XII
El porvenir latente en el pueblo

En cuanto al pueblo parisiense, aun cuando sea un hombre hecho, es siempre el pilluelo; pintar al niño es pintar la ciudad; y por esto hemos estudiado esta águila en el libre pajarillo.

En los arrabales es donde principalmente se manifiesta la raza parisiense; allí conserva su pureza; allí está su verdadera fisonomía; allí este pueblo trabaja y sufre, y el sufrimiento y el trabajo son los dos rostros del hombre. Hay allí cantidades enormes de seres desconocidos donde hormiguean los tipos más extraños, desde el descargador de la Râpée, hasta el desollador de Montfaucon. Fex urbis[20], exclama Cicerón; mob[21], añade Burke, indignado; turba, multitud, populacho. Estas palabras se pronuncian muy fácilmente. Pero sea. ¿Qué importa?, ¿qué importa que anden con los pies descalzos? No saben leer; tanto peor. ¿Los abandonaríais por esto?, ¿haríais de su desgracia una maldición? ¿Acaso la luz no puede penetrar en estas masas? Volvamos a este grito: ¡luz!; obstinémonos en él: ¡luz!, ¡luz! ¿Quién sabe si estos seres opacos se harán transparentes? ¿No son transfiguraciones las revoluciones? Andad, filósofos, enseñad, ilustrad, iluminad, pensad en voz alta, corred alegres hacia el vivo sol, fraternizad con las plazas públicas, anunciad las buenas nuevas, prodigad los alfabetos, proclamad los derechos, cantad las Marsellesas, sembrad el entusiasmo, arrancad verdes ramas de la encina, haced de la idea un torbellino. Esta multitud puede llegar a ser sublime. Sepamos utilizar esta vasta hoguera de principios y de virtudes que chisporrotea, estalla y se conmueve a ciertas horas. Esos pies descalzos, esos brazos desnudos, esos harapos, esa ignorancia, esa abyección, esas tinieblas, pueden emplearse en conquistar el ideal. Mirad a través del pueblo y descubriréis la verdad. Esta vil arena que oprimís bajo los pies, echadla en el horno, que se convertirá en espléndido cristal; y gracias a él, Galileo y Newton descubrirán astros.

Marius
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
T03.xhtml
T03_L01.xhtml
T03_L01_0001.xhtml
T03_L01_0002.xhtml
T03_L01_0003.xhtml
T03_L01_0004.xhtml
T03_L01_0005.xhtml
T03_L01_0006.xhtml
T03_L01_0007.xhtml
T03_L01_0008.xhtml
T03_L01_0009.xhtml
T03_L01_0010.xhtml
T03_L01_0011.xhtml
T03_L01_0012.xhtml
T03_L01_0013.xhtml
T03_L02.xhtml
T03_L02_0001.xhtml
T03_L02_0002.xhtml
T03_L02_0003.xhtml
T03_L02_0004.xhtml
T03_L02_0005.xhtml
T03_L02_0006.xhtml
T03_L02_0007.xhtml
T03_L02_0008.xhtml
T03_L03.xhtml
T03_L03_0001.xhtml
T03_L03_0002.xhtml
T03_L03_0003.xhtml
T03_L03_0004.xhtml
T03_L03_0005.xhtml
T03_L03_0006.xhtml
T03_L03_0007.xhtml
T03_L03_0008.xhtml
T03_L04.xhtml
T03_L04_0001.xhtml
T03_L04_0002.xhtml
T03_L04_0003.xhtml
T03_L04_0004.xhtml
T03_L04_0005.xhtml
T03_L04_0006.xhtml
T03_L05.xhtml
T03_L05_0001.xhtml
T03_L05_0002.xhtml
T03_L05_0003.xhtml
T03_L05_0004.xhtml
T03_L05_0005.xhtml
T03_L05_0006.xhtml
T03_L06.xhtml
T03_L06_0001.xhtml
T03_L06_0002.xhtml
T03_L06_0003.xhtml
T03_L06_0004.xhtml
T03_L06_0005.xhtml
T03_L06_0006.xhtml
T03_L06_0007.xhtml
T03_L06_0008.xhtml
T03_L06_0009.xhtml
T03_L07.xhtml
T03_L07_0001.xhtml
T03_L07_0002.xhtml
T03_L07_0003.xhtml
T03_L07_0004.xhtml
T03_L08.xhtml
T03_L08_0001.xhtml
T03_L08_0002.xhtml
T03_L08_0003.xhtml
T03_L08_0004.xhtml
T03_L08_0005.xhtml
T03_L08_0006.xhtml
T03_L08_0007.xhtml
T03_L08_0008.xhtml
T03_L08_0009.xhtml
T03_L08_0010.xhtml
T03_L08_0011.xhtml
T03_L08_0012.xhtml
T03_L08_0013.xhtml
T03_L08_0014.xhtml
T03_L08_0015.xhtml
T03_L08_0016.xhtml
T03_L08_0017.xhtml
T03_L08_0018.xhtml
T03_L08_0019.xhtml
T03_L08_0020.xhtml
T03_L08_0021.xhtml
T03_L08_0022.xhtml
autor.xhtml
T03_notas.xhtml