Capítulo 15

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Cómo conseguir que tu gato utilice su arenero

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En este capítulo

• Por qué los gatos no quieren usar el arenero

• Cómo saber si el problema de tu gato es de salud

• Cómo estimular a tu mascota para que use el cajón de arena

• Cómo evitar que marque el territorio con orina

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Hay pocos problemas de comportamiento que dificulten tanto las relaciones entre gatos y seres humanos como el hecho de que un gato no quiera utilizar su arenero. Hasta las personas más tolerantes, que pueden pasar por alto los destrozos en los muebles, las plantas y otras manifestaciones de hiperactividad destructiva, tienen problemas para mantenerse neutrales frente a un gato que hace sus necesidades en las camas, en la bañera o en la pila de ropa limpia.

Ese gato que no usa su arenero también dificulta las relaciones humanas: puede que en una familia haya alguien que está dispuesto a readiestrar al gato, pero que otro miembro de la familia prefiera una solución inmediata, o sea, que el gato se vaya. No sabemos de ninguna pareja que se haya divorciado por culpa de un gato, pero estamos al tanto de muchas discusiones y peleas provocadas por una mascota con problemas de arenero.

A veces uno de estos gatos se convierte en un gato de exterior; otras, acaba buscando un nuevo hogar. Ninguna de esas perspectivas es muy halagüeña, ya que la experanza de vida de un gato de exterior es considerablemente más baja que la del gato que permanece dentro de la casa, debido a los riesgos del contacto con otros animales y de accidentes de coche.

sigue_las_huellas.jpgEn el capítulo 1 encontrarás una exposición de las ventajas y desventajas de tener un gato de interior o uno que puede entrar y salir a su antojo.

A pesar de los riesgos, algunos de los gatos que antes fueron de interior consiguen adaptarse a la vida a la intemperie. Pero no puede decirse lo mismo de un gato que se entrega a un refugio para animales. Ese animal puede tener la esperanza de vida más breve de todas, en especial si tiene un problema de conducta. Casi nadie querrá adoptar a un gato que no use el arenero, especialmente cuando hay tantos gatos que no dan problemas. Desterrar a tu gato al exterior no es una buena opción, y entregarlo a un refugio para animales es aún peor. Por eso debes resolver el problema.

Estos problemas de adiestramiento, llamados de eliminación inapropiada, son la primera causa de quejas de la gente. Ésas son las malas noticias. Las buenas son que al atacar el problema de manera sistemática, integral y desprovista de emociones, estarás haciendo lo mejor para que tu gato retome el buen camino. Y hay muchas probabilidades de que puedas volver a vivir feliz y contento con tu gato.

recuerda.jpgSi quieres saber cómo hacer que tu gato vuelva a usar el arenero, primero debes entender por qué no lo está usando. No existe una única solución para estos problemas. Lograr que el gato vuelva a los buenos hábitos implica averiguar qué tipo de eliminación inapropiada está implicada (y puede ser que haya más de una) y aplicar la estrategia adecuada (o una combinación) para que el gato se sienta a gusto al volver a usar su cajón de arena.

sigue_las_huellas.jpgPara los problemas de arenero y de marcación de territorio se usan las mismas estrategias que para otros problemas de comportamiento. Te recomendamos que leas el capítulo 14, que trata el tema del comportamiento de una forma más general, para combinarlo con este. Así tendrás un buen panorama de la psique gatuna y sabrás que el castigo corporal no funciona con los gatos, aunque sea una de las reacciones más espontáneas de la gente a estos problemas.

La definición del problema

La gente suele ver la eliminación inapropiada como un único problema, cuando en realidad pueden ser varios, algunos de ellos relacionados y otros no. Las conductas más básicas de un gato son marcar su territorio y expresar desagrado o incomodidad al usar su arenero. Primero debes observar qué hace tu gato exactamente (si marca el territorio o si evita el cajón de arena) y luego decidir cómo actuar.

consejo.jpgLleva un diario para los “depósitos errantes” de tu gato. Un simple cuaderno puede bastar para escribir la fecha y la hora, lo que encontraste (orina o heces), el tipo de superficie (si fue en una superficie horizontal o en una vertical, como la parte lateral de un sofá) y la ubicación del “accidente” dentro de la casa (en la bañera, sobre una alfombra, cerca del arenero). Tomar estas notas no sólo te ayuda a averiguar qué tipo de problema enfrentas sino que también sirve para ver indicios de cualquier tipo de avance. Lo más importante es que este registro te aporta la información que el veterinario necesita para diagnosticar un problema de salud.

