El Caso de la Iglesia de la Inmaculada Inducción
Kelly Black
DEPARTAMENTO DE MATEMÁTICAS
UNION COLLEGE, SCHENECTADY, NY.
RESUMEN
Los recientes esfuerzos de la política por expandir el alcance de la educación científica y traer a la ciencia al pensamiento establecido ha creado una gran cantidad de controversia. Una de las cosas que se habían tristemente perdido eran las relaciones entre matemáticas y religión. Aquí intentaremos imbuir una mayor esencia matemática en la religión a la vez que explorar una de sus implicaciones inmediatas, la hipótesis de la inmaculada inducción.
INTRODUCCIÓN.
Nos centraremos en imbuir una mayor sensibilidad matemática dentro de la comunidad religiosa y examinar las implicaciones resultantes. Haciendo esto acordamos que el Diseño Inteligente es un punto de vista válido, pero nos preguntamos qué es lo que implica. Encontramos que implica una secuencia finita de entidades todopoderosas y omniscientes a medida que vamos atrás en el tiempo. El argumento básico es que la complejidad del universo conocido implica la existencia de un creador. La unión del creador y de la creación es un conjunto que es más complicado que el universo por separado, y esto implica un creador del conjunto mayor. Una hipótesis por inducción sigue inmediatamente a este acercamiento.
La motivación de este trabajo proviene de esfuerzos recientes para imbuir las ideas del Diseño Inteligente en el temario científico escolar, lo que ha atraído gran atención de los medios de comunicación generalistas. Por desgracia, ambas partes acusan a la otra de cerrazón mental. En este juego de tira y afloja las dos partes deben mostrarse recalcitrantes para que el juego continúe.
La actual situación no ha resultado una sorpresa para nosotros, la comunidad matemática. Hemos estado muy al tanto de las inclinaciones de los dos bandos. Hemos observado durante mucho tiempo a los dos, y registrado esas tendencias durante muchos milenios. La propia comunidad matemática está compuesta por personas que muestran muchos de los rasgos de ambas partes: fervor dogmático y religioso combinado con una suprema arrogancia, y hemos observado este terrible conflicto con la ominosa comprensión del dolor que sienten ambas facciones.
Es por esta misma razón que la comunidad matemática no puede seguir al margen. En particular apuntamos a la necesidad de una mayor ética matemática dentro de la comunidad religiosa a través de una investigación preliminar del Diseño Inteligente. Esto puede parecer tendencioso, pero la íntima relación que se ha desarrollado entre las matemáticas y las comunidades científicas (con la excepción de la química, la biología, la geología y la psicología) está ya bien documentada y sujeta a un intenso escrutinio.
LA HISTORIA DEL GÉNESIS
Siempre ha habido algo de tensión entre la ciencia y la religión. Irónicamente, esta tensión se ha centrado tendenciosamente en los pequeños detalles. El juicio a Galileo sobre su aserto de que la Tierra gira alrededor del Sol se apoya en una simple y ambigua afirmación dentro del Viejo Testamento. Hombres de gran intelecto y pasión se enfrentaron por una afirmación trivial que desde entonces ha sido todo menos olvidada.
Ahora nosotros nos encontramos ante un enfrentamiento parecido. De nuevo el choque se centra en un aspecto relativamente menor de una narración mucho mayor. En esta ocasión es la historia del Génesis la que centra el conflicto. Podría uno pensar que la historia del Génesis versa realmente sobre el regalo que nos concedió el creador, el regalo de la creación, pero más importante fue el del libre albedrío. Se nos entregó la creación y se permitió que la experimentásemos libremente en nuestros propios términos con todas las responsabilidades asociadas.
Es fácil pensar que la historia del Génesis se reduce a ser un simple mensaje de que es inmoral forzar unas creencias particulares sobre otras. Una interpretación tan simple ignora el poderoso esbozo de la historia de nuestro origen. Es la historia de nuestro origen la que se ha convertido en el punto focal del conflicto. El esbozo primordial de la pregunta sobre nuestro origen nos guía de tal modo que está más allá de la razón o de poder explicarlo.
Los textos sagrados del cristianismo, del judaísmo, el islam y otras religiones nos proveen de numerosos ejemplos sobre las relaciones que existen entre los débiles y los poderosos, los ricos y los pobres, y nos ofrecen una guía explícita sobre cómo deberíamos comportarnos los unos con los otros. Antes de centrarnos en tan simples ideas, que ya han sido claramente articuladas en cada uno de los textos sagrados, nos centraremos en la mucho más difícil, e importante, historia sobre nuestros orígenes.
