15

Entonces, ¿Cómo podemos justificar lo que estamos haciendo ahora? ¿Criando hombres sin capacidad de elección y sin libertad, para luchar y morir por nosotros? ¿Cuándo el fin justifica los medios? ¿Dónde está nuestro liderazgo hacia la sociedad? ¿Dónde están nuestros ideales y que somos sin ellos? Si cedemos de esta manera a la conveniencia. ¿Dónde trazamos la línea entre nosotros y aquellos a los que consideramos inaceptablemente malvados? No tengo una respuesta, Maestros. ¿Y ustedes?

—Padawan Jedi Bardan Jusik, dirigiéndose al Consejo Jedi

Etain se sacudió involuntariamente, como si estuviera soñando que se caía. Abrió los ojos y miró hacia el frente.

—Está muerto —dijo ella.

—¿Quién? —Darman la había estado observando mientras meditaba, preocupándose por lo que podría sucederle en la batalla que se avecina, temiendo tanto por ella como por su culpa. Ella podría ser tanto una responsabilidad como un activo inimaginable—. ¿Qué pasa, Etain?

Niner captó una mirada que le sugería que Darman estaba siendo demasiado familiar con un oficial, independientemente de lo que ella ordenará. Luego volvió a verificar algunos datos en su datapad.

—Guta-Nay. —Ella se frotó la frente pareciendo derrotada—. Lo sentí en la Fuerza.

Fi estaba a punto de decir algo, pero Atin lo hizo callar con el ceño fruncido. Darman les dirigió una mirada diciendo cállense. Había una manera de decir cosas desagradables a la gente y Darman pensaba que sería mejor viniendo de él que de sus compañeros.

—Tarde o temprano, Hokan lo habría encontrado —dijo.

—Si el weequay se las arregló para inducirlo al error acerca de nuestro verdadero objetivo, al menos se redimió un poco.

—Dar —dijo ella. Eso fue sorprendentemente familiar, el apodo de equipo para él—. Lo maté con tanta seguridad como si yo lo hubiera cortado.

—Tú nos dijiste que era un violador —dijo Fi, sonando irritado—. El mundo no lo va a extrañar.

—Cállate, Fi. —Dijo Darman de nuevo—. Al final esto va a salvar vidas.

—Sí, las nuestras —dijo Fi.

Darman giró, enojado.

—Dije que te callaras, ¿no?

Niner intervino: —Ambos pueden callarse —dijo—. Todos estamos cansados y todos estamos irritables. Guárdenlo para el enemigo.

Darman se tragó un deseo repentino e inesperado de decirle a Fi que dejará en paz a Etain. Fi no sabía nada acerca de ella, nada. Darman fue sorprendido por una fracción de segundo de proteccionismo y de inmediato se sintió avergonzado por ello.

Se volvió hacia ella.

—Tiene razón. Es una vida por muchas otras.

—El fin justifica los medios, ¿verdad? —Etain se levantó de su posición de piernas cruzadas con un solo movimiento—. ¿Y qué hay de ti? ¿Qué sucede si te envío a ti o a Fi o alguno de ustedes a una situación en la que vas a morir?

Ella estaba realmente molesta. Podía verlo en su rostro, y en la manera en como apretaba con fuerza su delgada, arañada y huesuda mano en forma de puño. Él se puso de pie y caminó detrás de ella mientras se dirigía a la orilla del bosquecillo.

—A todos nos hicieron para esto —dijo Darman. Era cierto, ¿no? El no existiría si no hubiera sido porque alguien necesitaba soldados, soldados totalmente fiables. Pero no se sentía de esa manera en este momento. La reacción de ella le dijo que estaba equivocado, y de repente vio a Kal Skirata llorando, tomando una copa en la mano. Pobres niños. ¿Qué clase de vida es ésta?— Etain, todos hacemos lo que tenemos que hacer. Un día realmente vas a tener que dar una orden que provocará que algunos de nosotros seamos asesinados.

—¿Nosotros?

—Soldados, tropas. Quien sea.

—Tal vez, pero el día en que yo acepte esa responsabilidad sin sentir menosprecio por ello, será el día en el que ya no esté en condiciones de ser un Jedi.

—Está bien —dijo—. Lo entiendo.

