Notas
[1] «No hay que desesperar». Lema latino procedente de Horacio. (N. del T.) <<
[2] «El consejo juvenil, el interés particular y el odio latente; ésas son las tres cosas que han perdido todos los reinos». En sus esfuerzos por emular al príncipe Nelrode, Kurílov cita, equivocándose varias veces, una frase atribuida a Matías I Corvinus, rey de Hungría (1458-1490), en su lecho de muerte. Un poco más abajo, el Tamen semper talis («Sin embargo, tal cosa siempre…») es una nueva muestra del precario latín del ministro de Instrucción Pública. (N. del T.) <<
[3] Proverbio francés de origen árabe, equivalente a nuestro «A palabras necias, oídos sordos». (N. del T.) <<
[4] En realidad, las palabras que Suetonio atribuye al emperador Augusto en su lecho de muerte son: Plaudite, acta est fabula («Aplaudid, la comedia ha terminado»). (N. del T.) <<