EPÍLOGO

Luchaba por despertarse. Se sentía muy débil. Había soñado. Algo lo sujetaba con fuerza, y pensó que sucumbía ante el gas que iba a anestesiarlos a él y a sus compañeros para el viaje de 130 años a Alfa. Deseó que las correas y las hebillas no le apretasen tanto.

Abrió los ojos, y vio que era Adreena la que lo sujetaba con el brazo. Luego, volvió a sumergirse en el sueño.

Había tenido un sueño insólito, y aún persistían en él vagas reminiscencias. ¡Cuánto tiempo demoraba en hacer efecto el gas! Habían pensando que el proceso sería rápido. Repasó mentalmente los trámites de último momento. Si las cosas habían salido bien, y todos los sistemas indicaran «partir» —y no había motivo para que no lo hicieran—, muy pronto perdería para siempre la conciencia, y empezaría la cuenta regresiva. Había participado en tantos viajes, que casi podía seguir las computadoras con la mente, y saber el momento exacto del lanzamiento.

—¿Por qué diablos es tan pesada esta placa? —murmuró.

—¿Cómo? —dijo una voz, junto a su oído.

Despertó. Durante unos instantes, estuvo lúcido. Había soñado con el momento de la partida, 130 años antes. La placa que le oprimía el pecho —que pensaba que era el bombeador del corazón—, resultó ser el brazo de Adreena, que estaba tirada encima de él, abrazándolo tan fuerte, que parecía quería defenderlo de todas las fuerzas de la eternidad. Confusamente, alcanzó a ver la cara obscura y bella de Raoul con expresión ceñuda. Qué extraño —pensó— que una cara masculina pueda resultar hermosa, pero eso ya no importaba.

Había otras personas también, aunque él sólo era consciente de Adreena, que lloraba, lloraba.

Las tinieblas volvieron a cernirse, y pensó en Robin. Confió en que su hijo se enorgulleciera de él. Él nunca lo sabría. Nunca vería a esta gente de nuevo. A menos que le pasara algo a la nave. Casi deseó que así fuese. ¿Por qué diablos el gas no surtía efecto? Estaba obscuro, y en realidad no se daba cuenta de nada, salvo que, en su interior, sabía que había comenzado la cuenta regresiva… nueve… ocho… siete… seis… cinco… cuatro… tres… dos… uno… cero.