Una Historia Resumida del Mundo
Hace Cinco Mil Años: el Comienzo
El monstruo de espagueti volador creó el universo y un montón de planetas, incluida la Tierra. Nadie más que Él mismo estuvo ahí para verlo, pero sospechamos que era algo bastante aburrido. La creación inicial, obviamente, tenía que haber sido espectacular, pero entonces Él pasó los próximos diez a cien años preparando con esmero el universo para que pareciera más viejo de lo que era en realidad. Los fotones se ubicaron individualmente, de camino a la tierra, para que pareciera que los habían emitido estrellas por toda la galaxia hace millones de años. En realidad, sabemos que cada fotón fue ubicado divinamente y desplazado al rojo[46] adecuadamente para que pareciera que el universo tiene miles de millones de años. Aún hoy encontramos Sus métodos de camuflaje; cada vez que los científicos descubren pruebas aparentes de un universo que tiene miles de millones de años, podemos estar seguros de que es parte de los elaborados preparativos que Él hizo.
La Tierra se creó en aproximadamente 0,062831853 segundos, y de forma similar la disfrazaron para que pareciera ser mucho más vieja. Podemos tener la certeza de que el MEV pasó incluso más tiempo preparando la tierra porque, al ser omnisciente, Él era consciente de que pronto habría gente muy cotilla fisgoneando por todos lados. Conocidos como «científicos», estos metomentodo tienen una necesidad enfermiza, probablemente de naturaleza sexual,[47] de averiguar cómo funcionan las cosas, así que era incluso más importante que nuestra realidad aparente fuera bien diseñada para esconder la verdad.
Nuestro Creador Tallarinesco entonces puso fósiles, escondidos bajo la superficie de la tierra, sabiendo que luego serían encontrados y que esto parecería demostrar que estas criaturas existieron hace bastante tiempo. Los huesos de dinosaurios, por ejemplo, se ubicaron tan bien y en tal número que se cree ampliamente que los dinosaurios caminaban sobre la tierra hace millones de años. Es interesante que los dinosaurios sí existieron, pero no hace millones de años, porque, por supuesto, ¿cómo podrían haber existido antes que la Tierra misma? En realidad, vivían con nosotros, a nuestro lado, y en ocasiones por encima, de los humanos, hace más o menos tres mil años.
Puede que se esté preguntando, con toda razón, por qué no encontramos huesos de dinosaurios de esta época. Pero tenga en cuenta que los dinosaurios en realidad no tienen huesos, y que todo esto de que los dinosaurios los tenían es un engaño planificado para Su propia diversión. Los dinosaurios auténticos, como cualquier paleontólogo culto (o doctor en huesos viejos, como prefieren que los llamen) le dirá, podían erguirse llenando unos músculos especiales con sangre, poniendo rígido el miembro antes flácido. Al alternar los músculos rellenos en la secuencia correcta se lograba una locomoción muy eficaz y una estructura esquelética rudimentaria. A lo mejor, los lectores más pervertidos reconocen que este mecanismo es similar a lo que ocurre en el pene masculino. Los dinosaurios eran, en esencia, poco más que una colección enorme de penes (penii) bajo una gruesa piel. Aunque muy pocas descripciones precisas han perdurado hasta nuestros días, podemos alegrarnos al ver que el conocimiento de ellos se ha propagado generación tras generación en nuestra cultura. La mayoría de los hombres ni se dan cuenta de que cuando exageran el tamaño de su pene llamándolo «monstruoso» o «como un dinosaurio», están ayudando a mantener viva la verdad de estas bestias extrañas y cachondas que conocemos como dinosaurios.
Un tiempo después, al progresar la sociedad, la atención de la humanidad se alejó de los dinosaurios, que para entonces ya habían sido conquistados y domados por el hombre como diversión y ayuda en el trabajo,[48] que se volvió al pensamiento filosófico. La cuestión de nuestros orígenes surgió, y se decidió, basado en las pruebas aparentemente naturales de que todas las criaturas habían evolucionado desde un ancestro común con el transcurrir del tiempo, desde hace millones de años.
