Capítulo 2

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Limitar las opciones

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En este capítulo

• La decisión entre un gatito y un gato adulto

• ¿Gato o gata?

• Los de pelo largo y los de pelo corto

• Los gatos de raza o pedigrí

• Características de cada raza

• El gato común, que no es tan común

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Ya has pensado en todos los aspectos: la casa en la que vives, el tiempo que tienes, y tus ingresos. Hay un gato en tu futuro, no tienes dudas al respecto, pero ¿qué tipo de gato? Piensa en tu sala de estar: ¿puedes imaginarte a un dócil gato persa en el sofá, con su espléndido pelaje brillando al sol que entra por la ventana? ¿O ves a un activo abisinio, que te lanza una mirada fugaz pero imperiosa desde lo alto de una estantería, para dar un salto perfecto y aterrizar en una mesa sin romper nada? ¿O tal vez lo que ves es un gato común, uno tricolor quizás, con un temperamento intermedio entre los dos primeros, y con la cola erguida en el universal saludo gatuno: “Hola. Aquí estoy para que me mires”?

¡Pero espera, porque hay más cosas que debes tener en cuenta! Antes de que te imagines a tu “gato perfecto” hay que pensar si un gato adulto será mejor para la vida que llevas que un gatito, a pesar de lo adorable que pueda ser este último. Y antes de decidirte por el asunto de la raza, entre uno común y un gato con pedigrí, debes tener en cuenta el tema del pelo: ¿largo o corto? ¿Y qué hay del sexo? ¿Las hembras son mejores mascotas? ¿O los machos?

gato_advertencia.jpgLas decisiones que tomes van a tener consecuencias a muy largo plazo. Los gatos pagarán el precio de una decisión apresurada, y si no te lo crees, podrás comprobarlo en cualquier refugio para animales.

A pesar de lo seria que pueda parecer la anterior afirmación, piensa en lo entretenido que es escoger a un felino de compañía. Vas a ver montones de gatos fantásticos, jugarás con gatitos encantadores, y contemplarás la increíble variedad del compañero más adaptable y flexible del mundo, que se va volviendo cada vez más popular.

Ya te decidas por un gato común o de raza, adulto o cachorro, macho o hembra, de pelo largo o corto, de un solo color o de varios, atigrado, manchado o lo que sea, queremos que te sientas fascinado con tu gato durante años. Así que sigue leyendo.

sigue_las_huellas.jpgCuando decidas qué tipo de gato quieres, seguramente también escogerás un buen lugar para comprar a tu gato y encontrar el que buscas, que se adapte a tu tipo de vida. En el capítulo 3 hablaremos de criaderos, refugios, grupos de rescate y otras fuentes. Los consejos para escoger el gato adecuado, incluyendo aspectos de temperamento y de salud, los encontrarás en el capítulo 5. Puede que incluso quieras ofrecerle una oportunidad a un gato salvaje (o fiero). Encontrarás más información sobre estos animales en el capítulo 4.

Gato o gatito... ¿Cuál es la mejor opción?

Cuando la gente piensa en incorporar un gato a su vida, automáticamente se imagina a un gatito. ¿Por qué no? Tiene mucho sentido, pues es una pequeña bola de pelo que crecerá en tu casa y en tu corazón. Sin embargo, para algunas personas, un gato adulto es una alternativa mejor. Incluso si ya te has decidido por un gatito, es bueno que contemples la posibilidad del adulto, pues encontrarás que hay muchas mascotas preciosas ya crecidas, y la mayoría no van a tener una segunda oportunidad de mostrar lo perfectas que pueden llegar a ser.

No descartes ninguna de las opciones antes de sopesar todas las ventajas.

¡A todo el mundo le encantan los gatitos!

Incluso las personas que insisten en que no les gustan los gatos no pueden dejar de expresar su fascinación ante un gatito. Los cachorritos de todo tipo son adorables, pero los gatitos les llevan ventaja. Quizá sean esos ojazos curiosos que siguen cada movimiento con atención. O las orejas grandotas y atentas a cualquier sonido. O la forma juguetona en que acechan e intentan atrapar cualquier cosa que se mueva, ya sea tu dedo o una golosina que está rodando por el suelo de la cocina. O la piel despeinada que el gatito aún no es capaz de lamer tan bien como un adulto. Un gatito es todo eso, y más.

Lo que muchos no piensan cuando se enamoran perdidamente de un gatito es que ese animal puede implicar mucho trabajo y molestias. Además, si el gatito decide usar sus siete vidas, puedes acabar teniendo que ir al centro veterinario una o dos veces al año. Debes dedicar mucho tiempo y energía a la educación de tu gato para que entienda lo que esperas de él en cuanto al cajón de arena y a no trepar a las mesas de la cocina. Además, tienes que modificar tu casa para que sea a prueba de gatitos, o mantener a tu animalito encerrado en una zona segura cuando no puedas vigilarlo, y también pasar varios meses desenganchando continuamente a ese pequeño tigre de las cortinas, de las espaldas de los niños o del respaldo del sofá, y tendrás que soltarlo de tus zapatillas cada vez que decida perseguirlas cuando caminas por el pasillo.

sigue_las_huellas.jpgEn el capítulo 6 encontrarás recomendaciones para las primeras etapas de la educación del animalito.

