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El espejo mágico

La noche estaba en calma. Puchi seguía fascinada, en calma como la noche. Alegre de haber seguido sus inquietudes que le habían llevado hasta ese lugar.

Aunque el cielo se estaba llenando de estrellas, en el horizonte todavía se podía ver una delgada línea roja, testigo de donde se había ocultado el sol.

Shankal decidió que ya era la hora de ir a descansar.

Indicando a Puchi que le siguiera, comenzó a moverse despacio, iluminando con su luz el camino a la pequeña.

Caminando confiada tras su maestra, la pequeña se percató de que otras luces también se movían a su alrededor. Eran como las que le habían dado la bienvenida sobre el lago, aunque sus colores se veían ahora mucho más intensos, contrastados por la oscuridad de la noche. Se trataba de otros Seres de Luz, que al igual que Shankal, servían de guías en la montaña.

Puchi se detuvo para observarlas.

Unas parecían acompañar a los recién llegados, mientras que otras, sencillamente, iluminaban la noche con sus colores.

Tras contemplarlas, elevó sus ojos al cielo, deleitándose con la infinitud de un firmamento estrellado, y cuando volvió a bajar la mirada fue como si algunas de esas estrellas hubiesen descendido.

En esos momentos, la niña estaba tan llena de Amor que todo lo que deseaba era proseguir en ese estado…

—¿Hasta cuando podré estar así? —le preguntó a su guía.

—Si Tú lo deseas, toda la Eternidad.

—¿De verdad? —preguntó, deseosa de que así fuera.

—¡De verdad! —le aseguró la Luz — ¿No te he dicho que el verdadero sentido de la Vida es disfrutarla con Amor?

—Sí…

—Entonces, no sólo basta con descubrirlo, sino disfrutarlo para siempre. Además —prosiguió—, ¿sabes por qué podrás permanecer en Él?

—No —dijo Puchi moviendo la cabeza.

—Porque Tú eres la vibración del Amor que sientes.

La niña se asombró al oírlo: ¡lo que estaba sintiendo era maravilloso!

—¡Tú eres el Ser de Luz que está vibrando en Amor! Tú eres quien da vida a tu cuerpo —continuó descubriéndole—. Eres una Luz de Vida que se puede sentir… Y cuando se siente, se siente Amor.

»¡Eres una Luz de Amor! Al igual que yo, al igual que todos los seres de la Creación… Y como la Luz, Dios, el Amor, es eterno, ¡siempre lo podrás sentir! ¡Sólo dependerá de ti!

—¿De mí? ¿Y qué he de hacer? —preguntó Puchi con verdadero interés.

—Sentirte a ti misma; ser consciente de lo que ya eres en realidad: «AMOR».

La niña se quedó maravillada.

Por unos segundos reinó el silencio hasta que fue sustituido por la voz de Shankal en su interior:

—Cuando me introduje en ti, lo que hice fue activar tu Luz con la mía, pero a partir de ahora habrás de ser tú quien la haga brillar. Eres Luz y tienes una voluntad libre: ¡que tu voluntad sea sentirte!, de esta forma permanecerás así.

—¿Tan sencillo? —preguntó Puchi.

—Puede parecértelo, pero según las Leyes que rigen en el Universo nada se consigue sin esfuerzo.

»Dios, el Amor, nos hace libres para elegirle, y en nuestro propio beneficio nos va poniendo pruebas, dificultades a las que vencer. Por esto, dependiendo del entorno en el que te encuentres puede que algunas veces no te acuerdes de Él, e incluso que acordándote no desees sentirle.

—¡Pero yo quiero estar siempre así!

—Entonces, siempre lo estarás.

—¡Qué bien! —exclamó la pequeña con satisfacción.

—Querer sentirle, esto es lo fundamental, aunque, como todo, tiene su técnica —puntualizó Shankal—. Más adelante te la iré enseñando para que puedas regresar al Amor cada vez que pierdas su conciencia. Por ahora, como ya estás en Él, mantén tu atención en la dulce vibración de tu Corazón y seguirás en su presencia.

La pequeña admiraba a su Maestra, que era toda luz en la noche.

—Si yo soy una luz, ¿por qué no la veo? —le preguntó.

—Todo a su tiempo, por ahora basta con que sepas lo que eres.

—Y tú, ¿por qué no tienes cuerpo?

