7. ¿MARAVILLAS ANTIGUAS O CENTROS DE VIAJES ESPACIALES?
Al norte de Damasco yace la terraza de Baalbek —una plataforma construida de bloques de piedra, algunos de más de 65 pies de largo y con un peso de alrededor de 2000 toneladas. Hasta ahora los arqueólogos no han sido capaces de dar una convincente explicación de por qué y cómo y por quiénes se construyó la terraza de Baalbek.




Sin embargo, el profesor ruso Agrest considera posible que la terraza sea el remanente de una gigantesca pista de aterrizaje.
Si aceptamos pacíficamente el prolijo paquete de conocimientos que los egiptólogos nos brindas, el antiguo Egipto aparece de repente y sin transición con una fantástica civilización prefabricada. Grandes ciudades y enormes templos, estatuas colosales con un tremendo poder expresivo, espléndidas calles franqueadas por magníficas esculturas, perfecto sistema de drenaje, lujosas tumbas cavadas en las rocas, pirámides de asombroso tamaño y muchas otras maravillosas por todo el terreno.
¡Genuino milagro en un país que es capaz de repente de estos logros sin prehistoria conocida!
Suelo fértil para la agricultura existe en el delta del Nilo y en pequeñas cintas a la derecha e izquierda del río. Sin embargo, los expertos estiman la cantidad de habitantes por el tiempo de la construcción de la Gran Pirámide, en 50 000 000 (Una cifra, accidentalmente en flagrante contradicción con los 20 000 000 considerados como la población total del mundo en el 3000 a. C.)
Con estas enormes estimaciones, un par de millones más o menos no importan. Pero algo está claro —tenían que ser alimentados. No había solamente una multitud de trabajadores de la construcción, trabajadores de la piedra, ingenieros, y marineros, también había no sólo cientos de miles de esclavos, sino también un ejército bien equipado, un gran clero, incontables mercaderes, agricultores y oficiales, y finalmente pero no menos importante, la familia del faraón viviendo de la tierra. ¿Pudieron todos vivir con las escasas cosechas del delta del Nilo?
Me dirán que los bloques de piedra usados para construir el templo se movieron sobre rodillos. En otras palabras, rodillos de madera. Pero los egipcios apenas podrían haber talado y convertido en rodillos los pocos árboles, fundamentalmente palmeras, que entonces (como hoy) crecen en Egipto, porque los dátiles de las palmeras eran urgentemente necesarios para comida y los troncos y ramas eran lo único que daba sombra al suelo reseco. Pero deben haber sido rodillos de madera, si no, no habría ni siquiera la más débil explicación técnica para la construcción de las pirámides. ¿Importaron madera los egipcios? Para importar madera tuvo que haber una flota, y después de desembarcar en Alejandría la madera debió ser transportada por el Nilo hasta el Cairo. Como los egipcios no tenían caballos y carretas al tiempo de la construcción de la Gran Pirámide, no habría otra solución. Los carros con caballos fueron introducidos en la décimo séptima dinastía, alrededor de 1600 a. C. ¡Mi reino por una explicación convincente para el transporte de los bloques de piedra! Por supuesto, los eruditos dicen que se necesitaron rodillos de madera…




Canal descendente.

Hay muchos problemas conectados con la tecnología de los constructores de pirámides, y no hay soluciones genuinas.
¿Cómo tallaron los egipcios las tumbas en la roca? ¿Qué recursos tuvieron para crear un laberinto de galerías y habitaciones? La paredes son lisas y casi todas decoradas con pinturas en relieve. Hay escalones construidos con la mejor tradición de los artesanos, que llevan a la cámara mortuoria muy por debajo. Hordas de turistas se paran a mirar con asombro pero ninguno obtiene una explicación de la misteriosa técnica usada para la excavación. Sin embargo, está firmemente establecido que los egipcios eran maestros del arte de hacer túneles desde los primeros tiempos, dado que las tumbas antiguas están hechas de la misma forma que las más recientes. No hay diferencias entre la tumba de Tety, de la sexta dinastía, y la de Ramsés I del Nuevo Reinado, aunque hay un mínimo de mil años entre ambas construcciones. Obviamente, los egipcios no aprendieron nada nuevo para agregar a su antigua técnica. De hecho, los edificios más recientes tienden cada vez más a ser pobres copias de los antiguos modelos.
El turista que va a los golpes por el camino a la pirámide de Keops, al oeste del Cairo, en un camello llamado Wellington o Napoleón, según la nacionalidad, obtiene la extraña sensación en la boca del estómago que las reliquias del misterioso pasado siempre produce. El guía le cuenta que un faraón tenía un lugar para su tumba construido allí. Y con ese pedacito de erudición se vuelve a casa, después de haber tomado algunas fotografías impresionantes. La pirámide de Keops, en particular, ha inspirado cientos de locas e insostenibles teorías. En su libro de 600 páginas «Nuestra herencia de la Gran Pirámide», de Charles Piazzi Smith, publicado en 1864, podemos leer muchos nexos entre la pirámide y nuestro globo, que ponen los pelos de punta.
