NOTA DEL AUTOR
Este libro es una obra de ficción. Aunque me he basado en los archivos históricos, no he intentado proporcionar respuestas objetivas a las cuestiones planteadas por el asesinato.
Toda novela que trata de un importante acontecimiento no resuelto aspira a llenar algunos de los vacíos de la versión conocida. Para conseguirlo, modifiqué y embellecí la realidad, inventé incidentes y diálogos, prolongué las personas de carne y hueso en un espacio y tiempo imaginarios.
En un caso en el que los rumores, los hechos, las sospechas, los subterfugios oficiales, los contradictorios conjuntos de pruebas y una docena de teorías laberínticas se funden, a veces de forma indiscernible, algunos pueden pensar que una obra de ficción sólo es un punto oscuro más en la crónica de lo desconocido.
Como esta novela no pretende aludir a la verdad literal; como sólo es lo que es, separada y completa, es posible que los lectores encuentren refugio en ella: un modo de pensar en el asesinato sin las limitaciones de las verdades a medias y sin dejarse abrumar por las posibilidades ni por la marea de especulaciones que con el paso de los años se acrecienta.