Qué hace el gato y dónde

En muchos animales, la orina y las heces son más que una manera de eliminar desechos corporales y se convierte en una forma de marcar su territorio. Un perro que levanta la pata delante de todos los muebles y los rincones de la casa, por ejemplo, está haciendo algo completamente diferente de lo que hace un perro que levanta la pata una sola vez y evacua toda la orina que tenía almacenada en la vejiga. El primero está marcando su territorio; el segundo no sabe dónde puede hacer sus necesidades, o no encuentra el lugar, o las dos cosas.

recuerda.jpgLo mismo puede suceder con los gatos, especialmente con los machos. A veces el gato está haciendo sus necesidades y a veces está enviando un mensaje. La diferencia suele ser la ubicación y el contexto. ¿Dónde se produjo el “accidente”? ¿Qué sucede en el entorno del gato?

Cómo reconocer la actitud de “tengo ganas de ir al baño”

Un gato que no hace sus necesidades en el arenero deposita su orina en una superficie horizontal. Si lo ves evacuando orina, notarás que se agacha un poco. Esta forma de agacharse es muy diferente de la que se usa para marcar territorio, como verás en la siguiente sección.

Si tu gato deja charquitos de orina en una superficie plana, aunque sea elevada, como el fondo de un fregadero o en el lavabo, hace sus necesidades en el lugar inadecuado, pero no es un gato que esté marcando su territorio.

Cómo distinguir el comportamiento de “estoy dejando un mensaje”

El gato que marca su territorio tiene una actitud muy diferente a la hora de orinar. Olfatea el objeto de su interés, se vuelve y retrocede hacia él. Con la cola en alto y muy rígida, suelta un breve chorro de orina sobre la superficie del objeto. A veces puede cambiar su apoyo de una pata a otra mientras libera el chorro.

datos_gatunos.jpgTodos los gatos tienen el potencial para incurrir en el problema de marcar su territorio, tanto machos como hembras. Pero los más propensos, con mucha ventaja sobre los demás grupos, son los machos sin castrar.

¿Y qué hay de las heces?

No es muy difícil averiguar qué sucede con la orina: charquitos en las superficies planas y un gato agachado son los indicios de que hace sus necesidades donde no debe, mientras que las huellas de chorros en las superficies verticales desde una posición de pie son indicios de que marca su territorio. ¿Y qué pasa con esos “regalitos” sólidos? ¿Qué significan?

Aunque algunos gatos usan las heces para marcar el territorio, por lo general son más bien señales de que el gato evita usar el arenero.

¿Quién ha sido?

Como hay muchas personas que conviven con varios gatos, cuando encuentran un charco o un depósito sólido, la pregunta que surge es: “¿Quién ha sido?”, por desgracia, la respuesta no es sencilla.

Algunos especialistas sugieren aislar a los gatos, uno por uno, en una habitación. (Encontrarás más información en la sección “Readiestramiento por aislamiento”, más adelante en este capítulo). Pero esa alternativa puede no funcionar si la raíz del problema es una disputa territorial. El gato culpable puede reaccionar positivamente ante la separación y dejar el comportamiento inadecuado durante ese tiempo, para recaer en él cuando los gatos estén juntos de nuevo. Y no sabrás quién es el culpable.

tecnica.jpgUna de las soluciones que los veterinarios sugieren para identificar al gato problemático en una casa con varios felinos es suministrarle tintura fosforescente a uno de ellos, y luego a los demás, uno por uno. La tintura estará presente en la orina, y puede detectarse con una linterna especial. Para saber qué gato deja sus deposiciones, basta con colorante vegetal común. Dale al gato unas cuantas gotas de azul o verde antes de comer. Las heces del gato marcado serán más oscuras que las de los demás.