Un gatito puede ser una mala opción para familias con niños pequeños o para una persona mayor o con dificultades de movimiento a causa de una enfermedad. A pesar de su audacia, los gatitos son muy frágiles, y los niños pequeños, que no entienden el concepto de suavidad para relacionarse con ellos, pueden herirlos sin querer. De igual manera, no son una buena opción para alguien que no se mantiene con firmeza sobre sus dos pies o que no pueda estar al nivel de un hiperactivo bebé felino.

En cambio, un gatito puede ser el sueño hecho realidad para una familia con niños ya más mayores y responsables, o una fuente de entretenimiento para un adulto activo. Es importante que tengas en cuenta tus circunstancias y sopeses los problemas y las satisfacciones que un gatito puede comportar.

Por último, ten en cuenta el tiempo. Un gato adulto puede pasárselo muy bien solo en la casa mientras vas al trabajo, y la mayor parte del día estará durmiendo. Un gatito requiere más tiempo, pues hay que educarlo y cuidarlo para sacarlo de los problemas, o evitarlos.

Consideraciones sobre el gato adulto

Los gatos adultos tienen algunas grandes ventajas y muy pocas desventajas. La principal es que no son tan adorables como los gatitos.

Los gatitos siempre se salen con la suya porque, con su encantadora torpeza, llegan a un nivel muy alto en la escala de lo adorable, pero si sospechas que vas a cansarte pronto de que se te tiren a los pies, si te preocupa que tus hijos pequeños no tengan el suficiente cuidado con ellos o si no quieres tener que preocuparte pensando en qué travesuras andará metido tu cachorrito en cada instante del día o de la noche, un gato adulto es la mejor opción.

Si adoptas a un gato adulto, sabes exactamente qué vas a obtener. La forma del cuerpo, el pelaje y el color de los ojos ya están definidos. Podrá ser tranquilo o activo, silencioso o escandaloso, cariñoso o exigente, pero un gato adulto ya tiene su personalidad marcada. Estas consideraciones quizá no sean muy importantes en un gato de raza, porque a partir del comportamiento del gato cuando era cachorro y del conocimiento del criador y su reputación, se sabe cómo va a ser el adulto en cuanto a la forma del cuerpo y a su temperamento. Pero, en un gatito común, estos atributos son una incógnita. Si quieres estar seguro de qué tipo de gato será, una mascota cariñosa por ejemplo, escoge un gato que ya haya dejado atrás su etapa de minino inquieto. (Más adelante en este capítulo encontrarás información sobre los gatos de raza.)

El cariño generoso de los gatos adultos y lo sencillo de su cuidado los convierte en la mascota perfecta para aquellas personas que tendrían dificultades para sacar a pasear a un perro. Un estudio tras otro confirma la importancia de los gatos en la vida de quienes se sienten aislados por su edad o sus incapacidades.

consejo.jpgUna de las razones indispensables para adoptar a un gato hecho y derecho es que la mayoría de estos adultos no tienen muchas probabilidades de recibir una segunda oportunidad una vez que han ido a parar al refugio de animales, sin importar lo sanos, hermosos y bien educados que sean. Los gatitos son tan preciosos que resulta difícil pasarlos por alto, y mucha gente jamás se molesta en mirar las jaulas de los gatos adultos cuando visitan los refugios.

La posible desventaja de adoptar un gato adulto es que uno adquiera un gato con problemas de comportamiento, como por ejemplo no saber usar el cajón de arena. Un refugio o un criadero que sean de confianza, o un grupo de rescate respetable no ocultará problemas de salud o de comportamiento en los animales que tienen para adoptar. Sin embargo, no debes olvidar que muchos animales van a parar al refugio por problemas de comportamiento que pueden resolverse o que en el fondo no son culpa suya, como el gato que se encuentra un arenero sucio repetidamente y decide buscar otro lugar para hacer sus necesidades.

sigue_las_huellas.jpgLos problemas de uso del cajón de arena son una de las principales razones por las cuales los gatos van a parar al refugio. Es cierto que es frustrante tener un gato que se niega a usar el arenero, pero este defecto puede subsanarse. En el capítulo 15 encontrarás información para entender por qué un gato evita su cajón de arena y consejos para iniciar un programa de reeducación y corregir el problema.

La personalidad de un gato adulto podrá estar ya definida, pero no sucede lo mismo con sus afectos. Un gato ya crecido puede establecer vínculos tan fuertes con una persona como un gatito. Creemos que los gatos adultos pueden llegar a apreciar más a sus amos por el hecho de que los acogieron en su hogar.

consejo.jpgLa mayoría de la gente, incluido tú, preferirá a un gatito. Pero queremos asegurarnos de que no vayas a excluir de forma automática a animales que pueden llegar a ser maravillosas mascotas. Mira entre los gatitos, claro, pero no te olvides de los gatos. ¡Acaba con el prejuicio de la edad! Tiene sus ventajas adoptar a un animal que ya lo tiene todo definido, aunque le falte ser jovencito. Un gato adulto representa menos inversión de dinero y de tiempo.

Gato o gata: ¿cuál es mejor?

No vas a obtener una respuesta definitiva a esta pregunta pues no la tenemos. Machos y hembras son mascotas igual de buenas, con una condición importantísima: la esterilización.

