4.3. VENENOS QUÍMICOS

Manejo venenos con mucha frecuencia.

SHERLOCK HOLMES, Estudio en escarlata

Gases: CO y CO2

Hoy no se suele considerar el monóxido de carbono, CO, como un arma asesina. Sin embargo, aún se sigue utilizando para suicidarse. Un automóvil con el motor en marcha dentro de un garaje cerrado solo tardará de cinco a diez minutos en producir la muerte de quien esté dentro (Blum 2010, 134). A principios del siglo XX se utilizaba a veces para cometer asesinatos. Los pulmones de la víctima se llenarían de CO. Una fuente conveniente era el gas del alumbrado, una mezcla de CO, hidrógeno (H2) y algunos hidrocarburos. El gas del alumbrado se obtenía originalmente quemando carbón, lo que dejaba como subproducto el alquitrán de hulla al que se ha aludido en el apartado anterior. La primera casa que fue iluminada con gas del alumbrado fue la de William Murdoch en Cornwall, Inglaterra, en 1792. Pronto se estaban iluminando las calles de las ciudades. Baltimore fue la primera ciudad americana en tener las calles iluminadas. Lo hicieron con gas del alumbrado a partir de 1821. Con esta mezcla mortal de gases ahora disponible en las casas, era inevitable que se produjeran algunas muertes. Accidentes, suicidios y asesinatos fueron el resultado.

Hay cuatro muertes por asfixia en el canon. Una es el ahorcamiento de Blessington en El paciente interno (RESI). Las otras tres implican privación de oxígeno. La más clara de estas ocurre en El intérprete griego (GREE). Paul Kratides está siendo retenido por Harold Latimer y Wilson Kemp, quienes intentan hacerle firmar la cesión de una valiosa propiedad. Puesto que Kratides no habla inglés, los maleantes llevan a Mr. Melas para interrogar en griego a su cautivo. Melas es un lingüista bien conocido que es contratado frecuentemente como intérprete, especialmente en su lengua nativa, el griego. Nada más empezar la entrevista con Kratides, Melas idea un modo de descubrir qué es lo que está pasando realmente. Empieza a añadir sus propias preguntas a las palabras de los criminales. Él plantea la pregunta de ellos seguida inmediatamente por una suya. Kratides responde a ambas. Como todo se dice en griego, Latimer y Kemp no tienen idea de lo que está sucediendo.

MELAS: De nada puede servirle esta obstinación. ¿Quién es usted?

KRATIDES: Tanto me da. Soy forastero en Londres.

MELAS: La propiedad nunca puede ser suya. ¿Qué le han hecho?

KRATIDES: No caerá en manos de unos miserables. Me están matando de hambre.

Terminada la entrevista, dejan libre al intérprete. Dándose cuenta de que hay un crimen en marcha, Melas consulta con un conocido, Mycroft Holmes, de la casa de huéspedes donde vive. Cuando Mycroft le lleva el caso a Sherlock, un sorprendido Watson se entera de que Sherlock tiene un hermano. Cuando Holmes consigue una pista sobre el paradero de Kratides, va a recoger a Melas para que le sirva como intérprete una vez más. Pero Melas ha sido secuestrado por los matones. Luego, Melas es abandonado junto con Kratides cuando Latimer y Kemp se fugan con Sophy, la hermana de Kratides, quien ha caído bajo la influencia de Latimer.

Holmes, Watson y el inspector Gregson encuentran a Melas y Kratides atados en una habitación con un pequeño brasero en donde se quema carbón. La combustión incompleta ha producido monóxido de carbono. Pronto la cantidad de CO es suficiente para matar al debilitado Kratides. Melas apenas sobrevive debido a la oportuna llegada de Watson, quien le da los primeros auxilios (véase la figura 4.2). Los asesinos escapan pero pronto encuentran el fin de sus días en Hungría.

Figura 4.2. Melas sobrevive pero Kratides sucumbe al envenenamiento por monóxido de carbono.

El envenenamiento por monóxido de carbono se produce porque la energía de enlace del Fe de la hemoglobina con el CO es doscientas veces mayor que con el O2. Así, cuando ambos gases están presentes, es principalmente el CO el que se liga al Fe de la hemoglobina (Blum 2010, 137). De este modo, la sangre que llega al cerebro lleva muy poca oxihemoglobina y demasiada carboxihemoglobina. El resultado es una sofocación debida a la falta de O2. La sangre toma un color rojo cereza debido a la carboxihemoglobina (Curjel 1978, 155). El caso no es uno de los grandes éxitos de Holmes. Quizá tampoco haya sido uno de los de Conan Doyle. Kratides y Melas son descritos como con «labios azules», una coloración asociada con el envenenamiento por cianuro, no por carboxihemoglobina.