—¿Cómo te sientes cuando matas?

—Nunca tuve tiempo para pensar en ello. En Geonosis, ellos mataron a mis hermanos y estaban tratando de matarme. Ellos no son como nosotros.

—¿Y si se trataba de alguien que conocías?

—Pero tú no conocías a Guta-Nay y él no era como tú. O como yo. —Darman no tenía idea de cómo lo iba a tomar. Ella era nueva matando. Era inevitable que tuviera algunos problemas relacionados con ello—. Etain, este escuadrón te necesita para estar ordenados y mantenernos alerta. Piensa en eso.

El dio media vuelta y caminó de regreso a donde Niner y los demás estaban sentados. Sería demasiado obvio colocarse los cascos y hablar en privado aún y cuando la Comandante se pusiera pesada con ellos. De todos modos ella no estaba dando las órdenes. Pero una simple mirada podía conseguir grandes cosas. Darman esperaba que Fi entendiera que al mirarlo fijamente significaba déjala en paz.

Al parecer, si lo había entendido. Fi hizo un rápido movimiento chocando las palmas de sus manos como si estuviera rindiéndose. El tema había sido eliminado.

Niner estaba en lo cierto. Todos estaban desgastados por los últimos días, situándose cerca de hacer corto circuito. Ellos se ocuparon de revisar y de volver a comprobar sus armas.

Nunca más vamos a volver a pelear como un escuadrón.

Probablemente todos estaban pensando lo mismo. Darman, tomó el ariete hidráulico y lo re-ensambló, después comprobó la bomba manual para presurizar el equipo. Este ariete contaba con varios tipos de garras, y al menos el haber visto los planos originales y especificaciones de ambos edificios significaba que él sabía cuáles accesorios podía dejar. Este equipo podía ejercer ocho toneladas métricas de presión, por lo que si las cargas explosivas no pudieran con la puerta, el ariete si podría. Este ariete manual era más ligero de transportar, pero era menos emocionante.

También le hubiera gustado llevar el equipo de corte, pero había volado puertas de acero en Geonosis con cargas térmicas, y la versión en cinta eran aún más poderosas. La onda explosiva se movía a ocho mil metros por segundo, lo suficiente como para cortar a través del acero: si se quería una rápida entrada no había algo más rápido que esto.

Esto no era un trabajo silencioso. Era una aplicación de fuerza contra un enemigo que sabía que venían.

—Ya, recibiendo —dijo Niner. Metiéndose el casco en la cabeza a toda prisa. Darman podía oír el eco de la alarma desde donde estaba sentado—. Jinart puso las cámaras remotas en su lugar. —Estaba mirando algo que sólo él podía ver, y a juzgar por sus movimientos rápidos de cabeza, era interesante. Darman y los demás siguieron su ejemplo.

—¿Qué están haciendo? —Un pelotón de Tinnies marchaba por el camino de la villa hacia los laboratorios. Parece haber cierta urgencia en su ritmo—. Parece que regresan al laboratorio.

El remoto estaba mirando hacia abajo como se dispersaban las pequeñas estructuras en torno a la antigua granja. No tenía una visión completa de todos los que se acercaban al edificio, pero se veía tanto el camino de entrada como la parte posterior. No veían la pendiente trasera del techo o el terreno inmediato en la sección trasera.

Había un hombre con una armadura muy similar a la de ellos, de pie con un casco muy familiar bajo el brazo. Era de mediana edad y su rostro duro y actitud confiada, decían claramente que él era un mandaloriano. Tenía que ser Ghez Hokan.

Darman escuchó las respiraciones de los demás a través de su comunicador en su casco. Hokan estaba hablando con un mercenario trandoshano, haciendo breves gestos punzantes con un dedo apuntando hacia nada en particular. Estaba agitado, pero bajo control. Estaba reuniendo a sus tropas.

—Sí, Dar, creo que eso es exactamente lo que están haciendo. Parece que él está haciendo algunos cambios de última hora.

—¿Por qué estarían haciendo eso? —Dijo Darman, pero tenía una sensación desagradable de que ya lo sabía.

—Debido a que hemos sido demasiado listos —dijo Niner—. Fierfek. Guta-Nay hizo su trabajo, muy bien. Demasiado bien. ¿Qué harían ustedes si piensan que realmente se enfrentaran a dos escuadrones?