Sin embargo, después de un examen crítico, todavía contiene algunos datos que nos deberían estimular a la reflexión.
Es bien sabido que los antiguos egipcios practicaban una religión solar. Su dios del sol, Ra, viajaba a través del cielo en un barca. Los textos de las pirámides del Antiguo Reinado incluso describen viajes celestiales del rey, obviamente hechos con la ayuda de los dioses y sus barcos. Así que los dioses y reyes de los egipcios también estaban involucrados con vuelos…
¿Es una coincidencia que la altura de la pirámide de Keops multiplicada por mil millones —98 000 000 millas— corresponda aproximadamente a la distancia entre la tierra y el sol? ¿Es una coincidencia que el meridiano que corre entre la pirámide divida continentes y océanos en dos mitades exactamente iguales? ¿Es coincidencia que el área de la base de la pirámide dividida entre dos veces su altura dé el famoso número PI = 3.14159? ¿Es coincidencia que se encontraron cálculos del peso de la tierra y es también coincidencia que el terreno pedregoso en que la estructura se encuentra está cuidadosa y perfectamente nivelado?
No hay una sola clave para explicar por qué el constructor de la pirámide de Keops, el faraón Khufu, eligió este particularmente rocoso terreno en el desierto como el lugar para su construcción. Es concebible que hubiera una grieta natural en la roca que él usó para su colosal construcción, mientras otra explicación, bastante débil, dice que quiso seguir la construcción desde su palacio de verano. Ambas razones están contra el sentido común. En el primer caso, seguramente hubiera sido más práctico ubicar la construcción más cerca de las canteras del este para acortar las distancias de transporte, y segundo, es difícil imaginar que el faraón quisiera, año tras año, ser molestado con el estruendo que llenaba los lugares de construcción día y noche aún en esos días. Desde que hay tanto para ser dicho contra las razones que dan los textos en cuanto a la elección del lugar, nos podemos preguntar razonablemente si los «dioses» no tuvieron su intervención aquí, también, aún si fue mediante los sacerdotes. Pero si esa explicación es aceptada, es una importante prueba de mi teoría del pasado de la humanidad. Porque la pirámide no sólo divide continentes y océanos en dos mitades iguales, también se ubica en el centro de gravedad de los continentes. Si los hechos indicados acá no son coincidencias —y parece muy difícil creer que lo sean— entonces el sitio de la edificación fue elegido por seres que sabían todo sobre la forma esférica de la tierra y la distribución de los continentes y mares. No nos olvidemos de los mapas de Piri Reis. No puede ser todo coincidencia o ser explicado por cuentos de hadas.
¿Con qué poder, con qué máquinas, con qué recursos técnicos se niveló el terreno rocoso? ¿Cómo dirigieron los maestros constructores los túneles hacia abajo? ¿Y cómo los iluminaron? Ni aquí ni en las tumbas cavadas en las rocas del Valle de los Reyes se usaron antorchas o algo similar. No hay techos ennegrecidos ni paredes, ni el más mínimo vestigio de haber limpiado ennegrecimientos. ¿Cómo y con qué fueron los bloques de piedra cortados y sacados de las canteras? ¿Con ángulos agudos y lados suaves? ¿Cómo fueron transportados y acoplados a menos de una milésima de pulgada? Nuevamente hay una cantidad de explicaciones para el que quiera elegir: planos inclinados a lo largo de los cuales las piedras fueron arrastradas, rampas y andamiajes. Y naturalmente el trabajo de muchos cientos de miles de esclavos egipcios: labriegos, constructores y artesanos.
Ninguna de estas explicaciones se mantiene en pie con un examen crítico. La Gran Pirámide es (¿y sigue siendo?) un testimonio visible de una técnica que nunca pudo comprenderse. Hoy, en el siglo veinte, ningún arquitecto podría construir una copia de la pirámide de Keops, aun cuando los recursos técnicos de todos los continentes estuvieran a su disposición.
2 600 000 gigantescos bloques fueron extraídos de las canteras, decorados y transportados, y ajustados en la construcción con una separación menor a una milésima de pulgada. Y adentro, en lo profundo, en las galerías, las paredes fueron pintadas con colores.
El lugar de la pirámide fue un capricho del faraón.
Las dimensiones clásicas, sin paralelo, de la pirámide, se le ocurrieron al maestro constructor por casualidad.
Varios cientos de miles de empujaron y arrastraron bloques de doce toneladas hacia arriba por una rampa con (inexistentes) cuerdas sobre (inexistentes) rodillos.
Esta muchedumbre de trabajadores vivieron con (inexistente) grano. Durmieron en (inexistentes) cabañas que el faraón construyó en las afueras de su palacio de verano.
Los trabajadores eran dirigidos con un «¡Arriba!» salido de un (inexistente) parlante, y así los bloques de doce toneladas eran empujados hacia el cielo al unísono.