—Porque ahora no me es necesario. Cuando deseo adoptar una forma física, lo hago. ¡Es una de las ventajas de vivir en el Amor!

Nuestras dos amigas reanudaron su marcha hasta llegar ante una enorme roca de color azul que brillaba en la noche. En ella había una entrada, y Shankal invitó a Puchi a traspasarla, explicándole que se trataba de un acceso al centro mismo de la montaña en donde podría descansar y beneficiarse de su energía tan especial.

Transitando por largos pasillos azules, Puchi se quedó maravillada por la preciosa luz turquesa que emitía la propia roca. Todo estaba tan iluminado que ya no era necesaria la claridad de su guía.

Se detuvieron ante una puerta, y al abrirla apareció ante ellas una preciosa habitación ovalada, con paredes de roca rosa casi transparente. Los demás minerales tenían también luz propia, componiendo con su vibración el bello sonido que se escuchaba de fondo.

En el centro de la habitación había una gran cama, también ovalada, y la niña corrió hacia ella, gozando juguetonamente de su placentera comodidad.

Shankal disfrutaba de las emociones de la pequeña.

Tras dejarla retozar por unos momentos le hizo fijarse en una gran piedra esmeralda que cubría parte de la pared:

—¡Concéntrate en el Amor que sientes y dirígete hacia ahí!

Siguiendo sus indicaciones, Puchi se concentró en la cálida y placentera sensación amorosa que seguía sintiendo, tornándose ésta todavía más intensa. Se levantó de la cama, caminando hacia la piedra, y en el preciso instante en que se detuvo frente a ella su verde superficie se transformó en un espejo en el que pudo ver reflejada su imagen.

Observándose en él, algo llamó su atención: en el centro de su pecho se veía una preciosa luz turquesa, justo donde nacía el sentimiento del Amor.

«¿Qué será esa luz?», se preguntó a sí misma.

—¡Concéntrate en el Amor que sientes! —le habló Shankal.

La pequeña así lo hizo, y la Luz de su Corazón se tornó aún más brillante.

—Esta Luz que ves eres Tú misma, la manifestación física de tu Energía Divina —le explicó su guía—Viniste aquí buscando el sentido de la Vida, y sintiendo Amor lo has encontrado. Pero también te has encontrado a ti misma, pues Tú eres la Luz que estás sintiendo.

Puchi escuchaba sin dejar de mirarse. ¡Le resultaba fascinante verse a sí misma como una preciosa Luz en el Corazón!

Cuanto más se concentraba en el sentimiento del Amor, más brillante se veía, más bella sonaba la música, más bello era todo…

—¿Cómo puedo ver mi Luz en este espejo? —le preguntó a su maestra.

—El Amor es el origen de todo, es «la Energía» por excelencia. Si en el plano emocional se siente como la sublime sensación que estás experimentando, en el plano físico se manifiesta como luz, «la Luz del Amor».

»En los mundos como éste, en los que sus habitantes viven en Él, la ciencia se pone también a su servicio, descubriéndose instrumentos y medios para poder verlo, como, por ejemplo este espejo.

Puchi continuaba observándose. Su Luz se veía verdaderamente muy bonita.

Experimentando una vez más lo que acababa de descubrir enfocó toda su atención en la zona del plexo solar, y la Luz volvió a brillar con fuerza, emitiendo bellos destellos azul turquesa.

—Es bonito verte —le susurró Shankal—, pero mejor es sentirte: ¡esto siempre irá contigo!

En aquellos mágicos instantes, frente al espejo, la niña decidió estar siempre así, sintiendo el Amor. Pero se preguntaba cómo hacerlo… ¿Estaría siempre a su lado su maestra para guiarla?

—No te preocupes —le habló afablemente Shankal, sabiendo de sus inquietudes—, tu propia Luz lo hará.

A pesar de la respuesta, Puchi deseaba saber qué debía hacer para proseguir en ese estado.

Su resplandeciente Maestra no se resistió a sus ganas de conocimiento. Le solicitó que se acostase en la cama, y al hacerlo, las luces de los minerales se fueron apagando gradualmente dejando aquél entorno iluminado con un tenue rosado.

Todo apuntaba a la calma cuando, de pronto, la Luz de Shankal comenzó a brillar con más intensidad, formando un fuerte resplandor en la habitación.

