Agradecimientos

Mantengo una enorme deuda con mis amigos y mi familia, que leyeron este libro, capítulo a capítulo, a medida que iba siendo escrito: Cara, Karen, Lisa, Margaret y mi madre, Olive. Peg y Lynn, como siempre, participaron con excelentes comidas, cálida compañía y prudentes consejos. Y me siento especialmente agradecida por el trabajo de edición que Lisa Halttunen realizó para preparar el manuscrito antes de presentarlo.

También agradezco a aquellos colegas que me facilitaron generosamente su experiencia cuando yo me alejaba de mi propia especialidad. Philippa Levine, Andrés Reséndez, Vanessa Schwartz y Patrick Wyman me pusieron en la dirección correcta cada vez que me equivocaba de rumbo. Cualquier error que pueda haber quedado es, por supuesto, mío.

Siempre le estaré agradecida a Sam Stoloff, de la Frances Goldin Literary Agency, por haber recibido, con gracia y buen humor, la noticia de que yo había escrito una novela, y no otro libro de historia. También leyó los primeros borradores con perspicaz mirada. ¡Un agradecimiento especial para Ellen Geiger, de la misma agencia, por su acertada elección de compañeros de almuerzo!

El equipo de Viking se ha convertido en una segunda familia para mí. Mi editora, Carole DeSanti, representa lo que todo escritor espera cuando está escribiendo un libro: alguien que no sólo puede apreciar lo que uno ha puesto en la página, sino que también puede imaginar qué historia podrían contar esas palabras con sólo unos pequeños retoques. Maureen Sugden, extraordinaria correctora de manuscritos, le dio brillo al libro en tiempo récord. Gracias también a Clare Ferraro, Christopher Russell, Leigh Butler, Hal Fessenden, Manisha Chakravarthy, Carolyn Coleburn, Nancy Sheppard, Rachelle Andujar y a todos los demás que ayudaron a convertir en libro el montón de folios que era este trabajo.

Dado que éste es un libro sobre libros, consulté una importante cantidad de textos mientras lo escribía. Los lectores curiosos pueden encontrar algunos de ellos consultando la traducción Douay-Rheims de la Biblia, la edición crítica y traducción del Aurora Consurgens de Marie-Louise von Franz (Pantheon Books, 1966) y la traducción de Paul Eugene Memmo de Heroic Frenzies, de Giordano Bruno (University of North Carolina Press, 1964). Aquellos lectores que decidan lanzarse a explorar deben saber que las traducciones que aparecen aquí son mías y por lo tanto tienen sus peculiaridades. Cualquier lector que quiera profundizar más en la mente de Charles Darwin tiene un punto ideal para empezar en Charles Darwin: A Biography, de Janet Browne (2 volúmenes, Alfred Knopf, 1995 y 2002). Y para una lúcida introducción al ADN mitocondrial y su aplicación a los problemas de la historia humana se puede consultar The Seven Daughters, de Brian Sykes (W. W. Norton, 2001).