[24] En la Cabona, el «Che» presenciaba desde un balcón las ejecuciones. Un comandante al que acababan de fusilar tardaba en morir. Uno de los soldados del pelotón pregunto al «Che»:

—¿Se le da el tiro de gracia?

El Dr. Ernesto Guevara respondió:

—No, el pobrecito ya ha perdido bastante sangre.

Y le dejaron retorciéndose largo tiempo de dolor, sin rematarle,<<