Aunque GREE tiene un argumento entretenido, la historia está dominada por la aparición de Mycroft Holmes. La sorpresa de su existencia, no revelada hasta la vigesimocuarta historia, y la vívida caracterización que presenta Conan Doyle, tiende a desviar la atención del lector de la historia real. Aprendemos muchas cosas en esta historia sobre los fascinantes antecedentes y carácter de Mycroft.

A diferencia de la situación en GREE, las otras sofocaciones tienen lugar en espacios confinados, es decir, lugares en donde la reposición de oxígeno está dificultada o bloqueada. En tales espacios la privación de oxígeno es un resultado inevitable. En El fabricante de colores retirado (RETI), el asesinato se comete por sofocación utilizando un gas sin nombre en una «habitación herméticamente cerrada». Quizá fuera también monóxido de carbono (Campbell 1983, 19). El gas del alumbrado podría haber sido la fuente del CO. Josiah Amberly mata a su joven esposa y a su amante. Luego consulta a Holmes para resolver la desaparición de su esposa. Esto es un gran error. Como dice Holmes: «Él se sentía tan inteligente y tan seguro de sí mismo que imaginaba que nadie podría tocarle». Como corresponde, el olor de otra sustancia química muestra a Holmes la verdad. Amberly es el «fabricante de colores» mencionado en el título de la historia. Incluso así, ¿por qué un marido afligido estaría pintando el interior de su casa en este momento? Holmes deduce que Amberly no estaba afligido: sencillamente estaba utilizando el fuerte olor de la pintura para cubrir el olor del gas.

La tercera asfixia ocurre en El ritual de los Musgrave (MUSG), un caso llevado a Holmes por uno de sus pocos amigos de la universidad, Reginald Musgrave. Supone la recuperación de la antigua corona del rey de Inglaterra, largo tiempo perdida. La localización de la corona está descrita por el ritual. El primero en resolverlo es Richard Brunton, que ha sido mayordomo de Musgrave durante veinte años. Cuando descubre a Burton examinando sin permiso los materiales de la familia a las 2:00 de la madrugada de un viernes, el irritado Reginald Musgrave le despide con una semana de aviso. Brunton desaparece la mañana del domingo siguiente. Holmes es llamado para investigar el jueves siguiente. Él también desentraña las crípticas instrucciones para la localización de la corona que se dan en el ritual:

«¿De quién era?»

«Del que se ha marchado.»

«¿Quién la tendrá?»

«El que vendrá.»

«¿Dónde estaba el sol?»

«Sobre el roble.»

«¿Dónde estaba la sombra?»

«Bajo el olmo.»

«¿Con qué pasos se medía?»

«Al norte por diez y por diez, al este por cinco y por cinco, al sur por dos y por dos, al oeste por uno y por uno, y por debajo.»

«¿Qué daremos por ella?»

«Todo lo que poseemos.»

«¿Por qué deberíamos darlo?»

«Por responder a la confianza.»

Siguiendo las instrucciones dadas por el ritual de los Musgrave (véase el apartado 5.1) Holmes llega a una pequeña bodega, de 1,25 × 1,25 metros cuadrados de planta por 2,1 metros de altura. La gran losa de piedra que cubre el techo de la habitación debe de ser mayor que metro y medio por metro y medio. Holmes necesita la ayuda de un fornido policía para moverla. Pero la habitación no contiene ninguna corona, sino solo el cadáver de Brunton.

La cómplice de Brunton en esta historia es Rachel Howells, la criada de Musgrave, con quien aquel había estado prometido anteriormente. Inexplicablemente Brunton se dirigió a la mujer a la que había desdeñado para que le ayudara en su plan para robar las joyas. Después de levantar la losa y aguantarla con un madero de un metro de longitud, Brunton se introdujo en la cámara y pasó la corona a Howells. Una vez que él le pasó la corona, ella retiró el soporte, la gran piedra volvió a su posición y dejó a Brunton encerrado para que se asfixiara (véase la figura 4.3). Presumiblemente esto ocurrió en las primeras horas de la mañana del domingo, puesto que la ausencia de Brunton se advirtió el domingo por la mañana. No hay indicios de actos delictivos. Brunton murió por envenenamiento por CO2.

