Advertencia

La representación de esta comedia deberá empezar en la calle, o mejor, delante de las puertas del teatro con la venta de un «DIARIO DE LA TARDE» que pregonarán dos o tres vendedores de periódicos. El «DIARIO» se imprimirá en una hoja suelta, para que parezca una edición extraordinaria, que llevará en primera plana y con grandes titulares la siguiente indiscreción, de un estilo periodístico modelo:

En los círculos teatrales se ha extendido rápidamente una noticia destinada a producir un verdadero escándalo. Parece ser que Pirandello ha tomado el argumento de su nueva comedia «Cada cual a su manera», que se representa esta noche en el teatro… N. N…, del trágico suicidio, ocurrido en Turín hace unos meses, del joven y llorado escultor Giacomo La Vela. Como nuestros lectores recordarán, La Vela, que, en su estudio de la calle de Montevideo, sorprendió a su novia, la notable actriz A. M., en una escena demasiado íntima con el barón de N., en lugar de lanzarse contra los culpables, disparó contra sí mismo y se mató.

Al parecer, el barón de N. estaba para casarse con una hermana de La Vela. La impresión producida por el trágico suceso se conserva todavía vivísima, no sólo por la fama alcanzada por La Vela, en plena juventud, sino también por la posición social y la celebridad de los otros dos personajes de la tragedia. Es muy probable que estos hechos tengan repercusión y esta noche se produzca en el teatro algún incidente desagradable.

No basta. Los espectadores que lleguen al teatro a sacar las localidades, verán en las proximidades de la taquilla a la actriz cuyas iniciales ha dado el periódico, A. M. (es decir, Amelia Moreno). Estará allí, personalmente, rodeada de tres caballeros de «smoking» que en vano tratarán de convencerla para que desista de su propósito de entrar en el teatro a ver la comedia; quieren llevársela de allí; le ruegan que sea razonable, y que, por lo menos, se retire de la vista de tantas personas que pueden reconocerla; que su sitio no es aquél; que, por caridad, se deje llevar a otra parte; ¿es que quiere armar un escándalo? Pero ella, pálida, agitada, hará señas de que no; que quiere quedarse, ver la comedia, a ver hasta dónde ha llegado el atrevimiento del autor. Muerde su pañuelo y lo rompe, llama la atención, y, en cuanto se da cuenta de ello, quisiera esconderse o maldecir. Repite continuamente a sus amigos que quiere una butaca de anfiteatro, de la tercera fila; que se sentará atrás para que no la vean; que vayan, que vayan a sacar la localidad; promete que no armará escándalo; que cuando no pueda aguantar más, se marchará; una butaca de anfiteatro de la tercera fila; ¿o es que quieren que vaya ella misma a sacarla?

Esta escena improvisada, como si fuera real, deberá empezar unos minutos antes de la hora anunciada para el espectáculo, entre la sorpresa, la curiosidad, y hasta un poco de aprensión de los espectadores de verdad que estén entrando en el teatro, y durará hasta que suene el timbre para levantar el telón.

Entretanto, y simultáneamente, los espectadores que han entrado antes se encontrarán en el vestíbulo, o en el pasillo, con otra sorpresa, otro motivo de curiosidad y quizá también de aprensión, en una escena que hará allí el barón de Nuti con sus amigos.

«No os preocupéis, no os preocupéis: ¿no veis lo tranquilo que estoy? Tranquilísimo. Y os aseguro que lo estaré aún más, si os marcháis vosotros. ¡Estáis llamando la atención con estar aquí rodeándome! Dejadme solo, y nadie se fijará en mí. Soy uno de tantos espectadores. ¿Qué creéis que voy a hacer en el teatro? Sé que ella va a venir, si no ha venido ya. Quiero volver a verla. Verla solamente otra vez. Sí, sí, desde lejos. No pretendo otra cosa, tranquilizaos. Bueno, ¿queréis marcharos? ¡No me hagáis darle un espectáculo a la gente que viene a divertirse a costa mía! Quiero estar solo, ¿cómo queréis que os lo diga? Tranquilo, sí, tranquilo. ¿Más tranquilo que estoy?»

Y se paseará nervioso, con el rostro desencajado, hasta que todos los espectadores hayan entrado en la sala.

Todo esto servirá para que el público comprenda por qué la empresa del teatro ha considerado oportuno insertar en las carteleras la siguiente

NOTA: No es posible precisar el número de actos de esta comedia (si serán dos, o tres), debido a los probables incidentes que tal vez impidan terminar la representación.

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