Úrsula Wölfel
LA HISTORIA DEL SACAPUNTAS
Una mujer tenía la intención de escribir un gran libro. Se compró un montón de papel, cincuenta lápices y un buen sacapuntas. A partir de hoy su marido y sus hijos sólo hablarían bajo y andarían de puntillas, pues la mujer quería empezar enseguida a escribir el libro.
Preparó el papel y afiló el lápiz. Mientras tanto pensaba en la primera frase.
Afiló otro lápiz y siguió pensando la primera frase. Afiló el tercer lápiz y todavía pensaba la primera frase.
La mujer afiló hasta el final los cincuenta lápices y otros sietes mil quinientos doce. No tardó ni tres semanas. Todavía no había escrito la primera frase, pero ya era campeona del mundo en afilar lápices. Salió en el periódico.
Úrsula Wölfel, Veintinueve historias disparatadas.
LA HISTORIA DE LOS CERDITOS
Un día una cerda salió con sus cerditos al campo. Hacía mucho calor y la cerda se tumbó a la sombra y se quedó dormida. Los cerditos echaron a correr. Uno entró en un jardín y se comió todas las moras verdes, y por eso le entró dolor de tripa. Otro se fue al corral y un ganso le picó en el rabo. Otro salió corriendo hacia la calle, vino un coche y, como el cerdito sintió tanto miedo, se tiró a una zanja y se puso sucísimo. Únicamente el cerdito más pequeño se quedó con la madre. No tuvo dolor de tripa, no le picó ningún ganso en el rabo, y estuvo muy limpio y de color rosa. Pero se aburrió muchísimo durante todo el día.
Úrsula Wölfel, Veintisiete historias para tomar la sopa.