KAREL ČAPEK nació en la localidad checa de Malé-Statonovic, en 1890. Muere en Praga en 1938.
Su obra puede de alguna manera calificarse dentro del género de la literatura de anticipación, y toda ella está recorrida por un curioso sentido del humor. Algunos críticos la han considerado como precursora en cierta forma de la obra de Aldous Huxley.
Sus obras han alcanzado reconocimiento internacional y han sido traducidas a diversos idiomas. Ya en sus primeros escritos se vislumbra la idea de Čapek de concebir la literatura como un vehículo idóneo para expresar sus ideas filosóficas, que expone a través de originales utopías y visiones satíricas del mundo futuro. Con sus primeras obras, Los Calvarios y Cuentos tormentosos, llega a posturas cercanas a un nihilismo intelectual que le podrían haber conducido al silencio. Sin embargo a partir de ese momento comenzó a expresarse por medio del teatro, descubriendo una nueva posibilidad comunicativa. Sus primeras obras dramáticas, R.U.R. (Rossum’s Universal Robots) —donde se emplea por primera vez la palabra robot referida a autómatas mecánicos— y El juego de los insectos cosecharon un éxito inmediato y rotundo en Londres y Nueva York gracias a su ingeniosa puesta en escena y al atrevido contenido crítico de sus argumentos, que advierten de los peligros de una sociedad obsesionada por la producción y el consumo. Čapek es uno de los pioneros de la llamada "novela de anticipación"; en sus escritos se descubren preocupaciones éticas y sociales derivadas de una situación histórica plagada de amenazas. Este escritor cultivó también el periodismo, en sus Cartas italianas, Cartas inglesas (1924) y Cartas españolas (1930) destacan las finas y minuciosas observaciones psicológicas. Murió en 1938 meses después del "Pacto de Munich" que supuso el desmembramiento de su país; no llegó a ver la ocupación militar de Praga por las tropas nazis, aunque tal vez ya la había anticipado de una forma u otra en sus novelas. Los relatos seleccionados en este volumen se integran en un libro titulado Apócrifos. Escritos entre 1920 y 1938 nos presentan una visión desmitificadora de la Historia y de alguno de sus protagonistas, como Hamlet, Napoleón, Pilatos, Don Juan, Atila, etc. En ellos se expone una interpretación inédita y a menudo paradójica, siempre cargada de aguda ironía, de estos personajes y episodios históricos.