Capítulo 23 - Cómo Cambiar el mundo
Si la lactancia ha sido para usted una especie de carrera de obstáculos, si ha tenido que discutir con médicos y enfermeras, abuelas y cuñadas, amigas y vecinos, o incluso con todos ellos a la vez, tal vez quiera usted hacer algo para cambiar las cosas y allanar el camino a las que vienen detrás. Aquí van algunas sugerencias.
El poder de la pluma
Aunque no lo crea, se pueden conseguir muchas cosas con una carta, si se tienen en cuenta varios detalles importantes:
- El destinatario. ¿Está acostumbrado a recibir cartas, tal vez cientos o miles? Cuantas menos reciba, más fácil es que la lea y que haga algo. ¿Cómo se sentirá al leerla? No ofenda a quien espera ganarse para su causa, no vaya por las malas si antes no lo ha intentado por las buenas. ¿Cuál es la persona clave en este caso concreto?
- La presentación. Tiene que ser esmerada, sobre todo si es una queja. Una carta de verdad, con su sobre y su sello, impacta mucho más que un correo electrónico (hay gente que envía los correos electrónicos; como churros, y se apunta a cualquier cruzada que esté de moda. Una carta indica que esa persona de verdad se preocupa por la cuestión, se ha tomado ciertas molestias y ha gastado algunos céntimos). Use un papel adecuado, no una página arrancada de una libreta. Cuide la ortografía y la sintaxis, el lenguaje, los márgenes.
Especialmente si se trata de una queja o una reclamación, es muy importante demostrar que es una persona culta y razonable.
- El tono. Sea siempre amable y mesurada, jamás insultante u ofensiva.
Las moscas se cazan con miel, y es mucho más útil una carta de agradecimiento que diez quejas. Pero incluso cuando se queja, mantenga el tono. No quiere crearse enemigos, sino conseguir cambios.
- La firma. Sólo el más extraordinario de los peligros justificaría una carta anónima («permítame que no le dé mi nombre, pero la mafia me persigue...»). En cualquier otro caso, ponga su nombre y dirección, especialmente si es una carta de queja. Nadie hace caso de una queja anónima. No olvide poner también su nombre en los correos electrónicos.
- A un elogio se le puede dar la mayor difusión posible. Si alguien la ayuda especialmente, le puede enviar una carta personal, la guardará como un tesoro toda su vida. Pero probablemente, por modestia, no la enseñará a casi nadie.
En cambio, una carta al jefe de servicio, al director del hospital, o a la Consejería de Sanidad tendrá influencia sobre mucha gente. Una carta a un periódico local hará que otras madres sepan qué esperar y qué pedir (los periódicos no publican todas las cartas; si ve que no aparece la suya en un par de semanas, envíela directamente al interesado).
- En cambio, a una queja (si es que la queja es imprescindible) es mejor darle poca difusión: hablar directamente con ese médico o esa enfermera, y sólo si le contestan (le mala manera y no le hacen ni caso, pasar a un escalón superior. Nunca quejarse en la prensa sin antes haber escrito a la dirección del hospital. Si hace pública su queja, los implicados pueden pensar que les ha traicionado, que les ha ninguneado: «Si le molestó algo, podría habérnoslo dicho, y no ir por ahí con el cuento».
- Piense qué objetivo espera conseguir, y qué efecto puede tener su queja sobre el destinatario, sobre sus compañeros y colegas, sobre el público en general. Piense que el que tiene enfrente también es un ser humano, también tiene sentimientos. Muy raramente es conveniente quejarse, es más útil repartir elogios.
Imagínese un hospital donde mucha gente ha estado esforzándose desde hace años para mejorar la atención a la lactancia. Un representante de un laboratorio ha traído una caja con muestras gratuitas de leche. La supervisora (le enfermería las ha escondido en un armario para devolverlas la semana que viene, porque el centro no acepta ni distribuye muestras. Un estudiante las encuentra, y con la mejor voluntad se le ocurre repartir unas cuantas. Y al cabo de quince días el director recibe una carta de la Consejería de Sanidad pidiendo un informe por escrito, porque les ha llegado una denuncia furibunda de que en su hospital se reparten muestras gratuitas, lo que está prohibido por la ley. ¿Se imagina las recriminaciones en cadena, los malos humores? ¿Cree que eso aumentará el entusiasmo del personal por la lactancia? Hubiera sido mucho mejor hacerle un comentario amistoso a la persona adecuada.
