Poema vegetal

I. Decreto

«El Poder Ejecutivo de la República de El Salvador,

 

CONSIDERANDO: que en todos los países civilizados se rinde culto al árbol, tanto por ser factor positivo de la riqueza pública como elemento de belleza natural;

que actualmente el Estado Salvadoreño desarrolla una intensa campaña de reforestación por lo que es oportuno y conveniente dictar medidas defensivas y estimuladoras de nuestra preciosa flora;

que en nuestro país existen dos árboles a los cuales tributa nuestro pueblo, tradicionalmente, especial admiración y devoción patriótica por sus sobresalientes cualidades botánicas y estéticas, siendo así que se les considera como árboles simbólicos y que ellos son el Bálsamo y el Maquilizhuát.

 

CONSIDERANDO: que por las razones anteriores es necesario rendir a dichos árboles un homenaje de consagración nacional, a fin de que las generaciones presentes y futuras les dediquen esmerada atención para que se conserven y se propaguen en mayor escala en el país.

 

POR TANTO, en uso de sus facultades constitucionales,

 

DECRETA:

Art. 1o. Institúyase el Día del Árbol Nacional, designándose para su celebración el día 22 de junio de cada año.

Art. 2o. Decláranse árboles nacionales de la República el Bálsamo y el Maquilizhuát

Art. 3o. Las autoridades estarán obligadas a fomentar su cultivo y a velar por su protección.

Art. 4o. Queda encargado el Ministerio de Agricultura de disponer la forma en que se dará cumplimiento a este decreto».

 

Palacio Nacional, 26 de junio de 1939.

 

Maximiliano Hernández Martínez,

Presidente Constitucional de la República.

José Tomás Calderón,

Ministro de Agricultura.

II. El bálsamo del Perú

(a)

«En el término y montes del lugar de Guaymoco de Vuestra Real corona, hay grandes árboles de bálsamo, y en toda la costa de Tonalá, que es de su Partido. Son de madera muy recia y pesada. El licor que en común se coje de él es por el buen tiempo en verano, que acá es de noviembre hasta mayo, y vale una botija perulera dél doscientos cuarenta reales. Los indios sácanlo con alguna violencia porque para que el árbol dé y destile más, lo chamuscan con leña al derribo del tronco. Yo he hecho sacarlo y cojello como el árbol la da y despide, sin otra fuerza de fuego ni instrumento. Dizen es licor maravilloso. Y que será de mejor efecto hecha su semilla como almendra para que en ella críe un licor como oro. En haciendo ocasión se experimentará. También hice sacar de las mismas pepitas, agua. Dicen las mugeres que es mui buena para el rostro».

(b)

«El bálsamo del Perú se da únicamente en una zona de la costa salvadoreña. Se le llamó bálsamo del Perú para que los piratas creyeran que se embarca desde Lima —cuyas flotas salían bien provistas de seguridad— y no atacasen en su búsqueda a los barcos solitarios que partían de los puertos salvadoreños hacia Darién o hacia la misma Lima».

III. El árbol de la vida

«Cuando el parto es difícil no hay nada mejor que la horchata de maíz crudo: apura el parto y asienta los dolores. Ahora bien, para los riñones hay dos cábulas que son la pura mar y sus conchas: una se hace cortando una cuarta de cáscara de jilón colorado del lado donde se pone el sol y otra igual del lado de donde nace: se pone en agua de infusión en un jarro nuevo y se deja nueve días, al cabo de los cuales se toma por agua del tiempo; la otra se hace con raíz de chichipince machucada y puesta en agua. Se toma como agua del tiempo también. Podría usarse la raíz de grama y los pelos de maíz cocido, pero no hay garantía de seguridad. La gente dice que la tisiquera es incurable. No es verdad: tiene santo remedio: veinte hojas de mango, veinte de aguacate, veinte de eucalipto, treinta hebras de manzanilla, trece hojas de guarumo colorado, veinte de naranjo dulce, cinco raíces de zacate limón, dos libras de colocho de madera de cedro y cinco centavos de té negro. Se cuece todo y con el agua obtenida se baña al paciente; luego se le pone a asolearse de las siete a las nueve de la mañana, una hora en el pecho y una hora en la espalda. A continuación se le darán cucharadas de la siguiente toma: dos cáscaras de mango, una del Este y otra del Oeste; otras dos de aguacate y dos de limón; veinte hojas de eucalipto, tres cogollos de guarumo colorado, veinte hebras de manzanilla, veinte onzas de canela, cinco centavos de té negro. Se cuece todo en dos botellas de agua, dejando que se consuma una de dichas botellas; luego se pone un cuarto de esencia coronada y otro de vino de cola, media botella de aguardiente y dos libras de azúcar de pilón. Con dos cucharadas antes de cada comida es suficiente. Para las ronqueras simples, el remedio es igual de simple: o bien se da en la garganta toques de jugo de marañón o se toma zacate limón y raíz de gengibre en tizana, para sudar. Para las enfermedades del corazón no hay como los gorriones en crudo curtidos en vino. Es como la manteca de perro, que es lo más indicado para las inflamaciones. Entre éstas hay que atender especialmente los golondrinos. Contra ellos hay que encompadrar un árbol. El enfermo debe abrazar un árbol, de preferencia un jiote o una mata de huerta: entonces la enfermedad se pasa al árbol y el enfermo se cura. Desde entonces el enfermo y el árbol son compadres: el enfermo tendrá que proteger al árbol y no permitirá que se le corte o se le dañe de cualquier modo».

