La Necesidad de Teorías Alternativas

La ciencia es una materia en crisis. Hay un pequeño y sucio secreto que el establishment científico ha intentando mantener oculto desde hace años: hay muchas teorías no comprobadas que se enseñan a la gente como si fueran un hecho probado. Pero, gracias al heroico esfuerzo de un puñado de profundos pensadores, los vientos de la verdad están barriendo el mundo.

Consideren la teoría de la Evolución. Los defensores del Diseño Inteligente ameritan que su teoría alternativa merece tanta atención como la Evolución, ya que esta tampoco se puede considerar como un hecho. Esta es una puntualización correcta, pero ni mucho menos la Evolución es la única teoría que se halla en problemas.

Parece extraño que la Evolución sea señalada como «la única teoría dudosa» cuando hay tantas ideas básicas en la ciencia que permanecen sin probar, aunque se siguen enseñando como hechos. Las objeciones a enseñar Evolución se ilustran mejor con esta cuestión: las teorías alternativas se deben enseñar con el objeto de ofrecer a nuestros estudiantes una base de pensamiento más amplia. Los defensores del Diseño Inteligente llevan a cabo una imperiosa y totalmente legítima discusión con respecto a que, si una teoría no ha sido probada, entonces una teoría propuesta es tan buena como cualquier otra.

Tomemos por ejemplo la gravedad: la fuerza de atracción entre partículas con masa. Sabemos mucho sobre las propiedades de la gravedad, aunque no sabemos nada sobre las causas de la propia fuerza. ¿Por qué las partículas se atraen entre sí? Si revisamos la literatura científica, encontramos mucho material que trata sobre las propiedades de la gravedad, pero muy poco que trate sobre las causas subyacentes de esa atracción. Hasta que no hallemos respuestas probadas a esta pregunta, parece irresponsable instruir a los estudiantes en lo que es, en definitiva, nada más que una teoría. De todos modos, si en alguna medida debemos discutir sobre la teoría de la gravedad, entonces es razonable que todas las teorías propuestas deberían disfrutar de un tiempo equivalente para ello, ya que nadie las ha probado o refutado. Por tanto, propongo formalmente que el Monstruo de Espagueti Volador está detrás de esta extraña y, a menudo, incomprendida fuerza.

¿Y si es Él quien ejerce esta fuerza y nos empuja hacia abajo con sus apéndices tallarinescos? Él, recordad, es invisible, e indetectable por los instrumentos actuales, así que en teoría es posible. Y el hecho de que los poderes gravitacionales del Monstruo de Espagueti no hayan sido refutados hace que todo sea más probablemente cierto. Solo podemos especular respecto a sus motivos, pero es lógico suponer que si él se mete en estos fregados, habrá una buena razón. Podría ser que Él no quiere que salgamos flotando de la tierra hacia el espacio, o tal vez solo es que Él disfruta tocándonos. Quizás nunca lo sabremos.^[4]

Y si bien es cierto que no tenemos ninguna prueba empírica para apoyar esta teoría, tenga el lector en cuenta el precedente establecido por los defensores del Diseño Inteligente. No solo no son necesarias las pruebas observables y reproducibles que se exigen para obtener una teoría alternativa a incluir en los planes de estudios, sino que simplemente buscarle las vueltas a la teoría establecida puede ser suficiente. En este caso, la teoría establecida de la gravedad no hace ninguna mención respecto a la causa de la fuerza, sino que simplemente presenta sus propiedades. Estoy totalmente convencido, pues, que esta teoría de la gravedad de MEV va a ser admitida por la ciencia establecida con una mínima, y aparentemente sin sentido, burocracia, que incluirá el proceso de revisión por pares.

Como prueba de la verdadera causa de la gravedad (que estamos siendo empujados hacia abajo por medio de Sus Apéndices Tallarinescos), solo necesitamos mirar nuestros registros históricos. La altura media de los seres humanos hace dos mil años era aproximadamente 1,60 metros para los hombres, en comparación con una altura media de 1,78 para los hombres de hoy. Inútil por sí misma, esta información toma bastante importancia si se considera en términos de la población de todo el mundo. Los seres humanos, aparentemente obsesionados con fornicar, han aumentado su número de forma exponencial en los últimos años. Nos encontramos, contra toda intuición, que una pequeña población se correlaciona con seres humanos más pequeños, y una población más grande se correlaciona con seres humanos altos.^[5]Esto solo tiene sentido a la luz de la teoría gravitatoria del MEV. Con más gente en la Tierra hoy en día, hay menos Apéndices Tallarinescos para tocarnos, por lo que cada uno recibe menos empuje hacia abajo, hacia la tierra, y por lo tanto, con menos fuerza hacia abajo, somos más altos.

Deberíamos esperar que, a medida que aumente la población, y recibamos menos empuje hacia abajo del MEV, vamos a seguir creciendo en altura. Por el contrario, podemos esperar que la súbita aparición de una plaga en todo el mundo causara una bajada en la estatura media. Este fenómeno se puede verificar en los registros históricos. Encontramos que las regiones que atraviesan crisis de salud tienen poblaciones de menor estatura.

Nadie afirma que la teoría de la gravedad MEV sea necesariamente cierta, sino que, por lo menos, se basa en ciencia sólida, con la robustez suficiente para ser incluida en el plan de estudios junto a otras teorías todavía sin probar. Hasta que la teoría de la gravedad que en la actualidad se enseña, conocida como newtonismo, se haya demostrado como un hecho, las teorías alternativas se deberían enseñar también.

La colocación inusualmente alta de este arte rupestre prehistórico se atribuye a la protección natural que ofrecían las cuevas a Sus Apéndices Tallarinescos.