Un gato entero (en otras palabras, el que aún va completamente equipado para reproducirse) es un dolor de cabeza, ya sea macho o hembra. Cuando las hembras entran en celo, lo cual pasa varias veces al año y dura un par de semanas, se convierten en artistas del escapismo y atraen a ruidosos pretendientes desde muy lejos. Hay quienes opinan que los machos son aún peores en términos sexuales: empiezan a marcar el territorio con su orina impregnada de feromonas, y ésta tiene un olor que no sólo es desagradable sino que además es imposible de erradicar; además salen a vagabundear y se pelean.

sigue_las_huellas.jpgLa esterilización ayuda a eliminar esa tendencia a marcar con orina, pero esa conducta incluye otros aspectos. En el capítulo 15 encontrarás más información sobre este problema. ¿Qué implica esterilizar a un gato? La respuesta está en el capítulo 16.

miau.jpgLos expertos, entre ellos prestigiosos criadores que mantienen a los gatos enteros para poder reproducirlos, coinciden en afirmar que la esterilización es fundamental para que un gato sea una buena mascota, sin importar que sea macho o hembra. Una importante contribución que han logrado quienes participan en las exposiciones de gatos es que los animales esterilizados puedan competir, aunque estén esterilizados, en una categoría especial. Es un aspecto muy progresista de las exposiciones, y ayuda a quienes quieren exhibir a sus gatos pero no reproducirlos.

Cuando los gatos se han esterilizado, ¿son mejores los machos o las hembras? La respuesta depende de a quién le preguntes. Hay quienes opinan que los machos son más sociables; otros afirman que las hembras son más listas. (Tuvimos una discusión en este punto después de que uno de nosotros, que no era Paul, resoplara: “¡Pues claro!”. Luego buscamos ejemplos de machos listos y hembras sociables, y en este último grupo figuraba la gata de Paul, PC.)

datos_gatunos.jpgA pesar del interés de Paul por los ordenadores, el nombre de su gata no tiene nada que ver con los PC, ni con lo políticamente correcto. Es la abreviación de Prayer Cat, o gata que reza, porque tiene la costumbre de sentarse sobre las patas traseras y levantar las dos patas delanteras para pedir lo que quiere, y parece como si estuviera rezando. (Puedes ver una foto de PC en esta posición en la introducción del libro, en la página 2.)

Quizá la principal razón por la que hay personas que prefieren un género u otro se debe a que siempre han tenido machos, o siempre han tenido hembras, y sus experiencias han sido buenas y no ven razón para cambiar.

tecnica.jpgSi estás pensando en adoptar a un gatito con pedigrí, puede que no te permitan escoger entre macho o hembra. El criador ofrecerá únicamente machos, sobre todo si la raza es especial o novedosa. Esto se debe a que conserva a las hembras como parte de su población reproductora, o a que sólo las comparte con las personas que están dispuestas a criar a la gata según sus recomendaciones.

consejo.jpgTanto los machos como las hembras son buenas mascotas, y no tenemos razones para inclinar tu opinión hacia un lado u otro. Si tienes una preferencia personal, déjate llevar por ella. Si no, decídete respecto a los demás puntos y luego escoge el animalito que encaje mejor en tus criterios, ya sea macho o hembra.

De pelaje largo y corto

Hay algo que debe quedar claro desde un principio: casi todos los gatos cambian el pelo. Ese “casi” incluye a los gatos que no tienen pelaje, como el esfinge, que, a pesar de lo que parece, tiene una pelusilla que se adhiere a la ropa.

tecnica.jpgLos gatos pueden tener tres tipos de pelo. El primario, que es el más largo y también se conoce como guardapelo. El subpelo, o secundario, que es el más corto, fino y suave. Y la capa intermedia, que contiene los pelos más ásperos y resistentes. No todos los gatos tienen las tres variedades. El gato esfinge —también conocido por el nombre de la raza en inglés sphinx— sólo tiene subpelo, y muy escaso. El cornish rex sólo tiene subpelo y pelo intermedio. En el intermedio, las fibras de pelo suelen ser más cortas que las de pelo primario (pero más largas que el subpelo), pero cuando son de la misma longitud, como sucede en la raza rusa azul, se dice que los gatos tienen doble manto.

sigue_las_huellas.jpg¿Eres alérgico al pelo de gato? Puede ser que, en realidad, seas alérgico a otras cosas. En el capítulo 1 encontrarás más información, así como consejos para convivir con gatos y alergias.

Al escoger entre las posibilidades de pelaje de gato, debes tener en cuenta tres aspectos:

Estética: Hay personas a quienes les encanta la gracilidad de los gatos de pelo corto, mientras que otras prefieren la fluida suavidad de los de pelo largo. Los de pelo corto tienen cierto aire de tigre: puedes ver sus músculos cuando caminan, la insinuación de su fuerza y vigor mientras duermen. En los de pelo largo la fuerza es algo más sutil, puesto que está escondida bajo densos mechones de suave piel. ¿Prefieres acariciar un lomo de piel suave y corta o hundir los dedos en la mata de pelo de un gato de pelaje largo? Esta preferencia es la primera de tus decisiones.

Niveles de pelo: Aquí es donde empiezan a aparecer las concesiones. Si bien todos los gatos pelechan (es decir, cambian de pelo), la diferencia entre los de pelo corto y los de pelo largo puede ser muy grande, en especial en razas que son apreciadas por el volumen de su pelaje, como los persas. ¿Estás preparado para vivir con un cepillo de ropa en el baño, otro en la guantera del coche y otro en el cajón de tu escritorio, en la oficina? ¿Te molestaría que un amigo te quitara uno de esos gloriosos pelos de 10 cm de largo del suéter? Si estás cerca del extremo de “tolerancia cero” con los pelos sueltos, es mejor que escojas a un gato de pelo corto. Si no soportas los pelos sueltos, mejor plantéate tener un acuario.

