Dedicatoria

DEDICATORIA

Este libro es para usted, madre, mi suegra, a sus

90 años y a sus ojos casi sin luz ya. Usted ha vivido

—de veras y de oídas— otras guerras y, de verdad, la

nuestra. Tiene biznietos, por su suerte, en España, en

Inglaterra, en Cuba, en México. Lo ha aguantado todo

—sobre todo la muerte— como lo que es, tan entera. Sólo

podrá tocar este volumen y, si se lo leen, no se enterará

de todo porque no conoce a la mayoría de las personas

que aquí salen ni todas las tierras (algunas, ¡tan

cercanas!) que cito. Mas no importa. Usted es la mujer

más entera que vivió lo más que viví y lo que a mi

vista, siempre mala, queda. Acepte estas páginas: están

hechas de amor hacia usted y España.