Si los industriosos trabajadores hubieran alcanzado la extraordinaria tasa de diez bloques apilados por día, uno arriba de otro, hubieran armado los 2 600 000 bloques en la magnífica pirámide en alrededor de 250 000 días, 664 años. Sí, y no olviden que todo esto vino como un capricho de un rey excéntrico que no vivió para ver la terminación del edificio que había inspirado.
Por supuesto no debemos ni siquiera sugerir que esta teoría, tan seriamente desarrollada, es ridícula. Sin embargo, ¿quién es tan ingenuo como para creer que la pirámide no era otra cosa que la tumba de un rey?
¿Quién considerará la transmisión de signos matemáticos y astronómicos pura casualidad?
Hoy en día la Gran Pirámide es sin dudas atribuida al Faraón Khufu como inspirador y constructor. ¿Por qué? Porque todas las inscripciones en las tablas refieren a Khufu. Me parece obvio que la pirámide no pudo ser levantada durante una sola vida. ¿Y si Khufu falsificó las inscripciones y tablas que se supone proclamarían su fama? Éste era un procedimiento bastante popular en la antigüedad, como lo atestiguan varios edificios. Cuando un gobernante dictatorial quería fama para él solamente, daba órdenes para que se llevar a cabo este proceso. Si éste fuera el caso, la pirámide existió mucho antes de que Khufu dejara su tarjeta de visita.
En la biblioteca de Bodelia, en Oxford, hay un manuscrito en el cual el autor cóptico Mas-Udi asegura que el rey egipcio Surid fue quien construyó la pirámide. Curiosamente, Surid gobernó Egipto antes del Diluvio. Y este sabio rey Surid ordenó a sus sacerdotes que dejaran por escrito la totalidad de su conocimiento y escondieran los escritos dentro de la pirámide. Así que según la tradición cóptica la pirámide fue construida antes del Diluvio.
Herodoto confirma esta suposición en el Libro II de su Historia. Los sacerdotes de Tebas le han mostrado 341 estatuas colosales, cada una de las cuales representa una generación de sumos sacerdotes por un período de 11 340 años. Ahora sabemos que cada sumo sacerdote se hacía su estatua durante su vida; y Herodoto también cuenta que durante su estadía en Tebas, un sacerdote tras otro le mostró su estatua como prueba de que el hijo siempre había seguido al padre. Los sacerdotes le aseguraron a Herodoto que sus aseveraciones eran exactas porque habían dejado todo por escrito durante muchas generaciones. Antes de estas 341 generaciones, los dioses habían vivido con ellos, y desde entonces ningún dios los había visitado nuevamente en forma humana.
El período histórico de Egipto es usualmente estimado en alrededor de 6500 años. ¿Entonces por qué los sacerdotes le mintieron tan descaradamente a Herodoto sobre sus 11 340 años? ¿Y por qué dieron tanto énfasis en que ningún dios había vivido con ellos por 341 generaciones? Estos precisos detalles no tendrían sentido si nunca los «dioses» hubieran vivido con ellos en el pasado remoto.
Sabemos poco y nada sobre el cómo, por qué y cuándo de la construcción de la pirámide. Una montaña artificial, de unos 490 pies de altura y 6 500 000 toneladas de peso, se encuentra allí como evidencia de un logro increíble, y ¡este monumento se supone que no es más que el lugar de entierro de un rey extravagante! Cualquiera que pueda creer esta explicación es bienvenido a ella…
Momias, igualmente incomprensibles y todavía no explicadas convincentemente, nos miran desde el remoto pasado como si guardaran algún mágico secreto. Muchos pueblos conocían la técnica de embalsamar cadáveres, y hallazgos arqueológicos favorecen la suposición de que los seres prehistóricos creían en un retorno corporal a una segunda vida. Si nuestros ancestros hubieran creído sólo en un regreso espiritual no se hubieran tomado tanto trabajo con los muertos. Los hallazgos en las tumbas egipcias dan ejemplo tras ejemplo de la preparación de cadáveres embalsamados para un regreso corporal.
¡Lo que dice la evidencia, la prueba visible, no puede ser tan absurdo! Dibujos y sagas indican que los «dioses» prometieron volver de las estrellas para despertar a los cuerpos bien preservados a una nueva vida. Es por esto que el aprovisionamiento de los cuerpos embalsamados en las cámaras mortuorias tomó una forma tan práctica dado que estaba previsto para una vida más allá de la tumba. ¿De otra forma para qué tendrían dinero, joyas y sus artículos favoritos? Y como tenían en la tumba algunos de sus sirvientes, quienes sin duda fueron enterrados vivos, el punto de todas las preparaciones era obviamente la continuación de la antigua vida en una nueva. Las tumbas eran tremendamente durables y sólidas, casi a prueba de bombas atómicas; podían sobrevivir los pillajes de todas las épocas. Los elementos valiosos dejados en ellas, oro y piedras preciosas, eran virtualmente indestructibles. No me ocupo acá de los abusos posteriores de la momificación, sólo me ocupo de la pregunta: ¿quién puso la idea de un renacimiento corporal en las cabezas de los paganos? ¿Y de dónde vino la primera idea audaz de que las células del cuerpo debían ser preservadas para que el cadáver, en un lugar muy seguro, pudiera ser despertado para una nueva vida después de miles de años?