LAS MATEMÁTICAS DEL CREADOR
Nuestra única manera de estudiar al creador es examinando la creación. El universo es un conjunto de objetos simples que cuando se disponen juntos representan un asombroso conjunto de interacciones. Somos capaces de estudiar y generar un entendimiento básico de algunas pequeñas partes, pero somos incapaces de comprender el todo. Por ejemplo, mientras permanecemos dentro de esta pecera que llamamos «Tierra» aparentemente la luz nos alcanza, una luz que parece ser se generó hace millones de años en sucesos que tuvieron lugar hace millones de años a una escala espacial más allá de nuestro entendimiento. Al mismo tiempo, la cinética molecular de las proteínas en nuestras células muestran oscilaciones caóticas no lineales que, tomadas en total, son el fiable y resistente mecanismo de relojería que hace posible la vida. Esta complejidad implica la existencia de un creador.
Todo a nuestro alrededor ha sido creado, y definimos la creación como «universo» o más formalmente como U0. Quién inició la creación de U0 tiene todo el poder y todo el conocimiento de todo lo que está dentro de U0. Todo lo que está dentro de nosotros y más allá de nosotros se contiene en U0, y por tanto es parte de la comprensión y habilidades del creador. Al mismo tiempo el creador, definido como C0, es parte integral de la creación. Los dos no permanecen separados, sino que son parte de la unidad del Gran Diseño. Si los consideramos juntos definimos la unión de C0 y U0 como G0.
¿De dónde surgió G0? La sutil interacción encontrada dentro de U0 implica la existencia de C0. El cardinal de G0 es mayor o igual que el cardinal de U0, ya que C0 ∈ G0. Vemos que el creador, definido como C1, debe existir para poder explicar lo intrincado de G0. De la existencia de C1, deducimos que G0 debe ser contenido dentro de otro universo compuesto de todo lo creado por C1, al que llamaremos U1.
Sí es posible que U1 sea igual a G0, pero no necesario. De ahí que tengamos que G0 ⊆ U1. Sabemos ahora la base de nuestra hipótesis inductiva: C1 inició U1. Definimos la unión de estos dos conjuntos, C1 ∪ U1, como G1. Ya que el cardinal de G1 es mayor o igual que el cardinal de U1, que fue creado por C1, tiene que existir un C2, lo que explica lo intrincado y complejo de G1.
Procediendo de esta manera podemos concluir que G2 existe. Aplicar el mismo razonamiento implica la existencia de un conjunto contable Gi donde Gi ⊆ Gi+1 y asociado con cada Gi hay un creador de Ci. Dejamos la declaración formal y prueba de la hipótesis de la inmaculada inducción como ejercicio para el lector.
Finalmente, la construcción de Gi conduce a una ristra de corolarios tales como
que no vamos a explorar aquí. Dejamos esto como trabajo a completar con la esperanza de que proveerá de un gran esquema para este nuevo y fascinante campo de estudio.
CONCLUSIÓN
En este artículo hemos examinado las matemáticas de la creación y hemos descubierto una implicación, la hipótesis de la inmaculada inducción. Tener a nuestra disposición el poder del análisis matemático ayuda a dejar en claro las conexiones entre lo sacro y lo profano. En este único ejemplo hemos estudiado las implicaciones de una simple verdad religiosa: la complejidad y belleza del mundo que nos rodea implica la existencia de un creador C0.
A través de este único ejemplo, vemos sin dificultad que el poder del análisis matemático es un componente necesario de cualquier educación religiosa completa, y da razones para que un mayor contenido matemático se añada a las asignaturas de religión. Esto es necesario porque la práctica del estudio religioso requiere la comunicación de ideales complejos con intrincadas interacciones. El diálogo religioso requiere que discutamos y compartamos la naturaleza del amor infinito y del infinito universo. Sencillamente no es posible compartir toda la amplia gama de lo sagrado sin el lenguaje matemático.
Dicho en claro, es autoevidente que la naturaleza del diálogo religioso posee todos los indicios de un Gran Diseño oculto. Las intensas y complicadas interacciones de casi todo el pensamiento humano oculta una inteligencia subyacente que solo se puede explicar con la presencia de una intrínseca y oculta estructura matemática.