—Supongamos que dos ataques separados serían realmente posibles.

Atin hizo un ruido que sonaba como una exhalación controlada.

—Oh, bueno. Nos vamos a reunir con toda la familia de Tinnies tarde o temprano. Plan C, ¿sí o no?

Esperaron de pie, en un grupo no muy confortable. Dentro de media hora sabrían si Jinart se las había arreglado para colocar un remoto con cámara cerca de la villa del neimoidiano.

Darman sintió un golpe duro en la armadura de su espalda y se volvió de golpe para ver a Etain de pie con las manos en las caderas, mirando ansiosa.

—¿Qué es lo que tiene molesto a todo el mundo? —Preguntó—. Vamos, lo presiento. ¿Qué ha salido mal?

Darman se quitó el casco.

—Guta-Nay hizo un buen trabajo al convencer a Hokan que atacaríamos la villa. Pero exageramos el engaño dándole a entender que teníamos otro escuadrón.

—¿Porque?

—Parece como si Hokan pensara que un escuadrón se retirará después de atacar cada objetivo. Así que nuestras posibilidades de atrapar a la mayoría de los droides en un solo lugar han disminuido.

Etain pasó sus dedos por su cabello y cerró los ojos.

—Entonces es hora de replantear las cosas.

Darman se volvió a colocar su casco para ver la información del remoto. Luego entró en línea la segunda cámara. Había una imagen débil pero clara de la villa neimoidiana y sus construcciones periféricas, vistas desde las ramas de un árbol. Un camino ancho se extendía fuera de la imagen desde la parte delantera de la casa.

Por lo menos ahora podían ver la magnitud del problema al que se enfrentaban. Si Hokan trataba de mover a Uthan, ellos tenían una alta probabilidad de localizarla.

Pero hacia cualquier lado que Darman cambiara la imagen, había una gran cantidad de droides.

—Muy bien —dijo Niner—. Fi, toma las primeras imágenes de los remotos. Voy a ver si podemos conseguir algo de apoyo. El Majestuoso debe estar en órbita por ahora.

—Se nos ordenó permanecer incomunicados hasta la extracción —dijo Darman, mirando a Etain.

—¿Comandante? —Dijo Niner—. Hemos deshabilitado la estación de comunicaciones. No pueden interceptar nuestra señal.

Etain ni siquiera hizo una pausa.

—Sargento, siga adelante y contacte al Majestuoso —dijo—. Pida cualquier tipo de ayuda que crea que necesitemos.

Fi levantó la mano.

—Oye, podríamos tener una brecha aquí. Echa un vistazo al remoto en la villa.

Darman cambió de canal con un parpadeo doble. La pantalla en su HUD le mostró una imagen de un niño con una camisa desaliñada caminando hacia una puerta lateral de la villa, con una cesta de llena de fruta apretada en ambos brazos. Llamó a la puerta la cual fue abierta por un droide. El jovencito entró. Había algo familiar en él, a pesar de que Darman nunca lo había visto antes.

Tenía un caminar muy característico.

—No creo que los Tinnies lo hayan enviado afuera por fruta, ¿verdad? —Dijo Fi.

La marcha del chico le recordó a Darman a una anciana que recientemente se había estrellado contra un muro en una granja.

—Tienes que admitírselo a Jinart —dijo—. Sin duda ella tiene agallas.

—Esperemos que se las arregle para colocar la fruta en los sótanos.

—Esperemos que vuelve a salir —dijo Etain.

* * *

La Dra. Uthan parecía haber olvidado que Hokan la había arrastrado del cuello sobre su escritorio, al menos por el momento. Se sentó en una de las sillas de brocado de color beige que realmente no correspondían a su sobria oficina, le escuchaba con aparente paciencia.

—Esta es una oportunidad sin precedentes —dijo ella al fin.

Hokan estuvo completamente de acuerdo.

—Me doy cuenta de que aún no han logrado crear una vía de ingreso para el nanovirus, pero creo que podría ser capaz de ayudar con eso. La inhalación puede funcionar, ¿no? ¿Podríamos introducir el virus en una habitación sellada? Tengo varias ideas para emboscarlos y atraparlos. ¿Esto puede hacerse?

