TE CUENTO QUE JORDI SIERRA I FABRA...

 

... vivió momentos muy especiales recorriendo el país más pobre pero también más extraordinario de la Polinesia: Samoa. Dormía con su gente en fales, simples techos sostenidos por columnas, sin paredes, bajo los que se refugiaba toda una familia de treinta personas o más: hombres, mujeres, niños y también algún que otro animal. De día, los pescadores le contaban sus experiencias. De noche, era él el que llevaba a los jóvenes a la playa y les narraba sus cuentos con ayuda de un guía y traductor. Una de esas noches, relató esta leyenda en dos pueblecitos llamados Salamumu y Falealupo. Los jóvenes se asombraron de que su historia fuera «tan samoana», porque salían todas sus referencias: el mar, los peces, las princesas... No le creyeron cuando les dijo que se la acababa de inventar. Unos días después, le bautizaron con el nombre de Siosi Tusitala. Siosi por Jordi y Tusitala por «contador de cuentos», el mayor honor que puede recibir alguien en Samoa. Casi diez años después, Jordi ha plasmado por escrito su cuento samoano. Como toda historia de amor, es eterna.