Una queja puede resultar muy contraproducente. Por ejemplo: que insistir mucho para que me dejasen al niño en la habitación por la noche. me miraban como si estuviera loca. Y suerte que una de las enfermeras de la noche me ayudó con la posición y pude superar las grietas, porque el resto del personal me daba consejos absurdos y contradictorios».
Muchos pensarán que es una exagerada y se queja sin motivo (¿se queja por cómo la miraron? ¿Le dan la razón en lo de dejarle al niño, le ayudan con las grietas, y a pesar de todo va y se queja?»). Es probable que se dé curso a la queja, y eso puede resultar muy desagradable para todos los implicados. El director convoca en su despacho al jefe de servicio, la supervisora de planta o ambos, y les pide explicaciones. Tal vez por escrito. Éstos. a su vez, piden explicaciones a los implicados. Se revisa la historia del paciente que se ha quejado, se establece qué médicos y enfermeras estuvieron ele guardia aquel día. Si de verdad se hizo algo mal, alguien va a recibir una buena reprimenda, y se va a sentir muy enfadado. La enfermera que lo hizo bien preferiría que se la tragase la tierra antes que recibir un elogio dentro de una queja; eso puede traerle conflictos con sus compañeras. Algunas personas que han estado esforzándose por hacerlo mejor que tal vez de hecho ya lo están haciendo mucho mejor que hace un año, se sienten decepcionadas, casi traicionadas(«te preocupas por ellas y te lo pagan así...» Los que no se habían preocupado nada y pensaban que esto de la lactancia o de la relación madre-hijo son tonterías mirarán ahora a sus compañeros con tina sonrisa de superioridad («¿ves corno no valía la pena?»).
En cambio, esa madre podría haber escrito una carta de agradecimiento: Director Médico
Hospital de la Salud
Apreciado señor director:
El pasado 12 de marzo di a luz en su hospital.
Quisiera felicitarle por la excelente atención que recibí. Fue muy emocionante tener a mi hija en brazos en la misma sala de partos y poder darle el pecho nada más nacer. Y el poderla tener en mi habitación , ha y noche me resultó muy cómodo. Mucho mejor que hace cuatro años, cuando tuve al mayor; entonces se 1c) llevaban por la noche a los nidos, y me pasaba toda la noche preocupada por él. Comprendo que estos cambios han representado un gran esfuerzo, pero ha valido la pena.
Todos fueron muy amables y me ayudaron mucho con la lactancia. Una de las enfermeras del turno de noche dedicó media hora a ayudarme a colocar al niño al pecho, creo que es por eso que esta vez no he tenido grietas. Y eso de que el pediatra revisara al bebé en la habitación delante de mí, y me lo fuera explicando todo, la verdad es que me dio mucha tranquilidad.
Le ruego transmita mi agradecimiento a todo el personal de maternidad, y les anime a continuar con esta maravillosa labor.