¿Está enfermo?

Cuando sepas qué gato es el culpable de los accidentes, puedes empezar a tratar de solucionar el problema. El primer paso que debe tomarse antes de cualquier otro es pedir una cita con el veterinario.

¿Por qué? Porque la eliminación inapropiada suele estar provocada por un problema físico, o al menos puede empezar por esa causa, casi siempre una infección urinaria. Si no identificas y tratas el problema de salud, no tendrás probabilidades de arreglar ese problema de comportamiento. Y tampoco actuarás de forma muy justa con el gato.

recuerda.jpgSi tienes un gato enfermo, de poco servirá que pruebes todas las estratagemas de comportamiento del mundo. Para empezar a cambiar la conducta inadecuada de tu gato, debes comprobar que esté sano.

¿Qué probabilidades hay de que un problema de carácter médico provoque que tu gato evite el arenero o marque su territorio? Muchas. El veterinario puede pedirte un análisis de orina y de sangre y una ecografía o radiografía abdominal para descartar problemas médicos antes de afirmar que tu mascota está sana.

recuerda.jpgTu gato no puede hablar, así que su organismo se expresa por él. El veterinario está entrenado para buscar las claves de lo que puede ser un rompecabezas bastante complejo. Tus propias observaciones son tremendamente importantes, así que lleva tus notas. Y por último, convéncete de que los análisis de sangre y orina son pruebas de diagnóstico, no peticiones para engrosar la cuenta del veterinario: son esenciales para obtener un diagnóstico preciso.

sigue_las_huellas.jpgEn el capítulo 11 encontrarás una exposición más detallada de cómo trabajar con el veterinario para cuidar de la salud de tu mascota. En el capítulo 12 hallarás más información sobre las pruebas y análisis diagnósticos que se utilizan en el ámbito de la medicina veterinaria.

Las afecciones del tracto urinario son una de las razones más frecuentes por las cuales los gatos no utilizan el arenero, pero no son las únicas. A continuación se incluye una lista de otros factores que tu veterinario puede buscar en sus exámenes (pero la lista no incluye todas las posibilidades):

Problemas en el tracto urinario o en la vejiga: Un gato con este tipo de problemas siente ardor al orinar. Y como no puede decirse “Supongo que estoy enfermo” sino más bien “Usar el arenero me hace daño”, deja de usarlo. Este tipo de problemas puede inducir la marcación de territorio.

Medicamentos: Si tu gato está en tratamiento con una medicina, por ejemplo un esteroide o un diurético, puede que beba más agua y orine más, o puede que sus excrementos sean más líquidos. Cualquiera de estas situaciones pueden impedirle llegar a tiempo al arenero.

Enfermedades infecciosas: Los virus de leucemia felina, de inmunodeficiencia felina o de peritonitis infecciosa felina pueden enfermar a un gato lo suficiente como para que ir al arenero deje de ser una prioridad. (En el capítulo 12 encontrarás más información sobre estas enfermedades.)

Enfermedades no infecciosas: La diabetes sin tratamiento puede aumentar la cantidad de orina que produce un gato. De hecho, las micciones frecuentes son un síntoma por el que preguntan los veterinarios cuando sospechan que el gato tiene esa enfermedad. El hipertiroidismo, que más que nada afecta a los gatos mayores cuando la tiroides tiene un exceso de actividad, también aumenta la producción de orina. (Hay más información sobre ambas enfermedades en el capítulo 13.)

Causas relacionadas con la edad: Algunos gatos pueden volverse seniles con los años, y no les importa mucho dónde hacen sus necesidades. Otros pueden presentar artritis, que les dificulta la tarea de entrar o salir del cajón de arena, o llegar a él si están lejos.