—Sería una de las posibles vías de entrada —dijo—. Y por contacto con la piel, también. Pero eso no es exactamente lo que yo tenía en mente.

—¿Cuál era?

—Un sujeto vivo. Me gustaría que usted capturara a uno de los clones vivos.

—Eso no era lo que yo tenía en mente. Tiendo a tener problemas con lo de vivo. No es mi fuerte.

—Mayor, no puede sencillamente rociar este agente en los alrededores. Ya le dije que no se ha resuelto la especificidad del genoma.

—Tengo tropas droides. Mientras que la oxidación puede ser un problema de salud para ellos, sospecho que los virus no lo son.

—Es casi seguro que si tenemos a un sujeto de pruebas vivo nos permitirá desarrollar más rápido esta arma.

—Si se me permite el acceso al nanovirus, haré lo que pueda para salvar a uno para usted.

Uthan negó con la cabeza. Su cabello negro con vívidas líneas rojas intensas estaba atado a un moño en la parte superior de su cabeza, dándole un aspecto aún más severo. Sin que algún mechón de pelo se le escapara al moño.

—No puedo hacer eso. Puede ser que usted sea un experto en combate, pero no es un microbiólogo, tampoco está capacitado para manejar sustancias peligrosas. Esto es un agente patógeno demasiado peligroso para usarlo en su etapa de desarrollo. Tampoco estoy dispuesta a gastar las muestras limitadas que tenemos en un contraataque peligroso.

Hokan sabía que podía tomarlo por la fuerza. Pero hubiera sido inútil. Ella tenía razón, si el virus no se encontraba en un estado que podría ser utilizado como un arma, era una apuesta arriesgada en comparación con las armas probadas que tenía a su disposición.

—Es una pena —dijo él—. Voy a tratar de aprender más acerca de esta tecnología después de que hayamos superado la dificultad actual.

—Entonces, ¿qué pasará ahora?

—No se mueva. Permanezca en estas habitaciones junto con su personal hasta nuevo aviso.

—¿Qué vamos a hacer si empiezan los disparos?

—Lo mismo.

—¿Qué pasa si pasan sus defensas?

—No lo harán, pero si la hace sentir más segura, le voy a dar un blaster para su protección personal.

Uthan le hizo una reverencia con la cabeza y cogió un montón de notas. Luego se metió en la lectura, haciendo una pausa de vez en cuando para escribir algo en los márgenes de los documentos. A pesar del breve enfrentamiento anterior, no parecía asustada en lo más mínimo: tal vez el trabajar diariamente con organismos mortales le daba una perspectiva diferente sobre las amenazas.

—Algo muy efectivo, por favor —dijo ella mientras él giraba para salir.

* * *

—Oficial Comandante del Majestuoso —dijo la voz—. Eso fue rápido. ¿Posición?

Niner no pudo obtener una imagen de vídeo en su HUD, pero el sonido era claro como el cristal.

—Por el momento extracción negativa, Majestuoso. Solicito el apoyo de artillería.

—¿Dígalo de nuevo?

—Vamos a necesitar el apoyo de artillería. Podría ponerse un poco agitado aquí abajo. Un centenar de droides.

Hubo uno o dos segundos de silencio.

—Escuadrón Omega, estén conscientes de que también podría ponerse un poco movido por acá arriba. Tenemos una nave de la Unión Tecno esperando a babor de nuestra nave.

—¿Eso es una negativa, Majestuoso?

—No. Solo si dejamos de disparar, puede ser porque estamos repeliendo un ataque sobre nosotros mismos.

—Entendido. Enviando coordenadas ahora. Al recibir el código Greenwood, cañones directos a este lugar. Al recibir el código Boffin, es esta ubicación. El enemigo ahora no tiene comunicaciones, aparte de las redes de droides, repito comunicación desactivada. Sírvanse ustedes mismos.

—Recibido. Caramba, han sido chicos muy ocupados. Mantengan su posición, Omega.

Niner cerró los ojos y sintió una sensación de alivio a través de su estómago. No estaba muy seguro de cómo iban a implementar la potencia masiva de fuego del Majestuoso, pero al menos ellos tenías que hacerlo caer de nuevo.

—¿Estás haciendo esto a medida que avanzas, Sarge? —Preguntó Fi.

