Conclusiones del análisis de la escritura de Jackel Destripador
Perfil psicológico
Del análisis del perfil escritural de Jack el Destripador se desprenden sus características más personales y que dirigían su pensamiento y acciones. Jack el Destripador fue una persona muy marcada por su pasado familiar, un pasado doloroso que le marcaba sus pensamientos y le creaba inseguridades que cubría con actitudes estudiadas y seguidas al pie del guion, para así crearse un control de su vida y entorno, que le fue arrebatado en su infancia. Esta necesidad emocional le nublaba la percepción de lo que estaba bien o mal, ya no solo por su pasado, sino por ser quien fue, lo que agravó esa creencia que él tenia de poder hacer las cosas bajo su único criterio, y permitirse opinar y hacer sin que nadie le cuestionara, hecho que agrandó su sentido de superioridad y le reafirmó en sus creencias, rasgos que, debido a su gran inteligencia, supo mantener ocultos a los ojos de los demás, no a su entorno íntimo, que sufría sus estados emocionales.
Jack era un inestable emocional, lo que lo llevaba a hacer cosas de las que no estaba convencido. Pero en su pensamiento, con los asesinatos, reforzaba su seguridad y tenía el control de la situación, pudiendo decidir, algo que en su infancia —la que lo traumatizó y marcó— nunca pudo hacer.
A nivel familiar era una persona que se mostraba distante, influenciado por el mismo pasado que vivió. Un pasado que le recordaba con rencor las desatenciones de sus padres, especialmente la de su padre, lo que le forjó la inseguridad que lo acompañó toda su vida, inseguridades y poca autoestima que ocultaba ante todos los que le rodeaban.
El perfil de inseguridades que refleja su escritura nos dice que, a nivel sexual, fue una persona dominante que suplía sus carencias con el dominio de la relación, llegando a ser duro, carente de muestras afectivas, y degradando a su pareja, para ser y sentirse por encima de todo.
Nuevas líneas a seguir
La información del perfil y conclusiones de la investigación realizada nos marcan las nuevas líneas a seguir en la investigación, para la búsqueda de sospechosos de ser el asesino llamado Jack el Destripador.
Un perfil de estas características me hizo pensar en ampliar el radio de búsqueda, saliendo de los patrones de la criminología moderna que, sobradamente demostrada, marca las pautas a seguir en una investigación de este tipo, ya que el investigador no debe, no puede, dejar de buscar y ha de agotar todas las líneas que se le presenten. En esta investigación ya se han hecho y seguido por otros antes que yo todas las líneas marcadas, y en ninguna se ha llegado a una en la que se pudiera mostrar una prueba clara que vinculase un nombre con el perfil del asesino en serie llamado Jack el Destripador.
Como decía, la falta de un móvil hace imprescindible que las líneas de investigación puedan ser dirigidas a cualquier otra nueva, por remota o improbable que pueda parecer. Ha de ampliarse por tanto el ámbito geográfico de la investigación a poblaciones más alejadas, de otro modo, seguidos los patrones de comportamiento marcados, esta investigación moriría aquí, como tantas otras, y eso es motivado porque los patrones nos muestran una verdad fundamental de la naturaleza de las personas; somos tan adictos a los patrones que dejamos que impregnen todo aquello que hacemos, y esos mismos patrones son las claves para predecir otras muchas variables de nuestro comportamiento, y en eso se sustentan en gran medida las investigaciones con perfiles.
Cuando se observa una actividad criminal en un área muy pequeña y en un lapsus de tiempo tan corto, como en los asesinatos canónicos, esa es la señal de que algo fuera de lo normal está pasando, de que hay un depredador, un asesino en serie. Siempre hay una lógica en la que el delincuente selecciona a su víctima y en la elección en la que el criminal selecciona el lugar donde atacar a sus víctimas, y es en estos patrones de donde nacen líneas de investigación, para llegar a descubrir al asesino. Ahora bien, en los asesinos en serie, resulta muy difícil establecer ciertos patrones, ya que no existe vinculación entre sus crímenes; las víctimas son escogidas al azar y sin vinculación entre los lugares donde se producen los asaltos. Es muy habitual que en la búsqueda de un asesino en serie se trabaje con cientos de sospechosos, eso es como buscar una aguja en un pajar.
Las técnicas de investigación actuales nos dicen que el criminal busca a sus víctimas cerca de su domicilio, según la teoría del mínimo esfuerzo. Estadísticamente, las escenas de los crímenes están cerca del domicilio del asesino, pero lo suficientemente alejadas para no llamar la atención, para evitar desplazamientos largos en los que se pierde la seguridad del entorno que conoce, y en los que puede ser detectado con mayor facilidad. Pero esto es aplicable a la investigación actual, de hecho, las policías de todo el mundo utilizan esta técnica, llamada «retrato geográfico», donde la inmediatez en las comunicaciones y sistemas de información permite actuar con una rapidez y efectividad que en 1888 sencillamente ni se imaginaba. Es en esta base donde el investigador policial tiene que trasladarse al momento de los asesinatos, es decir, al Londres de 1888, para pensar primero como un criminal de la época, y en una época en la que alguien podía alojarse en un hotel sin dar los datos, los vehículos no exhibían matrícula, no existía Facebook ni el teléfono móvil, y mucho menos la policía científica. Además, hay que pensar como un criminal, y también hay que pensar como un policía de la época; policías que solo contaban con la formación de sus galones. Hay que pensar como un investigador de la época; los investigadores llegaban a serlo por posición dentro del cuerpo, y en muchas ocasiones eran nombrados a dedo o por ser militares, y por tanto poseían formación de militares, no de policías, lo que complementaban con su astucia o con los interrogatorios a los que sometían a los sospechosos. En nuestro caso, Jack el Destripador, para manipular la investigación, tuvo que superar con creces a los policías que lo investigaban.