Leer la tendencia
Mirando los gráficos ya sabes leer el precio de un valor en un momento concreto. También has aprendido, gracias a las velas y barras, a detectar si el valor subió o bajó un día concreto y en qué horquilla lo hizo. Incluso puedes detectar, a partir del gráfico de volumen, si se han negociado muchos títulos de ese valor o si la sesión ha sido tranquila. Ya ves que es bastante información, pero nada de esto te sirve para deducir si un valor tiende al alza o la baja. Y, claro, ni idea de cómo saber a qué precio está bien comprar y a cuál está bien vender.
Para descubrir la tendencia de un valor y el rango de precios en el que suele navegar necesitas dos indicadores más: las medias móviles y las bandas de Bollinger. Si echas un vistazo a la figura 7-6, unas páginas más adelante, verás que hay varias líneas dibujadas junto a la que marca la cotización. Algunas se tocan, otras se cruzan y hay que ni se acercan. Esas líneas son las medias móviles y las bandas de Bollinger. Sé que ahora te parece un poco confuso, pero, créeme, no lo es. Es muy sencillo cuando sabes lo que significan.
Además de las medias y del amigo Bollinger, el análisis técnico te ofrece un abanico casi ilimitado de herramientas que sirven para anticipar tendencias y valorar los precios. Indicadores estocásticos, MACD, de Money Flow, de fuerza relativa, de William... los hay para casi todos los gustos. Pero para qué calentarse la cabeza añadiendo líneas a los gráficos cuando tienes más que suficiente con las medias y con Bollinger. Si a mí me ha bastado con estas dos herramientas, a las que siempre hay que añadir el cuadro de precios, ¿para qué complicarse las medias?
Encima (o debajo) de la media
La Media Móvil (MM) es una línea que marca el promedio del precio de una acción. Para calcular ese promedio, claro, es necesario escoger un período de tiempo. Hay medias móviles que marcan el promedio del precio a largo plazo, y que se calculan a partir de las cotizaciones de los últimos doscientos días. Otras, en cambio, indican la media a corto plazo y se calculan a partir de los precios de los últimos días de cotización. Las que tú necesitas son las siguientes:
La media móvil simple de 6 sesiones en un gráfico diario (que las separaciones en el eje horizontal sean día a día, y no por horas o semanas).
La media móvil simple de 70 sesiones en el gráfico diario.
La media móvil simple de 200 sesiones en el gráfico diario.
Si te preguntas por qué escojo estos tres períodos —6, 70, 200—, la explicación es sencilla. Son unos períodos estándar. El 200 representa la evolución de un año e indica la tendencia a largo plazo. La de 70 marca el medio plazo y la de 6... es una elección personal. La mayoría de los traders escogen una media de 14 días para el corto plazo, pero yo creo que la media de 6 nos indica la mayor fortaleza de un valor al plazo más corto.
En la figura 7-4 puedes ver las tres medias móviles alrededor de la línea que marca la cotización. La de más abajo es la de 200, la del medio la de 70 y, superpuestas, puedes ver la de seis sesiones y la de cotización. La que tiene los ángulos más suaves es la media móvil de seis sesiones; la de los picos, la de cotización.
Figura 7-4:
Ejemplo de valor alcista: medias al alza, y la de 6 por encima
En el gráfico, puedes ver lo que se consideraría un valor alcista. Yo considero que un valor va al alza cuando la media móvil de seis sesiones está por encima de la de 70, y esta última, a su vez, por encima de la de 200. Cuando las tres medias se organizan así, el valor está muy fuerte y lo más probable es que siga subiendo. A ver, no siempre se cumple al cien por cien, pero el porcentaje es elevado. Recuerda que en la bolsa siempre hablamos de probabilidad.
Ahora fíjate en la figura 7-5. Se trata de un gráfico que marca la evolución de Gamesa, una empresa de energías renovables, y que es totalmente distinto al anterior. Aquí, la media de seis está por debajo de la media de 70; y la de 70 por debajo de la 200. Cuando esto ocurre, estás delante de un valor que tiene una clara tendencia a la baja. En un caso así, nunca pienses en comprar primero para vender después. Las posibilidades de que el valor siga cayendo son elevadas. Pero en este gráfico puedes ver dos cosas más:
Figura 7-5:
Ejemplo de valor bajista: medias a la baja, y la de 6 por debajo
Para indicar la cotización diaria se usan barras. Verás que algunas son especialmente largas, lo que indica que ese día el precio se movió mucho. Si observas con detenimiento, descubrirás que de vez en cuando hay un hueco entre las barras diarias. Una acaba a un precio, y la siguiente empieza mucho más abajo. Hay uno muy claro un poco hacia la mitad, a la derecha. No añado más.
Date cuenta de que la línea de la cotización diaria, en varias ocasiones, parece que va a rebasar la media de 70, pero en seguida vuelve a ir hacia abajo. Es como si la cotización quisiera subir, y de repente se diera con la cabeza en el techo. En este caso, las líneas actúan como una resistencia que la cotización no puede franquear.