Estreñimiento u obstipación: Un gato puede experimentar grandes molestias cuando no logra expulsar las heces, y trata de aliviarlas pujando para lograrlo. Los resultados pueden parecerse a la diarrea, pues se produce una sustancia líquida debido a los esfuerzos para expulsar la masa. Tal como sucede en el caso de una infección urinaria, el gato empezará a asociar el arenero con el dolor, y lo evitará. (En el capítulo 13 hay más información sobre la obstipación, un estreñimiento severo del intestino que se ve con mayor frecuencia en gatos de edad avanzada.)

Diarrea: Las heces demasiado líquidas también son un problema porque dificultan llegar hasta el arenero. La diarrea es sólo un síntoma, cuyas causas pueden variar, sobre todo en casos que duran mucho tiempo.

Parásitos y lombrices intestinales: Algunos parásitos se reproducen dejando sus huevos o larvas para que sean evacuados con las heces, y una vez en el exterior otro animal entra en contacto con ellos y se infecta. También las lombrices terminan en las heces. Cuando su número aumenta, al gato le es más difícil alcanzar a llegar a su cajón de arena.

Puede que el diagnóstico correcto y el tratamiento adecuado resuelvan el problema de eliminación inapropiada, pero no siempre es así. Para eso, es necesario que el veterinario realice un seguimiento. Muy a menudo la gente se toma la molestia de llevar al animal al veterinario, pero no deja que se le hagan los análisis, y le dan al pobre médico la triste opción de no poder ofrecer nada más que una suposición y un tratamiento con antibióticos. Incluso si el veterinario atinara en el diagnóstico y el problema fuera una infección urinaria, puede que haga falta más de un antibiótico para curarla. Más aún, es posible que no se pueda descubrir otro problema bajo la infección, como cálculos de la vejiga o un tumor. Hasta que ese problema de fondo no se cure, la infección y sus síntomas reaparecerán. Si supones que tu gato está bien porque acaba de pasar por un tratamiento con antibióticos, puede que te lleves la sorpresa de tener aún a un gato enfermo. Y eso indica tres cosas: primera, que tu mascota aún sufre; segunda, que a la larga va a costarte más dinero que si hubieras atacado el problema de raíz, y tercera, que ninguna de las estrategias de comportamiento que utilices va a ser eficaz.

¡Gato, a tu arenero!

Al principio de este capítulo te advertíamos que vas a necesitar paciencia y un enfoque integral para hacer que tu gato use de nuevo su cajón de arena. Es probable que hayas usado estas mismas cualidades para asegurarte de que tu mascota no tenga problemas de salud que pudieran causar este comportamiento. Ahora debes recurrir nuevamente a esos recursos, y además debes dejar de lado tus sentimientos y no dejar que actúen tus emociones.

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Figura 15-1: Las enfermedades son el punto de partida de muchos tipos inadecuados de comportamiento, entre ellos no usar el arenero. Antes de intentar readiestrar a tu gato, un veterinario debe hacerle un examen detallado

recuerda.jpgAunque puede ser que tengas suerte y que el problema se corrija con la primera estrategia que pruebes, también es posible que no seas tan afortunado. Lograr que un gato vuelva a usar su caja no sólo es un proceso de prueba y error sino que también consiste en acertar con la combinación de factores para desencadenar el comportamiento correcto.

consejo.jpgEl mismo cuaderno que te sugeríamos que usaras para llevar un registro de los problemas puede servirte ahora para registrar los progresos. Te alentamos a llevar este diario, pues en el caso de la eliminación inapropiada el progreso es muy lento, y el diario puede ayudarte a ver que tu gato avanza hacia el buen camino.

La limpieza es una virtud esencial de los gatos

Los gatos son quisquillosos y, si el arenero está sucio, buscan un lugar más adecuado adonde ir. ¿Recuerdas lo que sentiste la última vez que entraste en un lavabo público y lo encontraste sucio? Bueno, pues ya entiendes lo que siente tu gato.

