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Jueves, 11.00 hs., Washington D.C.
Lo habían apodado Kraken por el fabuloso monstruo marino de innumerables tentáculos. Y lo había instalado Matt Dillon cuando fue contratado como uno de los primeros empleados del Centro de Operaciones.
El Kraken era un poderoso sistema de computación vinculado con bases de datos de todo el mundo. Los recursos y la información iban desde bibliotecas fotográficas hasta los archivos de huellas digitales del FBI, desde libros de la Biblioteca del Congreso hasta periódicos de las morgues de todas las ciudades importantes de Estados Unidos, desde precios mayoristas a horarios de trenes y aviones, desde guías telefónicas de todo el mundo hasta número y despliegue de tropas y efectivos policiales en la mayoría de las ciudades norteamericanas y extranjeras.
Pero Stoll y su pequeño equipo habían diseñado un sistema que no sólo accedía a la información sino que la analizaba. Un programa de identificación escrito por Stoll permitía que los investigadores aislaran la nariz o la boca en el rostro de un terrorista y las encontraran si llegaban a aparecer en archivos de diarios o de la policía internacional. También podían compararse paisajes destacando el contorno de una montaña, horizonte u orilla. Había dos operadores de tiempo completo día y noche en el Archivo, y éste podía manejar más de treinta operaciones simultáneas.
Al Kraken le llevó menos de quince minutos encontrar la fotografía del ministro del Exterior Hausen. Había sido tomada por un fotógrafo de Reuters y publicada en un diario de Berlín cinco meses atrás, cuando Hausen había dado un discurso en una cena de sobrevivientes al Holocausto. Al recibir la información, Eddie no pudo evitar la repugnancia que le produjo la yuxtaposición de esta imagen particular en el juego.
Les llevó más tiempo identificar el paisaje detrás de Hausen, aunque en este caso los acompañó la suerte. En vez de pedir un relevamiento a nivel mundial, Deirdre Donahue y Natt Mendelsohn empezaron por Alemania, y luego pasaron a Austria, Polonia y Francia. La computadora encontró el lugar después de cuarenta y siete minutos. Estaba localizado al sur de Francia. Deirdre localizó una historia del sitio, escribió un informe completo y lo agregó al archivo.
Eddie envió la información por fax a Matt. Luego los largos y poderosos tentáculos del Kraken descansaron y el monstruo volvió a vigilar en silencio desde su guarida secreta.