Tiempo y dinero: Los gatos de pelo largo requieren cuidados adicionales. El pelo se les enreda y es necesario peinarlos con frecuencia para evitar los enredos. Las bolas de pelo que se acumulan en el tracto digestivo del gato cuando se lame son un problema constante de las razas de pelo largo, y pueden llegar a necesitar atención médica. Si los nudos del pelo de tu gato se escapan a tu control, tendrás que llevarlo al veterinario para que un profesional se encargue de cortarle el pelo (o rasurarlo), y eso cuesta dinero.

Los gatos de pelo largo implican otros retos. Es posible que algunos restos de orina y heces se les queden adheridos al pelo (razón por la cual muchas veces sus dueños prefieren mantener ciertas áreas con el pelo muy corto), y la arena o piedrecillas de arcilla del arenero pueden quedarse atrapadas entre los mechones y las almohadillas de las patas y esparcirse por toda la casa.

sigue_las_huellas.jpgEn el capítulo 9 encontrarás más información sobre el cuidado del pelaje. El capítulo 8 te ofrece sugerencias para escoger el material adecuado para llenar el cajón de arena, las cajas para hacerlo, y accesorios varios.

El pelaje del gato también tiene que ver con el hecho de que puedas dejarlo salir o que lo mantengas en interiores. La escasa pelusa de los esfinge o de los rex no ofrece protección contra el sol o el frío. En el otro extremo de la gama, entre los gatos de pelo largo, los maine coon y los gatos noruegos del bosque tienen un pelaje que soporta bien la intemperie, pero el sedoso pelo de los persas necesita protección.

gato_advertencia.jpgSi bien la longitud, el tipo y el color del pelo son preferencias personales, es necesario tener en cuenta un detalle relacionado con el color del pelaje: hay una alta probabilidad de que los gatos blancos con ojos azules sean sordos. Algunos de estos animales tienen cada ojo de diferente color, y sólo son sordos del lado del ojo azul. (Puedes saber si tiene problemas de audición al chasquear los dedos o batir palmas.) Aunque un gato sordo puede ser una buena mascota, es bueno que sepas qué estás recibiendo al adoptarlo.

¿Vale la pena pensar en adoptar un gato de raza?

¡Vale la pena contemplar todas las opciones! A pesar de que los gatos con pedigrí representan un pequeño porcentaje entre toda la población gatuna (menos del 5%, según algunas fuentes), hay personas que jamás considerarían la idea de tener un gato diferente al de su raza predilecta.

Mientras que el desarrollo de las razas de perros se ha producido desde que éstos se convirtieron en animales domésticos, el interés por los gatos de raza es un fenómeno relativamente reciente, puesto que despertó en el siglo pasado. Quizá la razón principal de esta diferencia es que los perros se necesitaban para cumplir diversas tareas (pastoreo, caza o vigilancia), mientras que el gato ya venía perfectamente equipado para las exigencias humanas. En ese entonces, al igual que ahora, no podía encontrarse un cazador de roedores más eficaz. ¿Por qué alterar esa armonía?

Bonitos colores, bonitos gatos

A pesar de la poca variedad con la que contaban en un principio, los criadores modernos han hecho maravillas para desarrollar la amplia gama de colores y patrones que tienen los gatos de raza. Tan sólo entre los gatos persas, por ejemplo, existen más de 60 colores.

Lo anterior no significa que el punto de partida no fueran unos gatos ya de por sí hermosos.

El tipo más común de gato en cuanto a color y patrones del manto es el atigrado (conocido también como tabby, por el término que se utiliza en inglés). Estas rayas de tigre pueden verse en los ancestros salvajes del gato doméstico. El término tabby proviene de atabi, una seda que se importaba a Inglaterra en tiempos pasados y que tenía un diseño de franjas, similar al del gato doméstico.

Hay gatos atigrados de muchos colores, desde el rojo (que en realidad es más bien anaranjado), hasta el crema (un anaranjado pálido), pasando por el café o el gris. Este motivo es tan dominante que incluso en los gatos de color uniforme o sólido es posible distinguir las marcas muy difusas de las rayas de tigre, sobre todo en la cabeza, las patas y la cola.

Entre los persas hay unos tipos especiales (ahumado, sombreado y con caparazón), que dependen del nivel de “jaspeado” de cada pelo. Esto se refiere a que cada pelo tiene una franja oscura y una clara, de diferentes anchos. El tipo con caparazón tiene una franja oscura estrecha (un octavo de la longitud del pelo) en la punta de cada pelo, el pelaje sombreado tiene una franja más ancha (un tercio de la longitud), y el ahumado es el que tiene más jaspeado oscuro (dos tercios del largo del pelo). Puede incluso llegar a parecer de color uniforme, hasta que el gato se mueve y se ve el blanco en la raíz del pelo. Otro tipo de jaspeado es el que produce el motivo agutí, en el cual cada pelo independiente tiene bandas intercaladas de colores, claro y oscuro, muy típicas de la raza abisinia.

Los gatos de punto (pointed) son los siameses, con cuerpos de color claro que va pasando a diversos tonos oscuros en las “puntas”, o sea en las orejas, las patas y la cola.

Los gatos bicolores son los que combinan blanco y cualquier otro color (o patrón, como el caso de los atigrados), y los multicolores son los que tienen más de tres colores como los calicós (tricolores con manchas blancas, rojas y negras) o los concha de tortuga o carey (conocidos también por el nombre en inglés tortoiseshell o tortie, con remolinos negros, rojos y crema).

