Vi un ángel que descendía del cielo,

trayendo la llave del abismo,

y una gran cadena en su mano.

Tomó al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo,

Satanás,

y le encadenó por Mil años.

Le arrojó al abismo y cerró,

y encima de él puso un sello

para que no extraviase más a las naciones

hasta terminados los Mil años,

después de los cuales será soltado…

Apocalipsis, XX