Hace Dos Mil Quinientos Años: la Época Dorada de los Piratas
Lo que pasó a continuación sigue siendo un misterio. La humanidad, hasta aquel entonces, había sido engañada exitosamente por el MEV, y había creído equivocadamente que las explicaciones naturales podrían mostrarnos nuestros orígenes. Uno pensaría que el MEV mismo se alegraría por esto, ya que se había molestado tanto en esconder Su obra de creación. Pero por cualquiera que fuera el motivo, Él sintió la necesidad de darnos a conocer la verdad. Esta fue la fecha, hace unos dos mil quinientos años, en que Él por vez primera nos reveló Su Apéndice Tallarinesco, mostrándonos el camino. Desde ese momento, los que aceptaron Su mensaje sabían que íbamos a vivir de una cierta forma: en el agua, en grandes naves de madera cargadas con grog, botines y, esperamos, mozas. Esta fue su voluntad, y así se cumplió.
Por desgracia, muchos de los detalles de esta época se han perdido, posiblemente porque muchas naves se hundieron, debido a la sobrecarga. El botín es muy pesado, y estos, los primeros Pastafaris, habiendo bebido demasiado grog, mostraron un juicio con una perfección menor al 100%. Lo que sí sabemos, sin embargo, es que esta fue la Época Dorada del estilo de vida pirata. Millones, posiblemente cientos, de naves piratas, navegaron los mares, y quizá los lagos, del mundo, buscando pasarlo bien, difundiendo la alegría y quizá alguna enfermedad venérea a aquellos con quienes contactaron.
Lo que nos cuentan los libros de historia hoy es descaradamente incorrecto. Ladrones y proscritos sí que no eran, pues este era Su Pueblo Elegido, los que escucharon y siguieron Su plan divino, fuera el que fuese. El mito comúnmente propagado de que los Piratas eran ladrones se remonta, no es ninguna sorpresa, a los teólogos cristianos de la Edad Media. Es otro ejemplo más de la discriminación y mala información a la que nos hemos tenido que enfrentar a lo largo de los años, y otra razón que explica por qué los Pastafaris han tenido que ser tan reservados con lo que respecta a sus creencias.
Sean cuales sean las mentiras que se cuentan sobre ellos, los primeros Pastafaris eran exploradores amantes de la paz y difusores de buena voluntad, no piratas criminales con sed de sangre. De hecho, se les conocía por regalar dulces a los niños que pasaban por ahí, costumbre que estableció lo que ahora se le conoce como Halloween.
Pero claro, no siempre fue todo un jardín de rosas. No todos eran creyentes, y algunos rechazaron Su Palabra, y sintieron la necesidad de salir al mar en sus (probablemente lamentables) naves y buscar gresca con los Pastafaris. El más notable era Noé, de fama bíblica, que muy a la ligera armó una barcaza monstruosa hecha de madera y cualquier otra cosa que encontrara; probablemente tierra, ¿quién sabe? Noé, bien conocido por su amor[49] hacia los animales, siempre mantuvo a muchos a su alrededor. Así que cuando se encontró con una falta de materiales de construcción, decidió usar cientos de animales indefensos como lastre, en su mayoría a los más lentos, más tontos, y más lelos que pudo encontrar.
No se sabe con exactitud qué ocurrió durante el tiempo de Noé y los Piratas, pero suficientes textos históricos han sobrevivido a través de los años para que nos hagamos una idea de los acontecimientos que ocurrieron. Noé, a solas excepto por sus animales/lastre, impulsado por los celos y quizás un grupo de focas que le hablaban, partió en búsqueda de Pastafaris. Desgraciadamente para Noé, encontró una de las naves pirata con gente más de puta madre que había, y empezó a decirles un montón de tonterías. Los Pastafaris, siendo sobretodo pacíficos, y también unos borrachos, ignoraron este abuso verbal. Solo cuando Noé, un verdadero capullo, atacó físicamente la nave pastafari, lanzando desde su proa los animales más puntiagudos,[50] fue que los Pastafaris empezaron a reparar en él. Se nos cuenta que el más grande y más aterrador de los Pastafaris nadó, o quizá simplemente saltó, de nave a nave, pues así eran de poderosos, y se enfrentó a Noé.