Figura 4.3 Sherlock Holmes y Reginald Musgrave encuentran el cadáver de Brunton el mayordomo.

La desdeñada Howells, «de sangle galesa, violenta y apasionada», mató a Brunton, arrojó el tesoro a un lago lejano y desapareció tres días más tarde. Cuando Conan Doyle quería utilizar el estereotipo de una mujer exaltada, habitualmente se remitía a las de «sangre tropical», tales como las brasileñas Maria Gibson en El problema del puente de Thor (THOR) e Isadora Klein en Los tres gabletes (3GAB), la peruana Mrs. Freguson en El vampiro de Sussex (SUSS) y la costarricense Beryl Stapleton en El sabueso de los Baskerville (HOUN) (Jann 1995, 109). Después de todo, «las inglesas, en particular las de las clases más altas, ejercen más control» (Jann 1995, 109). Pero, al parecer, no las galesas.

Al descubrir el cuerpo, Holmes declara inmediatamente que llevaba muerto «algunos días». No dice cómo llegó a esta estimación. Nosotros haremos un cálculo aproximado para ver si la afirmación de Holmes es razonable. Podemos calcular la cantidad de oxígeno en la habitación, cuánto consumiría Brunton cada hora con su respiración, y luego cuánto tiempo se necesitaría para que el porcentaje de O2 descendiera hasta un nivel peligroso. La página web de la Administración de Higiene y Seguridad en el Trabajo de los Estados Unidos (OSHA) (http://www.osha.gov/pls/oshaweb/owadisp.show_document?_id=25743&p_table=INTERPRETATIONS) afirma que un nivel de oxígeno del 19,5 por 100 es seguro para los seres humanos y que a niveles por debajo de un 16 por 100 empiezan los efectos nocivos para la salud. OSHA y otras fuentes afirman que a un 6 por 100 de oxígeno no tarda en producirse la muerte. El cálculo aproximado que sigue supone que una vez que la losa de piedra está en su lugar ya no entra en la habitación ningún oxígeno adicional. Así calcula el tiempo mínimo que Brunton podría haber sobrevivido en la pequeña bodega antes de que el nivel de O2 alcanzara el 16 por 100 y el 6 por 100.

Paso 1. El volumen de la habitación.

1,25 metros x 1,25 metros x 2,10 metros = 3,28 metros cúbicos

Algo del aire de la habitación habrá sido desplazado por el cuerpo de Brunton y demás objetos que haya allí. Así que estimaremos que esto reduce el volumen a 3,1 metros cúbicos o 3.100 litros.

Paso 2. La cantidad de oxígeno en la habitación cuando Rachel Howells la cierra.

Para calcular cuánto oxígeno hay en la habitación, utilizamos la ley de los gases ideales, una aproximación muy buena en condiciones normales.

PV = nRT

donde P es la presión en atmósferas

V es el volumen de la habitación en litros

N es el número de moles del gas

R es la constante de los gases, 0,0821 atm · l/mol · grado

T es la temperatura en grados Kelvin

La presión ambiental será el valor normal de 1 atmósfera. Pero el oxígeno solo es el 21 por 100 del aire, de modo que la presión parcial de O2 al comienzo será 0,21 atmósferas.

Utilizaremos para la temperatura un valor típico de verano de 293 K o 20 ºC. Entonces

nO2 = (0,21 atm) (3.100 L) / (0,082 atm · L/mol · K)(293 K)

nO2 = 27,1 moles

Brunton tiene 27,1 moles de O2 cuando Howells le deja encerrado en la habitación. Ahora su respiración empieza a convertir el oxígeno en dióxido de carbono, CO2.

Paso 3. ¿Cuántos moles de O2 quedan en la habitación cuando se hace insalubre?

Cuando el O2 se redujo al 16 por 100 de los 3.100 litros en la habitación, encontramos:

nO2 = (0,16 atm) (3.100 L) / (0,082 atm · L/mol · K)(293 K)

nO2 = 20,6 moles

Si restamos esta cantidad del número de moles de O2 presentes al comienzo de su confinamiento, encontramos que cuando se han consumido 27,1 − 20,6 = 6,5 moles de O2, la salud de Brunton se ve afectada.