IV. ¡Viva la flora salvadoreña de 1901!

«Los bosques están poblados de corpulentos árboles y numerosos arbustos, que rinden gran variedad de productos alimenticios, tintóreos, medicinales, y de materiales de construcción.

En toda la cadena de montañas fronteriza con Honduras y en varias alturas del interior, existe una variada vegetación de coníferas y cupulíferas (pinos, encinas, robles, liquidámbares, etc.) que coronan las crestas de los picos más altos.

Nada se utiliza de los productos del pino, tales como la brea, que se extrae muy poco, la trementina y las maderas, que sólo sirven en las aldeas para alumbrado.

El liquidámbar es un hermoso árbol, abundante en la sierra de Metapán, en Chalatenango y en la sierra de Cacahuatique, almentáceo, del género Stirax officinalis, aunque algunos lo incluyen en el género Stiraciflua liquidámbar. Es de verde follaje reluciente y se da mejor cuando más elevada es la región. Produce un bálsamo que se parece un poco al de Sonsonate en cuanto al aroma y consistencia, pero de color más claro.

Los principales árboles cuya madera se emplea en la construcción son:

el madre-cacao (Robinia maculata), de madera amarilla, muy compacta, que sirve de sombra al cacao;

el quebracho blanco y colorado, color ocre, fibra muy dura;

el quebracho blanco (Apispoderma quebracho) que goza de propiedades febrífugas y de cuya corteza se extrae la aspidospermina, nueva e importante sustancia medicinal;

el huiligüishte, igual al anterior en elasticidad y resistencia;

el mangle blanco (Risophora mangle), de madera muy dura, empleada en la zapatería;

el algarrobo o copinol (Himenaea coubaril), madera muy compacta, de olor aromático, que produce la resina anime y es de color amarillo claro;

el cedro (Cedrela odorata), de color rojo, cuyo tronco se eleva de ocho a veinte metros y del que existen hasta nueve variedades;

el volador (Platanus orientalis), árbol magnífico, de tronco elevado y recto;

el laurel, el naranjo, el guacino;

el conacaste, el nacascolo negro y amarillo,

el caoba, el granadillo, el ébano…

La mayor parte de estos árboles seculares de la selva se cubren de lianas y parásitas de brillantes y aromáticas flores, cuyos festones y panículas forman pintorescas y eternas bóvedas de verdura y colores variadísimos.

Entre las plantas medicinales colocaremos en primer término al antiguo Hoitziloxitl, llamado comúnmente Bálsamo de Perú y, por los botánicos, Myrospermus salvatoriensi.

Citaremos también el copalchí, euforbiácea del género Croton pseudochina; diversas clases de quinas; leguminosa del género Erythrina corallodencrum; el cedrón, rutácea denominada por los botánicos Simaruba cedrón, el guaco, o sea la Aristoloquia angiúcida de Linneo; la cachalagua, zarzaparilla, ipecacuana, ruibarbo, cañafístola, orozuz (Lippia dulcis).

La vainilla constituye un ramo especial de la industria agrícola del país.

El tabaco se cultiva en gran escala.

El añil, aunque ha decaído, aún se cultiva con provecho. Entre otras plantas de que se extraen materias colorantes figura el Palo de Campeche y el Palo de Brasil, que producen bello tinte rojo; el palo mora y el camotillo, que dan color amarillo; el nacascolo que da tinta para escribir, el ojo de venado y el masaste, el pito y el nance, el dragonero, la sacatinta, la chilca, el mangle colorado, etc.

Entre plantas textiles ocupa el primer lugar el magüey, al que el gran Linneo dio el nombre de agave o admirable: esta planta, indígena de la América Tropical, ofrece diversos productos, siendo el principal de ellos sus largas y fuertes fibras con las que se hacen lazos, cables, hilos, hamacas, etc. Además del algodón común hay de otras varias clases como el algodón de ceiba, el del roble, el pórporo, etc. Hace algunos años se cultivó en El Salvador el algodón en gran escala, sobre todo en la época de la famosa guerra separatista de los Estados Unidos; pero con la conclusión de ésta, y con motivo de haberse desarrollado una plaga que destruyó en gran parte los algodonales, decayó casi por completo esta industria que hoy apenas ejercen algunos pueblos indígenas, y con su producto se tejen servilletas, manteles, calzoncillos, etc.