¿Está limpio el arenero? ¿La limpieza es algo que te decides a hacer cada tantos días o quizá los fines de semana? Antes de limpiarlo, ¿esperas a que el olor y el espectáculo sean insoportables? Y en esos casos, ¿lo limpias a fondo o sólo parcialmente, y añades más relleno para cajón de arena?

recuerda.jpgSi no mantienes limpio el arenero, no puedes esperar que tu gato lo use. Debes empezar con un cajón limpio, y mantenerlo así.

Un comienzo “limpio”

Incluso si le has comprado un cajón de arena nuevo, dale un buen lavado con agua caliente y jabón, enjuágalo y déjalo secar al aire. Los gatos tienen un olfato mucho más agudo que el nuestro y puede que les moleste algún olor que haya tomado el cajón a lo largo del proceso de fabricación, almacenamiento o exhibición antes de que lo compraras.

Si el cajón es de segunda mano, después de lavarlo a fondo, pásalo por una inmersión en una solución de blanqueador o cloro (media taza de blanqueador disuelta en 4 litros de agua), y luego enjuágalo muy bien, enjuágalo otra vez, y déjalo secar.

consejo.jpgEl blanqueador diluido es un buen desinfectante, pero hay otros tipos que no deben usarse con este propósito porque su olor puede hacer daño. El amoniaco, por ejemplo, comparte ciertas propiedades químicas con la orina y puede hacer que un arenero limpio huela como uno usado.

Para seguir con el juego limpio

De nada sirve la mejor limpieza a fondo en un principio si no vas a mantener limpia la caja de arena. Hay gatos tan quisquillosos que un arenero que haya sido utilizado una sola vez ya les parece inadecuado. Si no puedes limpiarlo de inmediato, y la mayoría de nosotros no puede hacerlo, trata de que sea dos veces al día, o aunque sea una sola.

consejo.jpgUna buena opción para ofrecerle a tu gato un baño limpio casi siempre es tener dos cajas de arena, una junto a la otra. Algunos prefieren este sistema de doble caja: orinan en una y defecan en la otra. (En esta misma sección encontrarás más información sobre las cajas para múltiples gatos.)

Y no olvides que, aunque seas muy cuidadoso a la hora de retirar las aglutinaciones que se formen, tienes que lavar y desinfectar la caja regularmente.

consejo.jpgHay personas que usan forros plásticos para facilitar la limpieza del arenero. El problema es que a algunos gatos no les gustan, pues les molestan el olor o la sensación del plástico en las patas cuando excavan en el relleno para enterrar sus heces.

miau.jpgEl invento del arenero autolimpiable ha despertado una enorme polémica desde que salió al mercado, pero es un equipo bastante prometedor. La máquina tiene un sensor eléctrico que detecta la entrada y la salida del gato, y luego hace pasar un rastrillo por el relleno, captura las masas grandes y las acumula en un área determinada, para que luego sean desechadas. Sin embargo, hay comentarios de todo tipo sobre el aparato. A algunos gatos les asustan el ruido y el movimiento, y hay personas que se quejan de que el mecanismo se atasca con excesiva facilidad, sobre todo en casas en las que hay más de un gato. Dicho lo dicho, hay muchos gatos y propietarios de gatos que están felices con su arenero autolimpiable. Para ellos, la limpieza y la facilidad bien valen cada euro invertido.

Diversas alternativas

Aquí es donde la cosa se pone interesante. Cuando hayas aclarado lo relativo a la salud de tu gato y te dediques a los ideales de la limpieza felina, puedes embarcarte en las emociones de averiguar cuáles son las condiciones del arenero que le parecen adecuadas a tu gato.

Muchas de las decisiones que toman las personas se ajustan a sus propios gustos y no tienen nada qué ver con lo que quiere su gato. Pero si hablamos de areneros (incluidos el relleno y la ubicación), la única opinión verdaderamente importante es la del gato.

consejo.jpg¿Te acuerdas de ese cuadernito que hemos mencionado tantas veces? Aquí es donde te va a resultar muy útil. Un cuaderno o una libreta de apuntes te va a ayudar a llevar un registro de cómo te va con una cosa y otra, mientras averiguas cuál es la combinación de factores que satisface a tu mascota.