Hasta ahora esta compleja vuelta a despertar sólo ha sido considerada desde el punto de vista religioso. Pero supongamos que el faraón, quien seguramente sabía más sobre la naturaleza y las costumbres de los «dioses» que sus súbditos, tenía estas locas ideas: «Debo hacerme un lugar para mi entierro que no pueda ser destruido por milenios y que sea visible desde muy lejos. Los dioses prometieron volver y despertarme (o los doctores del futuro distante encontrarán un modo de devolverme a la vida).»
¿Qué tenemos que decir de esto en la era espacial?
En su libro «Probabilidades de la Inmortalidad» publicado en 1965, el físico y astrónomo Robert C. W. Ettinger sugiere un modo en el cual hombres del siglo veinte podemos congelarnos para que las células puedan seguir viviendo desde el punto de vista médico y biológico, pero enlentecidas un billón de veces. En el presente esta idea puede seguir pareciendo utópica pero cada gran clínica hoy en día tiene un banco de huesos que preserva huesos humanos en una condición de congelamiento durante años y que están adecuados para su uso cuando sea necesario. La sangre fresca —esto también es una práctica universal— puede ser conservada durante un tiempo ilimitado a 1960 grados centígrados bajo cero, y las células vivientes pueden almacenarse casi indefinidamente a la temperatura de nitrógeno líquido. ¿Tenía el faraón una idea fantástica que pronto se llevará a la realidad?
Hay que leer dos veces lo siguiente para captar las fantásticas implicancias del resultado de esta investigación científica. En Marzo de 1963, biólogos de la Universidad de Oklahoma confirmaron que las células de la piel de la princesa egipcia Mene eran capaces de vivir. Y la princesa Mene ha estado muerta por varios miles de años.
Ha habido hallazgos de momias tan completamente preservadas e intactas que parecen estar vivas. Momias glaciares dejadas por los incas sobrevivieron las eras y teóricamente son capaces de vivir. ¿Utopía? En el verano de 1965 la televisión rusa mostró dos perros que habían estado profundamente congelados durante una semana. Al séptimo día fueron descongelados y siguieron viviendo tan bien como antes.
Los americanos —y esto no es secreto— están estudiando seriamente, como parte de su programa espacial, el problema de cómo congelar un astronauta en el futuro para el largo viaje a distantes estrellas.
El Dr. Ettinger, de quien muchas veces se burlan hoy en día, profetiza un futuro remoto en que los hombres no serán consumidos por fuego o comidos por gusanos, un futuro en que los cuerpos, congelados en cementerios o bunkers, esperarán el día en que los avances médicos puedan corregir la causa de su muerte y traer sus cuerpos a una nueva vida. Podemos tener la terrible visión de un ejército de soldados congelados que serán descongelados cuando sea necesario en caso de guerra. Una idea horripilante. ¿Pero qué conexión tienen las momias con la teoría de viajeros espaciales del pasado remoto?
Pregunto: ¿Cómo supieron en la antigüedad que las células del cuerpo continúan viviendo enlentecidas un billón de veces después de un tratamiento especial?
Pregunto: ¿De dónde vino la idea de inmortalidad, y cómo adquirieron los pueblos antiguos la idea de nuevo despertar corporal?
La mayoría de los pueblos antiguos conocían la técnica de momificación, y la gente rica la practicaba. No estoy preocupado por este hecho demostrable, sino con resolver el problema de dónde se originó la idea de volver a la vida. ¿Se le ocurrió la idea a algún rey o príncipe tribal puramente por casualidad, o algún próspero ciudadano vio a los «dioses» tratar los cuerpos con un complicado proceso y preservarlos en un sarcófago a prueba de bombas? ¿O algunos «dioses» (viajeros espaciales) trasmitieron a un inteligente príncipe de sangre real su conocimiento de cómo los cadáveres podían volverse a la vida después de un tratamiento especial?
Estas especulaciones requieren confirmación de fuentes contemporáneas. En unos pocos cientos de años, la humanidad tendrá un dominio de los viajes espaciales que es inconcebible hoy en día. Las agencias de viajes ofrecerán viajes a los planetas, con fecha de salida y regreso precisos. Obviamente para esto se requiere que todas las ramas de la ciencia acompañen esta evolución. La electrónica y cibernética solas no alcanzan. La medicina y la biología harán su contribución alargando las funciones vitales del ser humano. Hoy en día este departamento de investigación espacial está trabajando a tope. Debemos preguntarnos, ¿los viajeros espaciales de la prehistoria ya poseían este conocimiento que nosotros debemos adquirir nuevamente? ¿Una desconocida inteligencia ya conocía los métodos para tratar los cuerpos para que puedan ser revividos en miles de años? Tal vez los «dioses», siendo sagaces, tenían interés en preservar por lo menos un hombre muerto con todo el conocimiento de su época para que un día pudiera ser interrogado sobre la historia de su generación. ¿No es posible que ese interrogatorio hecho por «dioses» que volvieron ya haya tenido lugar?