Un cordial saludo:
Maite Pérez
Calle Rosal 13
87654 Valdearriba
¿Y qué cambia eso, si habla de lo que ya están haciendo? Ni se lo imagina. Para empezar, es muy probable que esos cambios no hayan sido unánimes. Algunas enfermeras, algunos médicos, y puede que hasta el director, decían que todo esto eran tonterías. Y como a la gente le gusta más protestar que dar las gracias, es posible incluso que alguna madre proteste porque le dejaron al niño en la habitación y no pudo dormir. Así que una carta como esta (¡o varias!) dará la razón a los que querían cambiar, acabará de convencer a los indecisos y acallará a los que se quejaban. Como los directores reciben más quejas que felicitaciones, la secretaria que abre el correo se la pondrá encima del montón para alegrarle la mañana y que no esté de mal humor. Incluso puede que insista: «Fíjese qué carta ha llegado hoy». El director se fijará, y lo comentará con el jefe de maternidad y con la supervisora de enfermería en la primera reunión que tengan, formal o informal (si los encuentra en la cafetería). Alguien colgará una fotocopia de la carta en el tablón de anuncios de la sala de enfermeras, alguna quisquillosa rezongará: «¡Hombre, por fin alguien se acuerda de dar las gracias!», otra hará memoria: «Maite Pérez... ¿no es aquella rubita tan simpática que estaba en la 312?». La enfermera que la ayudó media hora sabrá que se refiere a ella, y se le subirá la moral hasta las nubes; las otras harán cábalas: «¿Y esa que estuvo media hora con la teta quién sería?». «Magda, seguro; siempre las ayuda con el pecho, cuando hay uno que no se coge, la llamo a ella y chica, no sé cómo lo hace...» La supervisora, que igual no conoce tanto a las de noche, oye esa conversación por casualidad y toma nota mental de que Magda es un buen elemento. El pediatra que estaba revisando a los niños delante de la madre se queda contentísimo, el otro pediatra que todavía se los llevaba para revisarlos en el nido puede que se decida a probar...Nuestros actos cambian el mundo, no le quepa la menor duda. Con sus palabras, con su ejemplo, con su paciencia y su amabilidad, usted allana el camino a otras madres que vienen detrás.
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Para profesionales
(¿buscaba un regalito para su pediatra o su enfermera
Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría. Lactancia materna: guía para profesionales. Monografías de la A.E.P. nº 5. Madrid: Ergón, 2004.
www.aeped.es/lactanciamaterna/librol.htm
González C. Manual práctico de lactancia materna. Barcelona: ACPAM, 2004 (no se vende en librerías, pedidos a acpam@menta.net).
Mohrbacher N, Stock J. The breastfeeding answer book. 3rd ed. Schaumburg: La Leche League International, 2003 (en español la segunda edición: Lactancia materna, libro de respuestas). www.lalecheleague.org/Espana.html
Para madres
La Liga de la Leche Internacional. El arte femenino de amamantar. Mexico: Pax, 2001.
Renfrew M, Fisher C, Arms S. Dar el pecho es lo mejor. Guía práctica de lactancia natural. Girona, Ediciones Tikal, 1999.
Páginas interesantes en Internet
Sólo unas cuantas en desorden. Ya sabe cómo van estas cosas, haciendo encontrará muchas más páginas.
En español
Hospital de Denia
www.e-lactancia.org
Asociación Española de Pediatría, Comité de Lactancia
www.aeped.es/lactanciamaterna/index.htm
Iniciativa Hospital Amigo de los Niños (IHAN) www.ibfan.org.es
Alba Lactancia Materna www.albalactanciamaterna.org
Fundación LACMAT
www.lacmat.org.ar
Consejos sobre lactancia materna
www.terra.es/personal/mariachuss/home.htm
La lactancia, necesidad humana y divina
www.egiptologia.com/medicina/lactancia/lactancia.htm Dar de mamar
www.dardemamar.netfirms.com
FEDALMA
www.fedalma.org Crianza natural
www.crianzanatural.com
En inglés y español
Organización Mundial de la Salud www.who.int
IBFAN
www.ibfan.org
World Alliance for Breastfeeding Action www.waba.org.my
La Leche League
www.lalecheleague.org
En inglés
ILCA, International Lactation Consultant Association www.ilca.org
Academy of Breastfeeding Medicine
www.bfmed.org Breastfeeding online www.breastfeedingonline.com
Thoughts on Breastfeeding
www.kathydettwyler.org
Mother-Baby Behavioral Sleep Laboratory www.nd.edu/--jmckennUlab
007 Breasts
www.007b.com
Promom, Promotion of Mother's Milk, Inc.
www.promom.org OMS Europa - BFHI
www.euro.who.int/nutrition/Infant/2002070_2