Al mezclar estos colores pueden obtenerse resultados inesperados, como sucedió con la raza ocicat, que se produjo al cruzar un siamés con un abisinio.

Algunas personas han apreciado siempre a los gatos por su belleza y por la compañía que brindan, y también por sus habilidades como cazadores. De hecho, algunas de ellas han trabajado para preservar y desarrollar razas de gatos, lo que a menudo ha generado polémica.

¿Qué beneficios ofrece un gato de raza? El principal es quizá que su dueño ya sabe qué le espera: si compras un gatito con pedigrí en un criadero de confianza, es posible predecir cómo va a salir cuando sea grande. El tamaño, la estructura del cuerpo, el color del manto y los niveles de actividad y maullidos están impresos en él desde el momento en que fue concebido. A pesar de que cada individuo es único, puedes estar seguro de que un siamés va a compartir muchas características en cuanto a apariencia y personalidad con otro siamés, y no tantas con un persa. El siamés es activo y conversador, mientras que el persa es tranquilo y silencioso. Si tus gustos en cuanto a gatos se inclinan hacia uno de estos extremos, conseguir un gato con pedigrí es la mejor manera de obtener lo que esperas.

Los gatos de raza también presentan una variedad más amplia que el gato común. Si prefieres un gato grácil y delgado, hay razas que tienen esa estructura física. Lo mismo sucede con cuerpos más robustos y compactos, como el llamado gato corpulento. Las opciones de color también son más amplias entre los gatos de raza. El típico tono gris del korat y del azul ruso, que en realidad es una disolución del gen que produce el negro, casi no se ve fuera del entorno de los gatos con pedigrí, igual que sucede con el sedoso café del habana.

¿Y qué hay del factor novedad? Sólo entre los gatos de raza puedes encontrar animalitos con orejas dobladas hacia atrás o hacia delante, gatos con pelo rizado (o sin él), gatos de cola corta o sin cola, gatos de patas cortas, etc. Algunas de estas razas despiertan la polémica, como poco, pero también multiplican las alternativas a la hora de decidirse por un determinado tipo.

datos_gatunos.jpgRespecto a los gatos de raza, los compradores los prefieren grandes y peludos (al menos en Estados Unidos, como se deriva de las estadísticas de la Asociación de Amigos de los Gatos en este país, que le asigna el primer lugar en la lista de preferencias al gato persa, seguido por el maine coon). En los otros cinco primeros puestos están el siamés, el abisinio y el exótico (un gato persa de pelo corto). En todo el mundo hay cerca de 50 razas de gatos, y algunas de ellas cuentan apenas con unos pocos cientos de representantes.

La gran mayoría de personas que buscan adoptar un gato no terminan escogiendo uno de raza. Para algunas, la decisión tiene que ver con el precio y la conveniencia. Los gatos con pedigrí pueden ser caros. También pueden ser difíciles de encontrar, si buscas una de las razas menos populares. El mantenimiento del pelaje de algunas razas también puede hacer que muchos se limiten a admirar desde lejos a sus gatos favoritos.

gato_advertencia.jpgSi bien los gatos de raza suelen ser tan sanos como sus parientes comunes, es importante que tengas en cuenta algunos aspectos de salud. Por ejemplo, el persa es propenso a sufrir problemas respiratorios, bloqueos de los lagrimales, y lagrimeo, debido a esa cara chata que tanto aprecian los criadores. Otros problemas se relacionan con los rasgos que confieren su particularidad a ciertas razas: en las camadas de gatos de las razas fold escocés o manx pueden aparecer defectos en la estructura ósea. Los criadores más populares conocen los problemas genéticos que suelen sufrir las razas con las que trabajan, y se ocupan de mantenerlos bajo control. Quienquiera que piense comprar un gatito de raza debe hablar con franqueza con respecto a cualquier problema que pueda tener la raza que le interesa y lo que se hace para reducir su frecuencia de aparición.

Características por raza

Los gatos de raza se dividen de manera más o menos arbitraria en dos grupos, que se diferencian por su estructura corporal y el nivel de actividad de las razas que los forman.

Las que componen el primer grupo, el llamado oriental, se distinguen porque los gatos tienen cuerpos largos y esbeltos, y participan de forma activa del mundo que les rodea. No van a estar contentos si no supervisan la cena, o trepan a lo alto de la estantería, o molestan a algún perro distraído, o se aseguran de saber qué está haciendo cada miembro de la familia. Desde el punto de vista de estos gatos, uno no puede salir adelante sin su ayuda. Los gatos de este grupo, entre los cuales se cuentan los siameses, los burmeses y los abisinios, suelen considerarse más inteligentes y con mayor capacidad para ser entrenados.

El otro grupo, el de los gatos que no son de tipo oriental, ve el mundo de manera completamente diferente. Si eres grande y bello, la vida resuelve tus necesidades. ¿Para qué interrumpir una buena siesta para ver qué hay allá arriba, en lo alto de esa estantería? Los gatos de este grupo, como los persas, los ragdoll y los británicos de pelo corto, suelen estar perfectamente a gusto dormidos en tu regazo mientras lees, y no sentirán el impulso de toquetear las páginas cuando las pasas.

¿Quieres un gato para conversar?

Uno de los rasgos que puede predecirse con facilidad según la raza es lo maullador que será el animalito. Hay razas tan calladas que uno casi ni se da cuenta de que los gatos andan por ahí, y otros nos comunican cada idea que les pasa por la mente, nos avisan de cada minuto en que están despiertos, con todo tipo de maullidos.