En el curso de los siglos, la momificación, originalmente una materia solemne, se convirtió en una moda. De repente todos querían ser revividos, de repente todos pensaron que podrían tener una nueva vida di hacían lo mismo que sus antepasados. Los importantes sacerdotes, quienes poseían algún conocimiento de las vueltas a la vida, animaron este culto, porque su clase hizo un buen negocio con ello.
Ya he mencionado las edades físicamente imposibles de los reyes sumerios y las figuras bíblicas. Pregunté si esta gente no podrían ser viajeros espaciales que prolongaron su vida a través del efecto del diferente curso del tiempo en viajes interestelares a la velocidad de la luz.
¿Tal vez tengamos una pista de la edad increíble de estos hombres si asumimos que fueron momificados o congelados? Si seguimos esta teoría, entonces los desconocidos viajeros espaciales habrían congelado a importantes personalidades en la antigüedad, y los habrían puesto a dormir profundamente, como las leyendas nos cuentan, y después los habrían sacado del estante, descongelado, y conversado con ellos durante visitas subsiguientes. Al final de cada visita habría sido la tarea de los sacerdotes instruidos por los viajeros espaciales, preparar los muertos vivientes nuevamente y preservarlos una vez más en templos gigantes hasta que los «dioses» volvieran.
¿Imposible? ¿Ridículo? ¿Acaso la misma naturaleza no nos muestra casos de hibernación y renacimiento?
Déjenme ser mi propio abogado del diablo. ¿Aprendieron los egipcios la posibilidad de momificación de la naturaleza? Si fuera el caso, debería haber existido un culto de mariposas o escarabajos o por lo menos algún rastro de ese culto. No hay nada parecido. Las tumbas subterráneas contienen gigantes sarcófagos con animales momificados, pero dado su clima los egipcios no podrían haber copiado la hibernación de los animales.
A cinco millas de Helwan, yacen más de 5000 tumbas de diferente tamaño, todas de la época de la primera y segunda dinastía. Estas tumbas muestran que el arte de la momificación tiene más de 6000 años.
En 1953 el profesor Emery descubrió una gran tumba en el cementerio arcaico de Sakkara del Norte, que es atribuido a un faraón de la primera dinastía. Además de la tumba principal había otras 72 tumbas, ordenadas en tres filas, en las que yacían los cuerpos de los sirvientes que querían acompañar a su rey al nuevo mundo. No hay signos de violencia visible en los cuerpos de los 64 jóvenes hombres y mujeres. ¿Por qué aceptaron que los emparedaran y mataran?
La creencia en una segunda vida más allá de la tumba es muy conocida y la explicación más simple de este fenómeno. Además de oro y joyas al faraón le proporcionaron granos, aceita, y especias que obviamente serían provisiones para la vida que sobrevendría. Además de por ladrones, las tumbas fueron abiertas por faraones posteriores. En estos casos los faraones encontraron las provisiones en la tumba de su antecesor bien conservadas. En otras palabras, el muerto no las había ni comido ni llevado al otro mundo con él. Y cuando la tumba fue cerrada, se colocaron nuevas vituallas, la cámara fue cerrada, protegida contra ladrones y sellada con cintas. Es obvio que los egipcios creían en un renacimiento en el distante futuro, no un renacimiento inmediato.
En junio 1954, también en Sakkara, se descubrió una tumba que no había sido saqueada, dado que un cofre con joyas y oro se encontraba en la cámara mortuoria. El sarcófago estaba cerrado con una tapa corrediza, el lugar de una removible. El 9 de junio el Dr. Goneim ceremoniosamente abrió el sarcófago. No contenía nada. Absolutamente nada. ¿Se fugó la momia, dejando sus joyas detrás?
NOTA TOMADA DE INTERNET:
El misterio de la Pirámide de Sekhemkhet.

© Copyright M. Zakaria Goneim.
Cuando Zakaria Goneim, un egiptólogo nativo, y su equipo excavaron los escombros al oeste de la pirámide del paso de Djoser en Saqqara, encontraron una pirámide sin descubrir, inacabada. En su libro la pirámide perdida (Rinehart & Company, 1956), Goneim escribió:
Se puede pensar que, como el edificio ha sido usado como una mina en tiempos más recientes, su existencia era conocida hasta hace comparativamente poco tiempo. Afortunadamente pude obtener pruebas satisfactorias de que el monumento no había sido molestado por lo menos 3000 años y tal vez más. Prueba de ello es la cantidad de entierros posteriores que mis trabajadores encontraron durante la excavación, y como el más antiguo de éstos era de la Decimonovena Dinastía (1349-1197 a. C.), y como algunos fueron encontrados yaciendo sin ser molestados sobre la propia pirámide, es obvio que las paredes que habíamos descubierto no habían sido vistas por ojos humanos desde esa remota época (p. 64).
