Este libro quiero dedicárselo especialmente a aquellos que siempre creyeron en mí y me apoyaron en los buenos y en los malos momentos. Sin vosotros, mis sueños nunca se hubieran cumplido.

Una dedicatoria muy especial para todos los amigos en blogs, páginas personales y redes sociales, así como a los lectores de todo el mundo que al confiar en mi trabajo me han demostrado que merece la pena seguir escribiendo.

Esta novela es diferente a todo lo que había escrito hasta este momento. Por eso se la quiero dedicar también a todas esas personas que por diversos motivos tienen que luchar cada día para reivindicarse o luchar por sus ideales, a esas personas cuyo afán de superación en busca de cumplir sus logros hacen de este mundo un lugar en el que merece la pena vivir.

A mi familia, por creer en mí y apoyarme en esta aventura desde siempre, aunque al principio sonara a "locura transitoria". El tiempo, finalmente, nos ha dado la razón.

Y de nuevo, como en anteriores libros y en todos los que vengan en un futuro, quiero dedicarle esta novela a Arantza, mi pareja, el alma gemela que toda persona busca. Siempre ha estado ahí, apoyándome y ayudándome en todos y cada uno de mis proyectos, animándome cuando me topaba con los muros de la adversidad y disfrutando también con mis pequeños logros, nuestros logros, porque ella es también parte fundamental de todo esto y sin su confianza en mí nunca hubiera podido encontrar el final del sendero. En esta obra ha colaborado de manera muy especial, de muchos y muy diversos modos, entre los que incluyo los de lectora, correctora y ayudante de redacción de la novela, así como ilustradora de la bella portada. Yo tengo a la musa siempre conmigo y eso me servirá para seguir escribiendo toda la vida. Gracias de corazón, por todo.

Y por supuesto a ti, querido lector, porque sin ti nada de esto tendría sentido.