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ALBÓNDIGA

Es un tipo estupendo, del que no habría ninguna queja si no fuese tan goloso. Una tableta de chocolate es su debilidad. Y mucho más para él si son dos, tres, e incluso cinco tabletas. No nos sorprenderá, por tanto, que Willi Sauerlich (ése es su nombre verdadero) se ponga cada vez más gordo y no practique ningún deporte. Junto con Tarzán —a cuya clase también va él— ocupa en el internado la habitación NIDO DE ÁGUILAS. A los padres de Albóndiga, que son muy ricos y viven en la misma ciudad, no les parece mal que el chico prefiera estar con sus compañeros a estar en casa, pues allí hay más acción, ocurren más cosas, dice él. Su padre es fabricante de chocolate y tiene un Jaguar de doce cilindros. En el fondo, Albóndiga desearía ser tan delgado y deportista como Tarzán.