Los siameses son conversadores reconocidos, pero hay otras razas que también destacan por esa misma característica. Los balineses, una versión de pelo largo de los siameses, también son muy sonoros, igual que los orientales de pelo corto y los punto de color de pelo corto (o colorpoint, por su nombre en inglés), y los tonquineses, que son versiones de los siameses. Entre los felinos conversadores también se encuentran la raza bombay, los burmeses, los rex y los ocicat.

Los gatos callados suelen ser los de complexión más robusta y carácter más tranquilo: los persas, el británico de pelo corto y los maine coon.

A primera vista, las diferencias entre estas razas parecerían relacionadas con su manto de piel, dejando a los de cuerpo esbelto y pelo corto en el primer grupo, y a los de pelo largo y estructura sólida en el segundo. Esta suposición podría llegar a ser cierta si no fuera por los ejemplares que ofrecen incluso un número mayor de opciones en un gato, como es el caso de los animales de pelo largo de la raza siamesa (los balineses) y abisinia (los somalíes) y de una raza que es casi una versión de pelo corto de los persas (los llamados exóticos).

A diferencia de los perros de pura raza, que a grandes rasgos se dividen según sus capacidades —cazadores, pastores, etc.—, los gatos no son tan fáciles de categorizar. Esto no debería sorprendernos, ya que cada gato es único, y si no estás convencido todavía, pregúntale a cualquiera sobre estos pequeños felinos.

Como la división que hemos planteado no es suficiente, a continuación presentamos una serie de categorías que agrupan las razas, y que resulta tan difícil de hacer como pastorear gatos. La subdivisión no es perfecta, pues hay algunos gatos de pelo largo entre los de mayor tamaño, por ejemplo, y algunas de las razas más activas también se destacan por otros rasgos. (En esos casos mencionamos las razas dos veces, una en cada categoría.) La razón por la que establecimos estas categorías es que supusimos que dividir las casi 50 razas según sus características podría facilitarte la tarea de decidir qué tipo de gato quieres.

El grupo de los activos-extrovertidos

Los siameses son el prototipo de este grupo. Se meten en todo, siempre quieren saber qué estás haciendo, y siempre sugieren mejores maneras de hacerlo, con ruidosos maullidos. Esas características son la esencia de estos gatos, que se cuentan entre los más fáciles de reconocer por sus conocidas marcas de punto (las zonas oscuras que tienen en los extremos, o puntas, del cuerpo). La raza siamesa es tan importante que sus genes se mezclaron en el desarrollo de muchas otras, como la himalaya (una versión con marcas de punto de los persas); la balinesa (en pocas palabras, una versión de pelo largo de los siameses); la birmana; la burmesa; la habana; la ocicat; la oriental de pelo corto (un siamés de colores sólidos y patrones que cubren todo el cuerpo); la punto de pelo corto (un siamés con más variedad en los colores del punto) y la tonquinesa. Es de esperar que muchas de estas razas también sean activas, como el siamés. La himalaya es una excepción.

Un gato no necesita ser siamés o compartir el código genético con esa raza para ser especialmente activo. El abisinio, con marcas que recuerdan a un gato montés y la reputación de ser una de las razas más inteligentes y despiertas, es de carácter parecido, aunque no es tan charlatán. Otras razas con energía a raudales son la bombay, la cornish rex y la devon rex (con su pelo rizado), la mau egipcia, la somalí (un abisinio de pelo largo) y la esfinge (que carece de pelo).

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Figura 2-1: Entre las razas activas se incluyen la cornish rex, la burmesa, la abisinia y la siamesa

recuerda.jpgSi bien estas razas pueden ser una constante fuente de diversión a causa de su actividad y su audacia, también pueden llegar al otro extremo. Debes estar preparado para aguantar al gato que trepa por las cortinas y cuyo comportamiento juvenil se mantiene a lo largo de los años, toda la vida. Estos gatos siempre quieren jugar, sea la hora que sea. Quieren estar contigo todo el tiempo, pero no encima de ti, pues eso ya es otra cosa. No esperes que se echen en tu regazo tranquilamente: tienen cosas más importantes que hacer.

consejo.jpgLas personas que prefieren estas razas lo hacen por la siguiente razón: son gatos divertidos. Si te interesa una de ellas, pertréchate con juguetes de todo tipo, porque los vas a necesitar.

Un toque de naturaleza virgen

Uno de los muchos aspectos que los seres humanos encontramos atractivo en los gatos es que hasta en el más domesticado y afectuoso de estos compañeros se mantiene un toque del tigre. Indudablemente, las rayas del tigre permanecen en muchas de nuestras mascotas y nos recuerdan el vínculo que hay entre los grandes felinos y los pequeños; ese recordatorio queda reforzado cuando vemos caminar, correr o saltar a nuestro gato. La gracia y la fuerza poderosa son iguales para los grandes y los pequeños felinos.

Nuestros gatos aceptaron ser domesticados pero en sus propios términos, y siempre mantienen una reserva minúscula de su pasado salvaje.

El atractivo que tiene para nosotros ese toque salvaje se hace patente en nuestro interés por desarrollar razas de gatos con algo de esa característica, no tanto en las rayas atigradas, que son tan comunes, sino en sus mantos manchados y punteados, que nos hacen pensar en otro gran felino: el leopardo.

datos_gatunos.jpgUna de las razas más polémicas es la california spangled, debido a la manera tan particular en que su creador decidió comercializar a los gatitos: a través del catálogo navideño de Neiman Marcus, una carísima tienda. Cada gatito costaba 1400 dólares (unos 1000 euros), y esto abrió el debate, pues mucha gente consideró que el hecho de vender gatos por catálogo transmitía un mensaje erróneo: que los gatos eran poco más que juguetes vivientes o accesorios con el sello de un decorador.