Inmediatamente Noé se dio cuenta de que había actuado mal, y ofreció tortugas y otras cosas para disculparse. Los Pastafaris, que probablemente tenían más tortuga de las que necesitaban[51] declinaron el ofrecimiento, e hicieron que a Noé se le pusiesen por corbata. No sabemos qué le dijeron exactamente, pero está claro que Noé se meó encima de tal manera que hasta los cristianos lo asocian con «el Diluvio Universal».[52] No hay ni que decir que nunca más volvió a abusar de los animales, ni siquiera de las gallinas, que ya entonces se hacía la comparación de «eres más **** que las gallinas».[53]
De 1700 Hasta Hoy: de Piratas y Pasta
Durante los siglos siguientes, nadie se metió con los Piratas, y el orden natural de las cosas se mantuvo en equilibrio. Aunque el botín y el grog mandaron a muchas naves al fondo del mar, perdiéndose documentación muy importante en el proceso, los Piratas vivían una vida de paz y júbilo, difundiendo Su Palabra en lugares tan lejanos como Bélgica.
Siguieron celebrando Halloween y, durante los últimos dos meses de cada año, se tomaban unos días, dejaban de navegar los mares para relajarse y pasaban tiempo con sus familias durante su temporada más santa de Fiesta.[54] Pero había nubes de tormenta en el horizonte, y los Piratas no sabían qué la maldad los esperaba.
Convencidos de la maldad intrínseca de los Piratas, los Hare Krishna, que son los descendientes de los Ninja, se juntaron en varios puertos[55] y declararon una guerra santa contra los Piratas. Por decenas de miles, o incluso docenas, subieron a bordo de kayaks recubiertos de placas de acero, y salieron remando en búsqueda de Piratas, a los que pretendían borrar de la faz de la tierra. Pudiera pensarse que el MEV se debería haber dado cuenta del ataque de los Hare Krishna y protegido a Su Pueblo Elegido, pero Él confundió a los Krishna con otro grupo musical de mendigos marítimos más, o quizá pescadores cantando sus salmos, y los dejó pasar incólumes. Cuando los primeros Krishna llegaron a un barco Pirata en Halloween, los Piratas los confundieron con quienes buscaban dulces diciendo «¡Truco o trato!» de forma demasiado entusiasta. Lo que siguió fue una matanza en masa, cuando los Piratas intentaban entregar los dulces mientras los Krishna los golpeaban y rajaban hasta la muerte con sus remos de doble hoja. Tristemente, este patrón se repitió varias veces aquel día. El año siguiente fue incluso peor.
Al final, los Piratas se refugiaron en calas escondidas donde podían mantener la vigilancia de esos Krishna hijosdeputa sedientos de sangre. ¿Había algo en los cantos de los Krishna que cegaba a los Piratas con su maldad? Quizá nunca lo sepamos. Y aunque la educación dominante nos dice que se erradicó a los Piratas porque eran ladrones, asesinos, etc., esto es, sobre todo, una campaña de intoxicación informativa propagada por los Krishna y por muchas de las demás religiones que se unieron para empezar su ataque sistemático a la adoración de MEV por parte de los Piratas.
Cazados casi hasta la extinción, los Piratas estuvieron pero que muy cabreados durante siglos, y los libros de texto revelan cada detalle de sus saqueos y pillajes, pero callan de forma muy sospechosa el hecho de que a los Piratas se les conocía por regalar dulces a niños.[56] La triste realidad es que las demás religiones estaban bastante celosas de los Piratas y su feliz estilo de vida, así de simple. Afortunadamente para los Piratas, los ataques fueron amainando, y después cesaron casi del todo cuando las demás religiones inevitablemente se volvieron unas contra otras. Y aquí es donde nos encontramos hoy.
Aunque forma parte de la cultura popular que el descenso en el número de Piratas es un resultado directo de la persecución religiosa, lo que no se sabe todavía es qué pasó a los Piratas que quedaron y dónde están.

Un precioso ejemplar de la artesanía célticopastafaripiratacristiana.
Tristemente, muchos Piratas simplemente escondieron sus tesoros, regalaron sus tortugas gigantes, y se jubilaron, mudándose a lugares como Irlanda[57] e, irónicamente, la India.[58] Otros se escondieron en los Estrechos de Malasia, donde algunos formaron franquicias de deportes muy conocidas. Lo poco que se sabe de nuestros ancestros místicos es que además de esconder tesoros, los Piratas querían ocultar sus textos religiosos. De hecho, el tesoro se incluía, en gran parte, para asegurar que otros saldrían a buscar esos documentos en el futuro, en tiempos más tolerantes. A este respecto, los Piratas tenían un éxito enorme, ya que aún hoy hay cazatesoros buscando antiguos botines Pirata. Por desgracia, muchos de nuestros textos originales se han perdido porque su importancia se pasó por alto, y en ocasiones se confundieron con recetarios.

Arte japonés sacro.