Si las líneas están por encima de la cotización, actuarán como resistencia. Es decir, al valor le costará romper la línea y seguir hacia arriba. En cambio, si las líneas están por debajo, funcionarán como un soporte: si la cotización cae y toca una de estas líneas, es muy posible que rebote y vuelva a subir. Volveré al tema de los soportes y resistencias más adelante, en las dos próximas partes, porque es una de las claves del método. Lo que quiero que vayas asimilando es que no comprarás ni venderás un valor porque la empresa en cuestión saque un nuevo producto, amplíe su plantilla o presente un informe de beneficios; lo harás en función de unos indicadores técnicos que se plasman en un gráfico.
Mi amigo, el señor Bollinger
Mira la figura 7-6. Es la cotización del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), un verdadero clásico del Ibex 35. Si te fijas, podrás distinguir lo siguiente:
Las barras muestran la cotización intradía. Usan las barras, no las velas. Si te fijas, puedes descubrir algún hueco por ahí.
La línea superior, que desciende de una manera suave, es la media de 200.
La media de 70 baja de forma suave y luego empieza a subir. Se cruza con la de 200 al principio del gráfico, bajando, y también hacia al final, ya de subida.
La media de 6 va superpuesta a las barras de cotización diaria.
Figura 7-6:
Gráfico con medias móviles y bandas de Bollinger
¿Y qué son esas otras dos líneas? Una va casi siempre por encima de la cotización y la otra por debajo. Sus subidas y bajadas son similares. Y aunque el espacio entre ambas es a veces más estrecho o más ancho, nunca se cruzan.
Esas dos líneas son las bandas de Bollinger, uno de los indicadores técnicos más fiables que conozco. Es una media de los últimos veinte días de cotización, con sus máximos y mínimos. Se añaden además dos variaciones típicas, es decir, que de los veinte días que se usan para calcularlas, no se cuentan los dos días en los que el valor se ha salido de madre. Muy bien, vale. Pero ¿todo esto para qué sirve?
Las bandas de Bollinger te indican, con una fiabilidad del 95 %, los topes máximos y mínimos a los que puede llegar un valor. Es decir, que en un 95 % de los casos, el precio de la acción va a estar dentro de lo que marquen esas dos líneas. Seguro que empiezas a ver su utilidad... Te pondré un ejemplo: imagínate que la cotización está a punto de tocar la banda de Bollinger superior. En este caso, hay un 95 % de probabilidades de que, si la toca, el precio de la acción se vaya hacia abajo y vuelva a colocarse en el espacio que hay entre ambas bandas. Si se sale de madre, cruza la banda y sale de ese espacio intermedio, es probable que tarde o temprano corrija, baje y vuelva a entrar en Bollinger.
Los dibujos que marcan las líneas de Bollinger también tienen su significado. Hay veces que el espacio entre las bandas de Bollinger es muy estrecho. Lo puedes ver en la parte derecha del gráfico del BBVA. En esta situación, es mejor no hacer nada porque, entre las bandas y las resistencias, el margen de acción que te queda es casi nulo. En otras situaciones, en cambio, las bandas se ensanchan de forma espectacular; es lo que se llama un abrazo, y se suele dar cuando un valor empieza a subir de forma notable. Cuando veas que las bandas de Bollinger se abren en un abrazo, ten claro que el valor no se moverá mucho: se va a estabilizar unos días alrededor del mismo precio; se lateraliza.
Un pequeño repaso
Como ves, he introducido muchos conceptos nuevos en este capítulo. Te he explicado cómo leer un típico gráfico de cotización y qué herramientas de utilidad puedes añadir para ayudarte a tomar decisiones. He introducido también algunos conceptos que no he acabado de desarrollar, como eso del “hueco” y el tema de los soportes y resistencias. No te preocupes, sólo te lo he nombrado para que empiece a sonarte; retomaré más a fondo estas ideas en las partes III y IV. Pero me gustaría que te quedases con algunas ideas.
Cuándo un valor es alcista o bajista. Cuando la media de 6 está por encima de la de 70 y ésta encima de la de 200, es alcista. Si sucede exactamente al revés, es bajista.
La utilidad de las medias de Bollinger. Cuando un valor está muy cerca de una de ellas, por arriba o por abajo, hay un 95 % de posibilidades de que cambie la tendencia. Si toca la de arriba, no compres. Si toca la de abajo, no vendas.
Si el valor está fuera de las bandas de Bollinger, la probabilidad de que vuelva a entrar tarde o temprano es elevadísima. ¿Cuándo? Eso ya es más difícil de adivinar, porque se considera que un valor fuera de Bollinger está alocado. Puede ser mañana o dentro de una semana.
Si has comprendido los conceptos nuevos de este capítulo —estoy convencido de ello—, acabas de dar un paso de gigante en el camino que te llevará a empezar a ganar dinero en bolsa. Si algo te baila y no te queda claro, no te agobies. Volveré a tocar estas ideas más adelante y, si no, siempre puedes repasar lo que creas conveniente. Ya sólo me queda darte algunos consejos de tipo más psicológico en el próximo capítulo, y en seguida nos ponemos el traje de faena.