Como sucede con esta polémica raza y con la mayoría de los gatos con pelaje manchado, parecido al del leopardo, ninguno tiene sangre salvaje, sino que son el resultado de múltiples cruces realizados por los criadores para producir mantos que hagan que su gato doméstico se parezca a sus primos salvajes. En esta categoría se incluye el ocicat, derivado de siameses y abisinios y que recibe su nombre del ocelote, al cual se parece. El mau egipcio (mau significa ‘gato’ en egipcio) es otra belleza moteada, un precioso gato con el que se buscaba un parecido al de los gatos que se ven en el antiguo arte egipcio.

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Figura 2-2: El bengalí, el mau egipcio y el ocicat evocan la belleza del leopardo con su manto moteado

Un gato completamente diferente es el bengalí, desarrollado a partir del cruce entre gatos domésticos y gatos de Bengala, unos gatos salvajes asiáticos. Los aficionados a esta raza sostienen que los rasgos salvajes de su temperamento han desaparecido a lo largo de generaciones de cruzar únicamente a los bengalíes más amigables, aunque mantienen la apariencia del gato salvaje del cual provienen.

El temperamento de estas mezclas de apariencia más “salvaje” por lo general está en un punto medio entre los activos y los más calmados, que presentaremos en la siguiente sección. No son tan plácidos y sedentarios, pero tampoco son tan enérgicos como otras razas. Para quienes sienten debilidad por el aspecto de un leopardo pero dentro un paquete más pequeño, manejable y afectuoso, estos gatos son los indicados.

Bellezas de pelo largo

Aparte del siamés, el persa es el otro gato que casi cualquier persona, sea amante de los gatos o no, reconoce entre la multitud. El increíble manto de esta raza ha causado fascinación desde hace siglos. Cuando una compañía busca un gato que evoque el concepto de glamour, por lo general se decide por un persa, y no por casualidad. Este gato es el glamour hecho animal, sin duda.

Quizá no haya otra raza que muestre tal variedad, con atigrados de todos los colores, concha de tortuga, tricolores, todas las gamas de color imaginables y jaspeados de todo tipo. Las marcas características del siamés se encuentran también en el himalaya, que en las exposiciones de gatos se considera el persa con marcas de punto.

Si buscas un gato con pelo largo de apariencia más natural, hay muchas opciones. El angora turco y el gato del lago Van son dos antiguas razas de pelo largo. El gato de los bosques noruegos, el maine coon y el siberiano son variedades que tienen cierto aire rústico. Y no debemos olvidar al birmano, el gato sagrado de Birmania, una raza que se parece a la himalaya pero con un color más oscuro en las puntas, a excepción de las patas delanteras, que son de un blanco inmaculado.

El ragdoll es otro ejemplar de pelo largo y manchas de punto con patas blancas, pero de orígenes más modernos (fue “inventado” en la década de 1960), y es una buena opción para quienes buscan un gato de pelo largo, en particular si lo quieren de temperamento tranquilo. Otro encantador animalito de pelo largo, de reciente creación, es el chantilly/tiffany, un gato de pelo muy sedoso, generalmente de color chocolate.

Entre las filas de los de pelo largo hay unas cuantas razas que se diferencian de sus parientes más conocidos únicamente por la longitud del pelo. En esta clase se encuentran el cymric, un manx de pelo largo, así como el somalí (un abisinio de pelo largo), el balinés (un siamés de pelo largo) y el javanés (un punto de color en versión de pelo largo).

recuerda.jpgEl mayor reto para los dueños de estos gatos es el cuidado del pelaje. El largo y lustroso manto de los persas se enreda con facilidad y mantenerlo en buenas condiciones exige atención diaria. Otros gatos de pelo largo no requieren tantos cuidados, pero hay que dedicarles más atención que a los de pelo corto. Y todos pelechan de forma notoria. El pelo que se tragan, las conocidas bolas de pelo, también es un problema en estos gatos.

sigue_las_huellas.jpgEn el capítulo 9 encontrarás toda la información necesaria sobre los cuidados del pelaje de estos animales, y también hallarás más datos sobre las bolas de pelo.

El temperamento de los gatos de pelo largo depende de lo que haya bajo ese sedoso manto. Si encontramos una estructura de cuerpo esbelta y larga, oriental, como en el caso del balinés, el gato será activo. Las variedades más grandes y robustas, como el persa y el gato noruego de los bosques, tienden a ser tranquilas.

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Figura 2-3: El persa, el birmano y el himalaya son conocidos por sus pelajes largos y lustrosos

Los gatos de gran tamaño

Si bien no vas a encontrar un gato doméstico del tamaño de un perro San Bernardo —esperamos que no—, hay unas cuantas razas que se clasificarían como “pesos pesados” entre los gatos. La mayoría de los gatos sanos, de raza o no, pesan entre 4 y 6 kilos, pero entre estas variedades grandes hay gatos machos que llegan a los 8 o 10 kilos. ¡Esos gatos sí que pueden calentarte en una noche fría!

