Agradecimientos


Mi gratitud a Rose Lallier, cuya lectura y visión me han sido preciosas; a Richard Ducousset, y a Françoise Chaffanel-Ferrand. Y también, por todo lo que me han enseñado: a Habib Khouri, mi maestro de kung-fu; a Paulo, mi maestro de espada del dojo Training, y a la Escuela de Jiu-jitsu Shiseitan.