Cambio de caja y de relleno

Muchas veces la elección de una caja o de un relleno específico tiene que ver con reducir el olor que resulta molesto para tantas personas. Los cajones con tapa o con desodorante incorporado podrán engañar a nuestro patético sentido del olfato, pero no al de nuestro gato. Y suele suceder que las personas dan largas al momento de la limpieza del arenero porque su olor no les desespera. Lo sentimos mucho, pero es necesario limpiarlo, aunque no detectes su olor.

Prueba con cajas de diversos tipos, con distintos rellenos e incluso con varios niveles de llenado. Algunos gatos prefieren la privacidad de una caja cubierta, mientras que otros no. Otro problema de las cajas cubiertas es que no reciben una limpieza tan frecuente como deberían, porque la gente de la casa mantiene el punto de vista de que lo que no ve es como si no existiera. Puede que tú no notes que hay un problema, pero te garantizamos que tu gato sí.

gato_advertencia.jpgSi tu gato sufre asma, olvídate del arenero con tapa, pues atrapa el polvo que despide el relleno de la caja y ese polvo le puede provocar un ataque. En el capítulo 12 encontrarás más información sobre el asma felina.

Otros problemas de salud pueden determinar el tipo de cajón que funciona mejor para tu gato. Un animalito con artritis tendrá dificultades para entrar y salir del cajón, y una caja baja, a la cual le has quitado un lado para permitir una fácil entrada, le ayudará.

Por el contrario, un cajón con bordes altos es el indicado si tu gato no se agacha mucho, sea por razones de imposibilidad física o de preferencia personal. Hay gatos que permanecen de pie mientras hacen sus necesidades, y prácticamente las lanzan por encima del borde (pero si el gato es ya mayor, debes cortar un lado para permitirle entrar con más facilidad).

Experimenta también con el relleno: aglutinante y no aglutinante, aromatizado y sin aroma, etc. Sin embargo, los estudios demuestran que el relleno aglutinante sin aroma de buena calidad es el preferido por la mayoría de los gatos, así que quizá valga la pena empezar con ése.

Cambio de lugar

¿La ubicación actual del arenero de tu gato es conveniente para ti, o para tu mascota? ¿Tu gato está tranquilo cuando lo usa o teme que le hayas preparado una emboscada? Busca una ubicación tranquila y fuera de la circulación de la casa, donde además el gato pueda ver lo que hay a su alrededor, para mantenerse alerta.

El arenero debe estar lejos de los platos de comida y agua. Al fin y al cabo, uno no come cerca del baño, ¿no?

Revisa también que el acceso al arenero sea fácil. A lo mejor tú prefieres que esté en el rincón más alejado del garaje o del sótano, ¿pero crees que tu gato piensa lo mismo? Por último, ¿ese lugar siempre está a su alcance? Un baño que se use poco es un excelente lugar para el arenero, pero sólo si todos los habitantes de la casa se acuerdan de dejar la puerta abierta. (Si tienes un perro, la facilidad de acceso del arenero puede ser un problema. Pasa al recuadro “Perros comedores de desechos” en este capítulo, donde encontrarás ayuda para resolver este problema.)

Múltiples cajas

Dos cajas, una junto a la otra, pueden ser de gran ayuda con un gato que siempre quiere un arenero limpio, o con el que prefiere usar uno para orinar y otro para defecar. También puedes aumentar el número de cajas y de ubicaciones en las que el gato puede encontrar un arenero.

En una casa de varias plantas suele ser útil tener un arenero en cada una. Si tienes un gato que, por la razón que sea, no está interesado en usarlo, ¡al menos le facilitas la tarea!

consejo.jpgEn casas con varios gatos, una pauta general es decir que necesitarás un arenero por gato. Algunos no tienen problemas en compartirlos, pero otros no quieren hacerlo. Los cajones adicionales son la única manera de darle a cada gato lo que quiere.