Cuando el O2 se ha reducido al 6 por 100:

nO2 = (0,06 atm) (3.100 L) / (0,082 atm · L/mol · K)(293 K)

nO2 = 7,7 moles

Así, cuando se han consumido 27,1 − 7,7 = 19,4 moles de O2, es prácticamente seguro que Brunton esté muerto.

Paso 4. ¿Cuánto O2 se consume en cada aspiración?

El volumen medio de aspiración de un ser humano es de aproximadamente 0,5 litros. Como ya se ha dicho, el aire inhalado tiene un 21 por 100 de oxígeno, al menos al principio. La base de la respiración boca a boca es que el aire exhalado también contiene oxígeno. Por ello debemos tener en cuenta que el aire exhalado tiene un 15 por 100 de oxígeno.[43]

El número de moles de O2 inhalados es:

nO2 = (0,21 atm) (0,5 L) / (0,082 atm · L/mol · K)(293 K) = 0,00437 moles O2 /respiración

El número de moles de O2 exhalados es:

nO2 = (0,15 atm) (0,5 L) / (0,082 atm · L/mol · K)(293 K) = 0,00312 moles O2 /respiración

Así, cada respiración consume aproximadamente 0,00437 − 0,00312 = 0,00125 moles de O2.

Paso 5. ¿Cuántas horas pasan antes de que se alcancen los niveles peligrosos de 16 por 100 de O2 y 6 por 100 de O2?

Consumir 6,5 moles de O2 requeriría:

(0,00125 moles/respiración)(12 respiraciones/minuto) = 0,015 moles/minuto

6,5 moles/0,015 moles/minuto = 430 minutos o 7 horas 15 minutos

Brunton estaría en peligro a las 9:00 o las 10:00 del domingo.

Consumir 19,4 moles de O2 requeriría:

(0,00125 moles/respiración)(12 respiraciones/minuto) = 0,015 moles/minuto

19,4 moles/0,015 moles/minuto = 1.300 minutos o 21 horas 40 minutos

Brunton estaría muerto hacia la medianoche del domingo.

Este cálculo aproximado puede mejorarse teniendo en cuenta el hecho de que a medida que disminuye el oxígeno en la bodega, Brunton puede muy bien consumir menos por respiración. Haciendo esto, el tiempo necesario para alcanzar el nivel peligroso del 16 por 100 se estira como mucho hasta las 13:00 del domingo. El nivel del 6 por 100 se alcanzaría seguramente hacia al mediodía del lunes como muy tarde. Holmes encontró el cadáver el jueves. Por ello su afirmación de que Brunton llevaba «algunos días» muerto es precisa.

Ácido prúsico, HCN

El ácido prúsico es el nombre histórico para el cianuro de hidrógeno, HCN. Es un líquido mortal con un mayor poder venenoso cuando se inhala su vapor. Actúa sobre una víctima interrumpiendo la respiración celular. Entonces el ión cianuro CN, como el CO, también priva a la víctima de oxígeno, O2. Pero la toxicidad mucho mayor del CN se debe a que su mecanismo de actuación es muy diferente al del CO (Greenwood y Earnshaw 1984, 1279). El envenenamiento por cianuro se caracteriza por un tinte azul de la piel y el bien conocido olor a almendras. Al final de La inquilina del velo (VEIL), Eugenia Ronder entrega una botella de ácido prúsico a Sherlock Holmes. Él se alegra por haber disuadido del suicidio a una «mujer valiente».

Eugenia Ronder y su amante, Leonardo, el forzudo, trabajaban en el espectáculo de fieras de su marido. Su plan para matar a Mr. Ronder fracasó cuando el león, el Rey del Sahara, escapó de su jaula. Las garras del león dejan a Eugenia con un rostro que Watson describía como «una ruina espeluznante». Durante los siete años transcurridos desde el ataque, esta mujer antes bella ha llevado un velo para cubrir su rostro mutilado. Leonardo la abandonó inmediatamente, pues ya no era guapa. Ahora que Leonardo ha muerto, ella consulta con Holmes para aclarar los sucesos de aquella noche. Él tiene la sensación de que ella está pensando en suicidarse y la anima, diciéndole: «Su vida no le pertenece». Holmes se siente gratificado cuando ella le envía la botella de ácido prúsico.