Respecto a la seda, desde 1844 que se introdujeron las primeras moreras se han hecho diversos ensayos y de ellos resultan que esta planta se aclimata perfectamente en El Salvador y que el gusano se propaga con facilidad…

Entre las plantas oleaginosas citaremos en primer término la euforbiácea llamada Palma christi y conocida en el país con el nombre de higuerilllo, cuyos granos tienen gran cantidad de aceite amarillento, viscoso y espeso, que se emplea como purgante y vermífugo conocido como aceite de castor.

Hállase también ajonjolí sumamente oleaginoso, del que se saca excelente aceite de comer; maní, y otras que sería prolijo enumerar.

La más notable y rica de las palmeras es el coco. Además de contener aceite, harina, vino, vinagre, miel y azúcar, de sus fibras de hacen muy buenos tejidos y artefactos, de sus nueces se labran vasos y copa. Entre otras palmeras figura el coyol, del que se extrae buen aceite.

El hule o caucho es abundantísimo en las costas y de él se exporta gran cantidad a Europa y a los Estados Unidos. Varias zapotáceas producen un jugo lechoso que se solidifica al contacto con el aire y que puede reemplazar a la gutapercha. Una apocínea del género Tabernoe montana produce una leche blanca que contiene mucho caucho. Encuéntrase en los bosques el renombrado árbol Palo de Vaca, que da una leche azucarada y de buen sabor».

V. Un simple síntoma de la enfermedad que la llevaría a la muerte

«La zona por la que corre el ferrocarril de Occidente (The Salvador Railway Company, de propiedad inglesa) estaba poblada de extensos bosques, de ricas maderas duras. Al fin de que el costo de mantenimiento del ferrocarril fuera menor, los administradores decidieron que estuviera alimentado con madera en lugar de petróleo o carbón de piedra. Así fue como extensas regiones boscosas fueron consumidas, dejando llanos estériles y yermos. Las calderas de las locomotoras devoraron los principales bosques del país. Además los concesionarios del ferrocarril exportaban maderas preciosas a la metrópoli inglesa, sin que les costara un solo centavo».

VI. Epitafio

La flora salvadoreña murió sin confesión a lo largo de este siglo. Su esqueleto pulimentado y alguna excrecencia por aquí y por allá (que no es sino la barba hipócritamente vital que le crece al cadáver), acogen aún a las más célebres aves de rapiña.

Fueron sus asesinos (entre otros):

 

THE SALVADOR RAILWAY COMPANY COOPERATIVA ALGODONERA S.A. DUPONT INTERNATIONAL H. DE SOLA E HIJOS GENERAL MOTORS INTERNATIONAL RAILWAYS OF CENTRAL AMERICA ANDRES MOLINS Y CIA. COMPAÑÍA SALVADOREÑA DEL CAFÉ ASOCIACIÓN CAFETALERA DE EL SALVADOR CAFÉ LISTO S.A. INDUSTRIAS UNIDAS SOCIEDAD ANÓNIMA MITSUBICHI DON ALBERTO MASFERRER CIGARRERÍA MORAZAN ANASTASIO SOMOZA INC. MINISTERIO DE AGRICULTURA Y GANADERÍA BOY SCOUTS DE EL SALVADOR ASOCIACIÓN DE GANADEROS DE EL SALVADOR ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE LA TIERRA SHERWIN & WILLIAMS LA AUXILIADORA S.A. INSTITUTO DE COLONIZACIÓN RURAL GENERAL MAXIMILIANO HERNÁNDEZ MARTÍNEZ CAJAS DE CRÉDITO RURAL CÁMARA DE COMERCIO E INDUSTRIA DE EL SALVADOR POLICÍA DE HACIENDA COMPAÑÍA DE ALUMBRADO ELÉCTRICO DE SAN SALVADOR BONS & SHARE INSTITUTO DE VIVIENDA URBANA CENTRO NACIONAL DE AGRONOMÍA INSTITUTO DE INVESTIGACIONES TROPICALES GUARDIA NACIONAL CLUBS RURALES AGRÍCOLAS SERVICIO COOPERATIVO INTERAMERICANO FAMILIAS DUEÑAS GUIROLA SOL DAGLIO SAMAYOA GIAMETTEI SALAVERRIA BORGONOVO GUTIÉRREZ CRISTIANI REGALADO DEINNINGER WRIGHT UMAÑA MUYSHONDT ORELLANA SOL-MILLET DUKE ROMERO-BOSQUE MEARDI PECCORINNI RENGIFO MORAN ÁLVAREZ HERNÁNDEZ JEREZ DALTON SACA BENDIX NOTHEBON MEZA-AYAU BANCO INTERNACIONAL DE DESARROLLO PLYWOOD S.A. INTEGRACIÓN ECONÓMICA DE CENTROAMÉRICA CASTRO RAMÍREZ MOLINOS DE EL SALVADOR, S.A.