Desalentar el mal comportamiento

A la vez que haces que el arenero sea más atractivo para tu gato, también debes sugerir amablemente que más le vale no visitar de nuevo los lugares que ha usado en lugar de su cajón. La clave para evitar que el gato vuelva a los sitios que ha utilizado para la eliminación inapropiada es hacer que los perciba como poco atractivos e incluso repugnantes. ¿Cómo? Con ayuda de olores, experiencias táctiles e incluso de algunos conocimientos gatunos básicos.

El primer paso es limpiar a fondo el lugar donde se produjo elaccidente con un limpiador enzimático diseñado para tal propósito. Cualquier olor que permanezca invita a volver a usar el sitio. Cuando la zona esté limpia, prueba uno de los siguientes métodos para disuadir al gato de que lo reutilice, o para modificar la forma en que hace uso de esa zona:

• Pon platos de comida y agua en el lugar. A los gatos no les gusta hacer sus necesidades donde comen. Puedes desplazar gradualmente los platos hacia otro lugar cuando el gato empiece a usar de nuevo su arenero.

• Pon obstáculos en la zona. Puedes cubrirla con un material que no le guste pisar, como cinta de doble cara, papel de aluminio o láminas antideslizantes para alfombras con las puntas hacia arriba. Otra opción son las esterillas que emiten una pequeña descarga eléctrica cuando uno las toca. También puedes perfumar el área con un aroma que los gatos detestan, como los cítricos. Si el gato usa las macetas como arenero, puedes cubrir la tierra con piedritas afiladas o con bellotas pequeñas.

• Pon un arenero allí. Ésta es la técnica de “si no puedes combatirlos, únete a ellos”. Cuando el gato empiece a usar el arenero, puedes ir moviendo su ubicación gradualmente.

gato_advertencia.jpgUna forma de disuasión que no recomendamos es el castigo físico. Por un lado, no surte efecto. Por otro, castigar a un gato que no usa el arenero porque está sometido a estrés no va a servir de nada para tranquilizarlo. El viejo método tan utilizado de acercar la nariz a su “depósito” y luego golpearlos con un periódico enrollado ya no se recomienda ni siquiera para los perros. No hagas eso con un gato.

consejo.jpg¡No olvides el valor de las palabras cariñosas o de las recompensas! Si ves que el gato está usando su arenero, prémialo con una golosina.

Cómo evitar que tu gato marque su territorio con orina

Aunque tanto los machos como las hembras pueden marcar su territorio con orina, los más recurrentes en este comportamiento son los machos sin castrar, seguidos por las hembras sin esterilizar en época de celo. La primera condición para lidiar con este apestoso problema es esterilizar a tu mascota. Este procedimiento resuelve esa conducta en un 90 % de los casos si se realiza antes de la madurez sexual, que se alcanza hacia los seis meses.

Para los gatos que no responden a este tratamiento, puede que la razón de este comportamiento sean las tensiones presentes en el entorno, como la presencia de una nueva persona en la casa, una mudanza o algún otro cambio radical en la rutina. Los medicamentos para combatir la ansiedad pueden ayudar (ve al recuadro “¿Qué hay de los medicamentos para el comportamiento?”), así como también limpiar a fondo las zonas “marcadas”, cubrirlas con papel de aluminio y perfumarlas con aroma de cítricos para disuadir de una nueva marcación. (A los gatos les disgusta cualquier cosa con papel de aluminio, y el sonido que hace cuando le golpea un chorro de orina les resulta muy irritante.) Hay productos comerciales que pueden ayudar, pues quitan el olor y sirven para desalentar ese comportamiento (consulta con tu veterinario sobre estos productos).

consejo.jpgUna causa frecuente de esta conducta es la presencia de gatos de exterior. Como los gatos son territoriales, ver a otro gato a través de la ventana puede irritar a un gato de interior hasta el punto de obligarle a marcar su territorio. Si no puedes evitar que los gatos ajenos invadan tu jardín, limita a tu gato el acceso a cualquier habitación desde la cual puedan verse intrusos.

Perros comedores de desechos

Gina recibe constantemente llamadas de muchos de sus lectores que están desconcertados porque sus perros consideran que el contenido del arenero es una especie de bocado exquisito.