En enero de 1954, Goneim comenzó su búsqueda para la entrada de la pirámide, seguro de que no se habría construido «ninguna superestructura sin comenzar la subestructura». Excavando el lado norteño, primero encontró los restos de un templo mortuorio. Animado, buscó la entrada allí, pues la entrada a la pirámide de Djoser fue encontrada en una localización similar. Cuando esto fue en vano, se movió para trabajar por el norte. Finalmente, a cerca de 75 pies de la cara de la pirámide, encontró lo que parecía ser la galería de la entrada.
Mis trabajadores y yo estábamos intensamente excitados. Mientras que cavamos abajo en la arena, más y más del foso llegó a ser visible, estaba claro que acercábamos a la entrada a la subestructura de la pirámide. La pregunta que nos preocupó era: ¿«La entrada sería encontrada intacta, o los ladrones de la tumba entraron en la pirámide antes de nosotros?» [p. 91 ]
La galería fue bloqueada intermitentemente con albañilería gruesa, y los boquetes en medio llenados de escombro. El umbral a la pirámide fue destapado largamente. «Para nuestro alivio extremo». Goneim escribió, «encontramos que el umbral estaba intacto, sellado con la albañilería». La pirámide fue abierta el 9 de marzo de 1954. La puerta condujo en una galería alta cortada en la roca del fondo, pero a sesenta pies encontraron una pared del escombro que alcanzaba del piso al techo. El equipo encontró un eje vertical en el techo a través del cual el escombro había sido tirado; la boca del eje arriba fue enterrada en la superestructura de la pirámide. Goneim determinó que el eje no había sido practicado completamente desde que la pirámide fue construida. La obstrucción del escombro en el pasillo demostraba ser de más de quince pies de grueso, pero primero el eje tuvo que ser despejado de modo que los escombros no cayeran sobre los trabajadores abajo. Fue durante el claro de este eje que ocurrió un accidente fatal: uno de los trabajadores fue sofocado después de que fue enterrado cuando el piso cedió bajo su peso. Esto paró el trabajo en medio de cuentos de una maldición de la pirámide y exageró demandas por la prensa que mataron a ochenta hombres cuando se había derrumbado la «pirámide enteramente».
La excavación comenzó de nuevo una quincena más tarde, y el pasillo más allá fue encontrado para ser agrietado e inestable, haciendo necesario el refuerzo con la albañilería y la madera. Bajo capa gruesa de arcilla en el fondo del pasillo más allá de la obstrucción, los trabajadores «encontraron centenares de recipientes de piedra de muchas clases, similares a ésos encontrados en las galerías subterráneas de la pirámide de Djoser». También encontraron las pulseras y los brazaletes del oro, una varita del oro, y una caja cosmética de oro realizado en la forma de una cáscara de la concha de peregrino, toda entre pedacitos de la joyería y los granos y otros artículos de tocador. Se supuso que habían estado probablemente en un cofre de madera, descompuesto ya hacía tiempo, que pudo haber pertenecido a una señora de la casa del rey. Esta evidencia, Goneim escribió, «nos proveyó una pista valiosa al hecho de que, a pesar de su estado inacabado, la pirámide había sido utilizada para el entierro». Desechó nociones de que los artículos habían sido abandonados por los ladrones de la tumba de la antigüedad:
Mi respuesta a tales críticos es ésta. Los objetos fueron encontrados bajo capa gruesa de arcilla. Los tazones de fuente de la piedra, platos, etc., habían sido arreglados cuidadosamente en capas con la arcilla sobre ellas como protección, y sobre esta arcilla los constructores habían llenado las piedras enormes de la obstrucción que había sido lanzada abajo del eje para llenarlo. Esa obstrucción, yo estoy convencido, nunca no había sido tocada puesto que el eje fue hecho por los constructores de la pirámide. Por lo tanto, los objetos, incluyendo la joyería del oro, se deben haber dejado allí deliberadamente, y no ser desechos de los ladrones. ¿En este caso, por qué los ladrones de la tumba se habrían ido dejando detrás objetos de valor y fácilmente transportables tales como las pulseras de oro y otras baratijas, que habían estado en un ataúd de madera, del cual todavía sigue habiendo los rastros? [p. 107 ]
Más adelante, los tarros fueron encontrados con los sellos de la arcilla que llevaban una impresión hecha con un sello del cilindro. Sobre ellos, Goneim leyó el nombre «de un rey hasta ahora desconocido». Sekhemkhet (otro nombre, Djoser Tati había conocido a este rey realmente). A más de cien pies de la entrada, otra puerta fue abierta y condujo a una galería que contenía 120 compartimientos del almacenaje (16 más fueron encontrados más adelante). El complejo entero estaba llenado a cerca de dos tejos de su altura con escombro. Más allá de esto, unos 236 pies distantes de la entrada de la pirámide, «una masa de roca aparentemente inmune» fue encontrada. Algo descorazonado, y trabajando más allá de abril, generalmente el final de la estación de la excavación, el trabajo progresaba lentamente en el corazón de la pirámide nuevamente descubierta y al parecer imperturbada. El 31 de mayo de 1954, más allá de diez pies de la obstrucción, Goneim subió en la oscuridad a una cámara acorazada grande acompañada por uno de su s principales trabajadores, Hofni.