Se creía que el más grande de los gatos domésticos era el gato siberiano de los bosques, con machos que superaban los 10 kilos. Esta raza es muy escasa, así que, si buscas un animal de gran tamaño, quizá te convenga un maine coon, o tal vez el noruego de los bosques, otro gatazo de pelo largo. Otras razas de tamaño mayor que el promedio, y de pelo largo, son el ragdoll, el van turco y el bobtail americano.

Si prefieres un gato grande sin tanto pelaje, inclínate por el británico de pelo corto, el americano de pelo corto y el cartujo o chartreux.

recuerda.jpgLos gatos grandes son de temperamento más bien tranquilo y despreocupado. Si buscas un gato activo y que participe en tus actividades, éstos no son los adecuados.

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Figura 2-4: El van turco, el maine coon y el británico de pelo corto son razas perfectas para quienes prefieren los gatos grandes

Algo diferente

Constantemente se están creando nuevas razas de gatos, algunas por accidente y otras por un diseño deliberado. Muchas empiezan cuando alguien nota que un gatito tiene algo “diferente”, ya sean las orejas, las patas o alguna característica que lo distinga de los demás. Estos gatos son los más escasos y también los más polémicos. También están entre los más caros, si es que logras hacerte con uno.

El pelaje —o la ausencia de éste— distingue a varias razas. Entre éstas se encuentran el gato esfinge, que prácticamente no tiene pelo (apenas una pelusa en la cara, las patas y la cola), las razas rex (con las variedades cornish, devon, german y selkirk) de pelo rizado, los laperm y los americanos de pelo de alambre.

La cola —o la ausencia de ella— caracteriza a otras razas. El manx es el más conocido entre los gatos sin cola o de cola corta, pero hay otros. El cymric es un manx de pelo largo. El bobtail japonés, el bobtail americano y el pixie bob completan el inventario de los gatos con una cola peculiar.

¿Y qué hay de las orejas? Hay dos razas que se definen por la mutación de orejas: el fold escocés, cuyas orejas están dobladas hacia delante, y el curl americano, cuyas orejas se arquean hacia atrás.

Sin duda, la raza que más polémica ha levantado en los últimos años es la munchkin, un gato de patas cortas. Aunque hay personas que sostienen que es una mutación que no debería desarrollarse como raza, otros no ven mayor diferencia entre estos gatos y los perros de patas cortas, de los cuales hay varias razas, como la salchicha. Lo cierto es que la controversia alrededor de las razas que se desarrollan a partir de mutaciones no va a apaciguarse en un futuro cercano.

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Figura 2-5: El esfinge, que no tiene pelo; el fold escocés, con sus típicas orejas, y el bobtail, van a dar pie a conversación

¿Debes tener en cuenta alguna de estas razas como opciones? Por supuesto. Si buscas un gato que dé que hablar, éstos son los mejores. Pero también debes estar preparado para las opiniones de que quienes creen que es una mala idea perpetuar esas sorpresas genéticas.

Los gatos sin clasificar

Ya lo dijimos antes: agrupar a los gatos es muy difícil, y hay razas que se resisten a entrar en cualquier categoría. Este hecho toma una relevancia especial en el caso de la singapura, una raza del sureste asiático que se parece a la abisinia, pero es excepcionalmente pequeña, con lo cual podría abrir su propia categoría.

¿Y dónde queda la snowshoe, una raza de gatos cuyo origen proviene del cruce de muchas razas y que se parece al siamés de patas blancas pero no tiene un temperamento tan activo? No hemos podido clasificarla.

Hay otras tres razas de tamaño medio y carácter afable cuyo pelaje es notable: el korat y el azul ruso, tailandés el primero y ruso el segundo, famosos por sus mantos de color azul-gris, al igual que el nibelungo.

El gato común, que no es tan común

datos_gatunos.jpgA la mayoría le importa poco si un gato tiene pedigrí o si su raza tiene un nombre extraño. Sencillamente le gustan los gatos, y le basta con adoptar uno que le parezca bonito o que llene su vida. Los gatos comunes se llaman también mestizos o criollos, lo cual quiere decir “de razas mezcladas”. El gato común es el producto de una mezcla aleatoria, en la que el azar ha sido el mayor componente, sin lógica ni justificación, al menos desde el punto de vista humano.

A pesar del azar, hay muchos gatos comunes que se parecen a sus primos de raza. Un atigrado grande, de color café y pelo largo puede parecerse bastante a un maine coon. En términos de amor y afecto, estos gatos no son ni más ni menos valiosos que sus homólogos con pedigrí.

Incluso sin contar con intermediación humana, estos gatos muestran una amplia gama de rasgos físicos notables. Entre los más populares se encuentran los gatos de esmoquin (porque las manchas de su piel se parecen a esta prenda masculina), los tricolores (calicó y concha de tortuga o carey), y más de un admirador siente debilidad por el atigrado rojo.

sigue_las_huellas.jpg¿Es cierto que los patrones tricolor y carey sólo se ven en las hembras? La sorprendente respuesta a esta pregunta se encuentra en el capítulo 19.

Lo importante es tener claro que todos los gatos pueden llegar a ser mascotas especiales, sin importar de dónde vienen ni cuál es su apariencia. Y a pesar de que se vean diferentes, tienen mucho en común en términos de salud, tamaño y comportamiento.

Las diferencias son sólo significativas en relación con tus expectativas hacia la mascota. Antes de que le abras las puertas de tu corazón a un gato, debes conocer tu propio corazón.

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Figura 2-6: Los gatos tricolor y de esmoquin representan parte de la variedad de los gatos comunes