—¿Tienes una mejor idea?

—Quiero decir los nombres en clave.

—Sí.

—Con estilo.

—Y era en serio lo de una mejor idea.

Fi tamborileaba sus dedos sobre la placa del muslo de su armadura.

—Me gustaría que Skirata estuviera por aquí. ¿Qué era lo que siempre decía? Gira el problema al revés. Obsérvalo desde la perspectiva del enemigo.

Etain levanto la vista, segura de que Jinart se acercaba. Parecía que compartían una especie de radar. La gurlanin se escabulló en el campamento y giró su cabeza para ver los alrededores. Darman y Fi le dieron una ronda de silenciosos aplausos y dando muestras de aprobación con los pulgares hacia arriba.

—Buen trabajo, Señora —dijo Darman—. Engaño increíble.

—Gracias, caballeros —dijo—. Uthan definitivamente no está en la villa. Y su dispositivo ahora está colocado en las bodegas de vino de Ankkit, entre una cava de un vino añejado Tarul de Naboo y una caja de detonadores térmicos. Cuando estén listos, le podrían dar a Qiilura su propio cinturón de asteroides.

—Eso lo va a hacer llorar —dijo Fi.

—Y nosotros estaremos demasiado cerca —dijo Niner.

—¿Y ahora qué?

—Vamos a hacer lo que nos enseñó Skirata. Giraremos el problema al revés.

Los holomapas de la instalación una vez más flotaban entre el escuadrón, Etain y Jinart se sentaron alrededor, en busca de inspiración.

—¿Es así como planifican sus operaciones?, —preguntó Etain.

—No se supone que deba ser así, no. Reúnes inteligencia, luego planeas y ejecutas. Esto es lo que Skirata llamaría un auto-ajuste de metedura de pata. Cuando el problema actual proporciona la solución a otro problema. Está allá. Todo lo que tenemos que hacer es trabajar allá fuera. —A Niner no le importaba admitir ante cualquiera que esto era pura conjetura. Pero él había estado en dos misiones reales ahora y todos ellos también. No sabían lo que iban a hacer hasta que fuera demasiado tarde. Inteligencia. Todo se trataba de tener inteligencia confiable.

—Hay tres cosas que nunca debes creer… las predicciones meteorológicas, el menú de la cantina y a Inteligencia.

Skirata decía que los soldados siempre se quejaban. Niner no era dado a quejarse, pero él definitivamente no estaba satisfecho con la situación. Esto no era para lo que habían sido diseñadas las fuerzas especiales. Tendrían que haber estado allí para reunir información por sí mismos, identificar el objetivo, llamar a ataques aéreos, y tal vez recuperar rehenes o datos. Incluso podrían llevar a cabo asesinatos. Ellos no estaban destinados a ser tanto la artillería como la infantería.

Si la República no hubiera querido viva a Uthan, no tenían por qué estar aquí en absoluto. El Majestuoso podría haber apuntado hacia el objetivo desde órbita, y todo el mundo hubiera estado en casa a tiempo para la cena. Nadie habría tenido que recibir disparos en el trasero, o pasar unos días acarreando una mochila de cuarenta y cinco kilos a través de tierras de cultivo.

—Me alegro de que ustedes no sólo acepten esto porque sí —dijo Etain.

Fi se encogió de hombros.

—Si no lo puedes tomar a broma, no deberías unirte.

—Yo no me uní —dijo Atin.

Por lo menos, todo ellos soltaron una carcajada. Era la primera vez que todos habían encontrado el humor en la situación, además de Fi por supuesto.

—¿Qué es lo que normalmente hacemos? —Dijo Darman de repente—. ¿Cómo tomamos normalmente un objetivo? Quebrándolo.

Niner concentrado.

—Aislamos el objetivo, entramos y lo neutralizamos.

—Está bien, mejor di que nosotros no pelearemos a nuestro modo en el interior.

—No contigo.

—Planeamos forzar una entrada rápida y pelear a nuestro modo dentro. ¿Qué pasa si luchamos a nuestra manera fuera? —Darman pinchó su dedo en el holomapa—. ¿Podemos ingresar a los laboratorios por esta habitación central?

—Este plano sólo muestra los desagües. El agujero es demasiado estrecho para mater a un hombre allí y esto no es un trabajo para Jinart.