Cloroformo, CHCL3

El cloroformo se ve hoy como un primitivo anestésico. No siempre fue así. The Poisoner’s Handbook (Blum 2010) narra la temprana historia del cloroformo como veneno e incluso como arma asesina. En 1911 en Long Island, un padre lo utilizó para matar a su hijo y sus dos hijas, y luego se introdujo en el océano Atlántico para darse muerte. Otro primer truculento uso del cloroformo para matar ocurrió en 1915 en Yonkers, Nueva York. Frederic Mors utilizó el fácilmente accesible CHCl3 para matar deliberadamente a ancianos pensionistas en el hogar de los German Odd Fellows. Mors realizaba voluntariamente los deseos del superintendente de la instalación para llevar a cabo estas «eutanasias». Él administraría la dosis de cloroformo que fuera necesaria (Blum 2010, 7).

Pero el fin previsto del cloroformo era como anestésico. James Simpson en Edimburgo inhaló deliberadamente cloroformo para ver si tenía propiedades anestésicas. Él y dos asistentes pasaron la tarde del 4 de noviembre de 1847 inhalando sustancias como acetona y benceno para comprobar sus propiedades anestésicas. Ninguna funcionaba hasta que ensayaron el cloroformo. Fue tan efectivo, y se recuperaron tan bien, que Simpson pensó: «Esto cambiará el mundo» (Blum 2010, 10). Sin embargo, a principios del siglo XX la Sociedad Médica Británica calificaba al cloroformo como «el más peligroso anestésico conocido». Aun así, su uso como anestésico persistió durante años.

Conan Doyle emplea el CHCl3 en tres historias de Holmes. Su uso nunca provoca una muerte. En 3GAB, Barney Stockdale es contratado por Isadora Klein y utiliza cloroformo para dormir a Mrs. Maberly y robar un manuscrito escrito por su hijo Douglas. Isadora intenta hacerse con el manuscrito porque su publicación revelaría su pasado y sin duda provocaría una cancelación de su próxima boda con el joven duque de Lomond. Para cuando Holmes llega a su casa, ella ha quemado el manuscrito. Esto impide a Holmes devolver el manuscrito a Mrs. Maberly. En su lugar, como recompensa, él convence a Isadora Klein para financiar un viaje en primera clase alrededor del mundo para Mrs. Maberly.

Figura 4.4. El espía Von Bork es reducido mediante cloroformo en Su último saludo en el escenario.

En Su último saludo en el escenario (LAST), Holmes desempeña el papel de agente doble. Aparenta estar trabajando para obtener secretos navales británicos para el espía alemán Von Bork. Ha convencido a Von Bork de que es un americano llamado Altamont. Él llega, conducido por su chófer, a entregar el material. Watson es el chófer, y los dos reducen al alemán. Von Bork es cloroformizado y capturado (véase la figura 4.4). LAST fue escrita en 1917, cerca del comienzo de la primera guerra mundial.

El uso más espectacular del cloroformo se da en La desaparición de Lady Frances Carfax (LADY). Este es un ejemplo donde el leal Watson viaja para investigar los hechos. Han pasado cinco semanas desde que lady Frances escribió por última vez a su casa desde Lausana, Suiza. Watson le sigue hasta la Englisher Hof en Baden. Henry Peters de Adelaida roba las joyas de lady Frances, la lleva a su casa de Londres y luego trata de enterrarla viva en un ataúd con doble fondo. Ella es cloroformizada y mantenida así. Holmes encuentra la pista cuando sus joyas son empeñadas. Llega a tiempo para descubrir el truco del ataúd con doble fondo, pero no a tiempo para atrapar a Peters.

Otros venenos se mencionan a lo largo de las sesenta historias de Holmes. Pese a la fama del arsénico y su sobrenombre, «polvo de herencia»,[44] Conan Doyle nunca lo utilizó en ningún caso de Holmes. El Agua Tofana, una pócima a base de arsénico de la Italia del siglo XVII, recibe una breve mención en la primera historia, STUD. En el Nápoles del siglo XVII (Klinger 2006, vol. 3, 93) una mujer llamada Tofana o Teofania di Adamo (Wagner 2006, 47) la utilizó para cometer más de seiscientos asesinatos. Cuando cayó bajo sospecha se refugió en un convento. Expulsada posteriormente por las hermanas, confesó los asesinatos tras un intenso interrogatorio. Se dice que pronto murió estrangulada (Wagner 2006, 47). Muchos otros venenos en las historias de Conan Doyle son lo que este llama «alcaloides vegetales». Los veremos en el apartado de biología en el último capítulo.

La ciencia de Sherlock Holmes
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