Si se ven ante una fuente permanente de estos “bocados” y tienen fácil acceso a ellos, ningún perro puede resistirse mucho tiempo, y por eso los esfuerzos para adiestrar a un perro para que no se meta en el arenero suelen fracasar. El mejor plan es restringirles el acceso, cosa que puedes lograr de muchas maneras. Aquí tienes unas cuantas sugerencias:

• Elige los cajones con tapa. A algunos gatos no les gustan, y los que sufren de asma deben evitarlos. (En el capítulo 12 encontrarás más información sobre el asma felina.) Si tu gato entra en alguna de esas categorías, esta solución no servirá de nada.

• Cambia la ubicación del arenero. Debes tener cuidado de no molestar al gato con esto. Pero experimenta con artimañas como ir desplazando la caja a un punto que quede más allá del alcance del perro, con lo cual habrás resuelto el problema.

• Coloca barreras. Una manera de hacerlo consiste en trancar la puerta del cuarto donde está el arenero, de manera que el espacio que quede abierto permita el paso del gato pero no el del perro. Otra posibilidad es poner una puerta para mascotas del tamaño de tu gato, que impida que pase el perro. Esto funciona con perros grandes, pero si tu perro es pequeño, prueba con una puertecilla de las que se usan con los bebés (el gato la saltará, el perro no).

• Mantén limpio el arenero. Los perros no podrán comerse algo que no encuentren.

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Figura 15-2: Los gatos a menudo necesitan que se les limite el territorio a una zona más pequeña; así estarán tranquilos durante el readiestramiento

Readiestramiento por aislamiento

Si tu gato sigue marcando su territorio o evitando el arenero después de tus intentos por modificar el entorno y disuadir esta conducta, es hora de restringirlo a una zona determinada de la casa durante unos días. Como no se ofrecen otras alternativas para el momento de evacuar, esta técnica ayuda a calmar a un gato con ansiedad y a readiestrar a uno que ha aprendido a evitar el arenero.

Un baño que se use poco es el lugar ideal, pero cualquier espacio tranquilo y reducido, con puerta, funcionará perfectamente. La habitación debe tener agua y comida, un arenero, un poste rascador y algunos juguetes. Asegúrate de que no haya ninguna caja que pueda servir como arenero tentativo, ni alfombras, ni ropa sucia acumulada. Bloquea la bañera (en el caso del baño) llenándola con un par de centímetros de agua.

consejo.jpgVisita al gato en su encierro y dale sus sesiones de mimos y juego. Esta atención por tu parte le ayuda a incorporarse a la nueva rutina.

Cuando el gato esté usando el arenero sin problemas en su cuarto de encierro, amplía lentamente su territorio. Mientras mantengas tu parte del trato y el arenero esté siempre limpio y bien ubicado, él también deberá mantener la suya.

sigue_las_huellas.jpgEste cuarto seguro donde encierras al gato también es una buena alternativa cuando lleves a un gato nuevo a casa, y para cuando te mudes. En el capítulo 6 encontrarás más información sobre cómo llevar otra mascota a tu casa. En el capítulo 18 hallarás recomendaciones para tu gato durante el tiempo de mudanza.

¿Qué hay de los medicamentos para el comportamiento?

En los últimos años, los especialistas en conducta animal han empezado a usar medicamentos para ayudar a resolver problemas de este tipo. Para la mayoría de gatos estas sustancias implican un beneficio a corto plazo porque sirven para aplacar su ansiedad mientras tú haces lo posible para que su arenero le resulte más atractivo, o le ayudas a no agobiarse por los límites de su territorio.

Sin embargo, la disponibilidad de estos medicamentos es otra de las razones por las cuales debes trabajar con tu veterinario o pedir que te remitan a un especialista en comportamiento si necesitas ayuda con algún caso más específico, difícil y a largo plazo. El veterinario puede ayudarte a controlar la crisis de eliminación inapropiada de manera general: garantiza que tu gato esté sano, revisa tus planes para modificar el entorno y prescribe medicinas contra la ansiedad, si es necesario, para ayudar con la transición.