entre Dublin, París, Hamburgo y Londres (principalmente, sospecha uno, Eros es el acicate).
Los editores también se deshacen en agradecimientos hacia el sobrino de Beckett y los herederos legales.
Mi pregunta es: ¿has tratado para algo con Edward Beckett? ¿Hay alguna estrategia identificable detrás de la forma en que controla el patrimonio de Beckett?
Cordialmente,
John