En el centro de una cámara rústicamente hecha yacía un magnífico sarcófago de alabastro pálido, dorado, translúcido. Nos movimos hacia él. Mi primer pensamiento fue: «¿Está intacto?». Apresuradamente, con mi antorcha eléctrica, examiné la cerradura de tapa. Pero no había cerradura; la tapa era una sola pieza con el resto. [p. 115 ]

© Copyright J. P. Lauer.
El sarcófago demostró haber sido tallado de un solo bloque del alabastro, y la única abertura era un panel deslizante en un extremo, colocado en su posición desde arriba. Los restos carcomidos de una guirnalda se encontraban encima del sarcófago. El compartimiento, nunca terminado, fue rodeado por un complejo de galerías inacabadas. Ninguna entrada con excepción del paso excavado no podía ser encontrada. «Al fin», Goneim escribió, «yo podía convencerme más allá de cualquier sombra de una duda que éramos los primeros en entrar al compartimiento del sarcófago desde que sus fabricantes lo dejaron». Un examen cercano probó que la puerta deslizante al sarcófago fue sellada y no tenía marcas de haber sido forzada. Por primera vez en historia moderna, un entierro real intacto había sido descubierto dentro de una pirámide.
El interés de la prensa del mundo era enorme, y el hallazgo fue comparado al descubrimiento de la tumba de Tutankhamen. Los visitantes eran abundantes y Goneim se encontró en el centro de la publicidad. El descubrimiento inminente de la momia real fue anticipado con impaciencia por egiptólogos de esa época. La prensa primero fue admitida el 17 de junio, al principio de a diez por vez, pero más adelante hasta sesenta periodistas estuvieron allí. Finalmente, las preparaciones para la apertura del sarcófago se completaron, y el 26 de junio las cuerdas fueron enroscadas a través de los ganchos de acero insertados en dos agujeros encima del panel que resbalaba mientras que las luces y las cámaras fotográficas fueron colocadas en posición. Una pequeña cantidad de personas miraban, las palancas fueron insertadas en la grieta debajo del panel deslizante y los trabajadores tiraron poderosamente en las cuerdas. Al principio, el panel se pegó rápidamente. Fue acuñado firmemente en la posición, sellada con yeso. Pero entonces comenzó a moverse, primero solamente una pulgada, mientras escamas del yeso caían al piso, y luego resbaló hacia arriba. Cayendo en sus manos y rodillas, Goneim miró con fijeza adentro, impaciente por atestiguar la culminación de sus esfuerzos considerables. El sarcófago estaba vacío.
El interés público cesó inmediatamente con los títulos de las noticias tales como «Fiasco faraónico» y «cavan por tres años y no encuentran nada». Era para Goneim «un soplo amargo,» y su nombre se descoloró rápidamente en oscuridad relativa. Lo acusaron más adelante (falso, resultaría) de robar antigüedades y pasarlas de contrabando fuera del país, y consecuentemente él sufrió la humillación de la interrogación repetida de la policía. Desacreditado y alejado de sus tareas, se ahogó en el Nilo en 1957.
¿Por qué un compartimiento intacto de entierro contendría un ataúd sellado pero vacío? Poco después de abrir el sarcófago, Goneim había concluido:
… Me siento bastante seguro que el compartimiento que descubrí debajo de la pirámide nueva es otro ejemplo de una «tumba simulada» o del entierro ritual. Ninguna otra explicación cabe en los hechos, y a menos que la otra evidencia se produzca para contradecirla, continuaré aceptándola. Si esta hipótesis está correcta, explicaría por qué otros reyes de este período alejado —por ejemplo, Snofru— construyeron dos tumbas. [p. 153 ]
Jean-Phillipe Lauer, que le hizo su trabajo de vida para excavar el complejo de la pirámide del paso de Djoser, asumió el control la excavación del sitio de Sekhemkhet en 1963. Cuatro años más tarde, encontró una tumba del sur, saqueada y vacía excepto por la momia de un muchacho pequeño. Era su opinión que quitaron a la momia de Sekhemkhet, junto con las mercancías del entierro, durante el primer período intermedio, una época en que muchas de las viejas pirámides del reino fueron robadas. La mayoría de los egiptólogos creen, sin embargo, que el compartimiento que Goneim descubrió nunca fue pensado para ser el lugar del entierro de Sekhemkhet. ¿Dónde, entonces, está la momia del rey? Pudo haber estado en la saqueada tumba del sur, o puede permanecer aún sin descubrir en una tumba en alguna parte debajo de las arenas del desierto.
FIN NOTA DE INTERNET.