La gurlanin tembló visiblemente.

—Yo no me estaba ofreciendo, pero si hubiera algo que yo pueda hacer…

—Ya has hecho más que suficiente. —Darman ladeó su cabeza de un lado para otro, estudiando los planos—. La cámara de drenaje principal es de casi un centenar de centímetros de ancho. Sólo se estrecha a treinta centímetros de la pared. ¿Hay alguna otra manera de entrar en esa tubería principal?

—Aparte de subir a la pared y cavar como un gdan, a la vista de los droides, no.

Jinart sentada dijo: —Madrigueras gdan.

—Ellos hacen túneles, ¿no?

—En todas partes. Incluso causan hundimientos.

—¿Hay túneles por allí? ¿Podemos encontrarlos? ¿Serían lo suficientemente amplios?

—Sí, hay madrigueras, ya que una vez fue una granja y a los gdans les gusta comer merlies. Los túneles pueden ser muy amplios. Y, ciertamente puedo encontrarlos para ustedes. De hecho, los llevare a través de las madrigueras. Sin embargo, puede que tengan que excavar una parte del camino.

—Procedimiento básico de zapadores —dijo Darman—. A menos que no tengamos el equipo adecuado, pues bien vamos a estar cavando con esto. —Él tomó una espátula afilada de su cinturón—. Pala plegable. También se utiliza para «actitudes de novatos».

—¿Qué es lo que hay entre tú y los gdans?, —preguntó Etain—. ¿Por qué te evitan a ti y a tú olor?

—¡Oh! nos los comemos —dijo casualmente Jinart—. Pero sólo si tratan de acercarse a nuestros jóvenes.

—Eso es todo, entonces —dijo Darman—. Colócame en esa cámara central desde abajo, y yo trabajare a mi manera a través de los laboratorios.

—Lleva a Atin contigo —dijo Niner. No quería decir en caso de que te maten, pero él quería a otro hombre técnicamente calificado allí para colocar cargas y volar puertas—. Fi y yo podemos abrir fuego en la parte delantera y hacer frente a los droides que veamos. Cuando traigan fuera a Uthan, Etain nos puede ayudar a poner las cosas claras y luego pueden volar el lugar. Después, corremos hacia el punto de extracción.

—Tiene mi voto —dijo Atin—. ¿Estás de acuerdo con esto, Señora?

Etain asintió de mala gana. —Si ese es el plan C, suena tan imposible como los planes A y B—. Ella dio unas palmaditas en el brazo de Darman, quien no estaba del todo centrado, como si estuviera absorto en sus pensamientos acerca de algo. —Pero no tengo una idea mejor.

—Está bien —dijo Niner—. Todo el mundo tome un estimulante ahora. Estén listos para salir al caer la noche. Tenemos cuatro horas para preparar esto. Voy a notificar al Majestuoso.

—¿Qué pasa si esto no funciona? —Preguntó Etain.

—Enviaran a otro escuadrón.

—¿Y perder más hombres? —Ella sacudió la cabeza—. Si es por mí, con mucho gusto voy a dar la orden al Majestuoso de que convierta estos laboratorios en polvo, con Uthan en el interior o no.

—¿Crees que vamos a fracasar?

Etain sonrió. Había algo ligeramente desconcertante acerca de la forma en que ella estaba sonriendo.

—No. Yo no lo creo. Ustedes van a sacar esto adelante, créeme.

Niner mantenía un férreo control sobre su respiración. Si demostraba el menor indicio de duda en un suspiro, ellos lo captarían. Era una locura. Pero, como decía Skirata, ellos irían a donde otros no lo harían y harían lo que nadie más podía.

Y lucharían para encontrar una vía de entrada hacia el corazón de una fortaleza, fuertemente custodiada diseñada para ser impenetrable a cualquier forma de vida, sin duda se sentían orgullosos de esto. Por alguna razón Niner se sentía bien sobre todo esto.

Van a sacar esto adelante, créeme.

Se preguntó si sus pensamientos eran en realidad los suyos. Si Etain estaba influyendo en su mente para mejorar su confianza, estaba bien para él. Se supone que los oficiales tienen que inspirarte. En este momento a él no le importaba mucho cómo lo haría ella.