No somos la misma persona este año que el año pasado. Ni lo son aquellos a los que amamos. Tenemos suerte si, al cambiar, seguimos amando a una persona cambiada.
W. SOMERSET MAUGHAM
KAREN
Tenía en su piel ese color moreno, típico de las mulatas brasileras, de cuerpo esbelto que movía con gracia al caminar. No era hermosa, pero sí lo suficientemente atractiva para que cualquier hombre se fijara en ella. Había vivido en el Brasil hasta los 16 años y luego se marchó con sus padres a Londres. Le había dolido dejar su tierra, pues en ella había pasado su infancia y algunos de los mejores momentos de su vida adolescente. Decidió seguir los pasos de su madre y, al igual que ella, estudió periodismo, enfocándolo también hacia el mundo de la Ciencia. Realizó sus estudios en la Universidad de Manchester, fue de las alumnas más aventajadas, y vivía siempre agradecida con su madre, por las cosas que le había enseñado acerca del difícil mundo del periodismo.
Estaba sentada en su oficina, organizando los últimos detalles para la presentación de la emisión de su programa en la BBC de Londres: «Ciencia, Hombre y Tierra.» Programa que ella se había encargado de hacer popular dentro del mundo de la élite científica, por su objetividad y su alto conocimiento en las áreas que investigaba.
Justo en ese momento escuchó que alguien entraba en su despacho. Era Peter, redactor en jefe de su programa, quien había entrado sin golpear antes a la puerta, aun sabiendo que a ella le molestaba que no lo hicieran. Iba a decirle algo, cuando observó su mirada ansiosa y algo excitada. Peter arrojó sobre el montón de papeles que en ese momento ella revisaba un sobre cerrado con un membrete en el que se podía leer claramente Geneptics Inc.
Sólo le bastó echar una ojeada al sobre para saber de qué se trataba. Recordó entonces aquella reunión a la que había asistido dos meses atrás, la misma donde había conocido a ese hombre… Norman Fremont, sí, ése era su nombre, una persona algo extraña, aunque no más extraña que esa sensación de frío que se percibía en el ambiente. Él, en medio de la reunión, la había abordado halagándola por el buen trabajo que hacía al difundir los avances en materia científica que se sucedían día a día. Había sido después de la cuarta copa cuando le había insinuado que trabajara para él y su gran empresa durante dos años, como difusora exclusiva, no sólo para la BBC, sino para todo el mundo, de las diferentes clases de investigación que allí se desarrollaban, al igual que de los logros que se obtuvieran.
La propuesta le había parecido interesante, pues quién mejor que ella sabía del gran potencial y desarrollo tecnológico de Geneptics Inc. Características que le habían valido para ser la primera en el ramo. Se imaginó ganando el Pulitzer de periodismo científico. Pensó también en lo rentable que resultaría trabajar para ellos; no es que tuviera necesidades, pero vaya cómo mejoraría su vida. Comprendió entonces la ansiedad en la mirada de Peter, pues él era el único al que le había comentado aquella conversación y, además, le había prometido que lo llevaría con ella si todo resultaba ser cierto y no el efecto alucinador de unos cuantos tragos de licor.
Tomó el sobre en sus manos, lo miró, lo repasó y por fin, se decidió a abrirlo. La carta que contenía comenzaba con un efusivo saludo por parte de Norman Fremont. Posteriormente, le recordaba la conversación previa que habían sostenido, y le dejaba entrever que su ofrecimiento era sincero, la elogiaba una y otra vez acerca de su trabajo y capacidades, y por último aparecía la propuesta en firme:
Karen, me agradaría mucho que aceptaras el trabajar con nosotros, creo que nos conoces lo suficiente para no tener que enviarte nuestras cartas de presentación. Tu trabajo, si lo aceptas, se desarrollaría en la principal de todas nuestras sucursales, que se encuentra ubicada en Brasil, muy cerca de Rio de Janeiro. Al llegar allí, serás recibida por el actual director, el señor Eric Barterer, el cual es uno de nuestros mejores hombres. Él se encargará de lo que necesites, al menos en un comienzo, para que tu trabajo se desarrolle sin el menor contratiempo. Seguramente allí verás cosas que tal vez nunca antes hayas visto, de ahí que te haya escogido, pues sé de tu objetividad y seriedad a la hora de informar a tu público. De manera que no te extrañes si en algunas cosas te pedimos un poco de discreción; espero que me entiendas. Nos agradaría mucho, a mis socios y a mí, que viajaras antes de finalizar el mes de mayo.
Esperando que te atraiga mi oferta, y que tu trabajo a nuestro lado te resulte provechoso, tu amigo y servidor
NORMAN FREMONT
Director General
Geneptics Inc.
Posdata: los pasajes aéreos te los haremos llegar en estos días, al igual que el contrato oficial, para que lo firmes.
Dobló la carta, la guardó en el sobre y miró a Peter. A él sólo le bastó mirarla para saber que aceptaría el nuevo trabajo y comenzó a dar saltos de alegría. Ella lo miraba y, mientras lo hacía, un cúmulo de sentimientos, pasiones e historias vividas se volcaban en su mente… Hacía cuatro años que no visitaba Brasil Estaba encantada de poder volver a poner sus pies en una tierra que, a pesar de haber vivido fuera de ella mucho tiempo, era la suya. Allí había nacido, allí se habían conocido sus padres, allí se había enamorado por primera vez, y también por primera vez había entregado su corazón…
En ese entonces era muy joven, pero qué placentero era recordar cada una de esas vivencias. Ya estaba decidido, iría a Brasil, era su nuevo gran reto. Mostraría al mundo una vez más quién era Karen Daniela Foster Cucunuba. Peter la acompañaría, de esta forma no se sentiría sola. Su mayor inquietud residía en la naturaleza de las personas con las que trabajaría. Le había visto en una ocasión y le había parecido un hombre muy atractivo e inteligente, pero igualmente tuvo la sensación de que era un hombre frío y calculador. Ahora que iba a conocerle y trabajar con él, tendría tiempo para comprobar sus impresiones. Deseaba sinceramente equivocarse con respecto a lo de frío y calculador. Eric Barterer dejaría de ser un enigma para ella muy pronto. Y de los demás, no tenía ni idea de quiénes eran, ¿cómo serían?, ¿tal vez como Eric? Pues bien, ya tendría oportunidad de averiguarlo…