El ruso Rodenko descubrió una tumba, Kurgan V, a cincuenta millas de la frontera de Mongolia. Esta tumba tiene la forma de una colina rocosa forrada internamente con madera. Todas las cámaras mortuorias están encerradas en hielo eterno, y como resultado de ello los contenidos de la tumba se conservaron congelados. Una de estas cámaras contenía un hombre embalsamado y una mujer con un tratamiento similar. Los dos estaban provistos con todo lo que hubieran necesitado para una nueva vida: comida en platos, ropa, joyas, e instrumentos musicales. Todo estaba absolutamente congelado y en un excelente estado de conservación, incluidas las momias desnudad. Los estudiosos de la cámara identificaron un rectángulo que contiene cuatro filas de seis cuadrados, cada uno con un dibujo en su interior. ¡Todo podría ser una copia de la alfombra de piedra en el palacio asirio de Nineveh! Extrañas figuras parecidas a las esfinges con complicados cuernos en sus cabezas y alas en sus espaldas son claramente visibles, y su posición las muestra yendo hacia arriba.
Pero los motivos para una segunda vida espiritual difícilmente se puedan basar en los hallazgos de Mongolia. El congelamiento de las tumbas acá es demasiado de este mundo y obviamente con fines terrestres. ¿Por qué, y la pregunta nos sigue preocupando, creyeron los antiguos que los cuerpos preparados de esta forma lograban un estado que hacía su renacimiento posible? Esto es un enigma hasta hoy.
En la villa china de Wu Chuan hay una tumba rectangular que mide 45 por 39 pies; en ella yacen los esqueletos de 17 hombres y 24 mujeres. Acá, también, ninguno de los esqueletos muestra signos de una muerte violenta. Hay tumbas glaciares en los Andes, tumbas glaciares en Siberia, tumbas colectivas e individuales en China, Sumeria, y Egipto. Han sido encontradas momias en el lejano norte y en Sudáfrica. Y todos los muertos fueros provistos con lo necesario para una nueva vida, y todas las tumbas fueron planeadas y construidas como para sobrevivir miles de años.
¿Es mera coincidencia? ¿Son todos meramente datos individuales, extraños antojos de nuestros antepasados? ¿O hubo una antigua promesa de retorno corporal que desconocemos? ¿Quién pudo hacerla?
En Jericó se excavaron tumbas de 10 000 años y se encontraron cabezas moldeadas en yeso de 9000 años de antigüedad. Esto, también, es asombroso, porque claramente estos pueblos no tenían la técnica de alfarería. En otra parte de Jericó se descubrieron filas enteras de casas redondas. Sus paredes son curvadas hacia el techo, como cúpulas.
El omnipotente isótopo de carbono C-14, con cuya ayuda se puede determinar la edad de sustancias orgánicas, da una fecha de máximo 10 400 años en este caso. Las fechas determinadas científicamente coinciden bastante bien con las que transmitieron los sacerdotes egipcios.
Rocas prehistóricas en Lussac, Francia, forman un hallazgo especialmente interesante. Muestran dibujos de hombres completamente vestidos en estilo moderno, con sombreros, chaquetas y pantalones cortos. Abbe Breuil dice que los dibujos son auténticos y su afirmación lleva a toda la prehistoria a confusión. ¿Quién talló las rocas? ¿Quién tiene suficiente imaginación para concebir un hombre de las cavernas vestido con cueros que dibuja imágenes del siglo veinte en las paredes?


Algunas pinturas realmente magníficas de la edad de piedra fueron encontradas en 1940 en las cuevas de Lascaux, en el sur de Francia. Las pinturas en esta galería están tan llenas de vida e intactas como si se hubieran hecho hoy en día, y dos preguntas inmediatamente vienen a la mente. ¿Cómo se iluminó esta cueva para este trabajo tan laborioso en la edad de piedra, y por qué se decoraron las paredes con estas pinturas?










Dejemos a quienes consideran estas preguntas estúpidas que expliquen las contradicciones. Si los hombres de las cuevas eran primitivos y salvajes, no pueden haber producido estas asombrosas pinturas en las paredes de las cavernas. Pero si los salvajes eran capaces de pintar estos dibujos, por qué no pudieron ser capaces de construir cabañas como refugio. Las autoridades conceden que los animales tienen la habilidad de construir nidos desde hace millones de años, pero obviamente no cabe en su hipótesis de trabajo que el homo sapiens tuviera la misma habilidad.
En el desierto de Gobi, profundamente por debajo de las ruinas de Khara Khota —no lejos de las extrañas vitrificaciones que sólo pudieron producirse bajo la influencia de tremendo calor— el profesor Koslov halló una tumba de alrededor de 12 000 a. C. Un sarcófago contenía los cuerpos de dos hombres ricos, y el signo de un círculo con una bisectriz vertical fue hallado en el sarcófago.
Preguntas, preguntas, preguntas.
Dejemos en claro que no dudo de la historia de los últimos 2000 años. Hablo exclusivamente de la más remota antigüedad. No puedo dar fechas de la visita de inteligencias desconocidas del universo, pero aventuro decir que se ubicaría en el comienzo del paleolítico, entre 10 000 y 40 000 a. C. Nuestro procedimiento de carbono 14 llega hasta 5000 años y más allá es cada vez menos seguro. Sería deseable un nuevo método basado en aparatos más modernos.