La pequeña no sabía bien lo que estaba sucediendo. Aunque los destellos le impedían ver con nitidez no apartó ni un momento la mirada, pudiendo comprobar cómo de toda esa luminosidad se fue formando una figura humana.

Cuando la imagen estuvo por fin completada tuvo ante sí a una mujer de largos cabellos, con un rostro que emanaba dulzura y majestuosidad.

Parecía un hada, toda de luz blanca.

La mujer permaneció mirando a la pequeña, saludándole con una dulce sonrisa.

Entonces, se dirigió hacia ella, sentándose en el cabecero de la cama.

Y con su luminosa mano acarició su rostro, diciendo:

—Esta es mi imagen humana… La transformación que acabas de contemplar no es sino una pequeña muestra de lo que se puede encontrar en el camino del Amor. Ni te imaginas las maravillosas sorpresas que nos esperan en Él.

»Pero de entre ellas, la más importante ya la has descubierto: ¡lo estás sintiendo!, lo que te permitirá disfrutar en plenitud de todas las demás.

»Ahora que lo sientes ya lo tienes todo, pues es tu estado divino, tu estado perfecto: te has encontrado a ti misma.

»Y me has dicho que quieres siempre permanecer así. Y sé que tu petición no es un mero capricho, ya que nace del Corazón.

»Escucha, pues, mis palabras: En la Vida, cada uno ha de decidir libremente para qué quiere vivir, y tú has elegido la Felicidad, puesto que has elegido el Amor. Y como así lo has decidido: ¡vive en Él y disfruta de la Vida!

Se hizo entonces el silencio.

Sólo una bonita vibración musical continuaba oyéndose de fondo.

En aquél maravilloso lugar, la resplandeciente Shankal miraba con cariño a la pequeña. Contemplaba sus expectantes ojos, que querían saber más.

Por eso su voz, más bella aún que la propia música, volvió a escucharse en su interior:

—Dios es la Pura Energía Creadora, una Luz que, vibrando en Amor, todo lo purifica y embellece. Y nosotros somos también este Fuego Divino, puesto que nuestra existencia surgió al encendernos como a una antorcha, regalándonos su Ser.

»Dios nos ama. Por esto, nos dio la Vida sin pedirnos nada a cambio, haciéndonos de Él con el único propósito de deleitarnos eternamente viviendo en su consciencia. Somos parte de su infinita esencia, y todo ha sido creado para disfrutar de ella.

»Porque nos ama, la Vida no tiene otro propósito que ser felices disfrutando de nuestro propio Ser, que es Amor. Él lo creó todo para nuestra felicidad, pero tenemos que ganárnosla, pues sólo puede ser feliz quien aprecia lo que tiene. Así que contempló la posibilidad de venir a los mundos materiales para conocer todo aquello que no vibra en Amor y poder valorar más lo maravilloso de su vibración. Todo se trata de la misma Energía vibrando en distintas frecuencias, y sólo el conocimiento de las más bajas nos permite disfrutar de la más pura y bella: la Vibración del Amor.

»Como algo se valora más cuando lo podemos comparar y nos esforzamos en conseguirlo, el Creador imaginó la Vida como un juego en el que hay que ir superando sus pruebas:

»El Gran Juego de la Vida consiste en encontrar en nosotros mismos el Tesoro del Amor y disfrutarlo, manteniendo su consciencia aunque las circunstancias fueran adversas. Y el premio que se consigue es la Felicidad Eterna, pues una vez superadas sus pruebas ya nada nos podrá alejar de Él. Un juego en el que no hay más premio que disfrutar de nuestro Ser, ni más castigo que cuando nos alejamos de Él.

»Para poder evolucionar a través del conocimiento del desamor y la elección consciente y voluntaria del Amor, el Creador diseñó su Creación como una gran escuela, cuyos «cursos» se imparten en los planetas habitados: grandes aulas en las que se ama y se evoluciona.

»Amar es disfrutar de tan sublime Energía, y evolucionar es ser cada vez más conscientes de Ella. Cuanto más amamos, más evolucionamos, y cuanto más evolucionamos, más podemos amar…

»Los planetas varían unos de otros según la conciencia del Amor de sus habitantes: desde mundos de incalculable Luz y Belleza, en los que se vive disfrutándolo sin límites, hasta otros en los que se vive en su inconsciencia. En estos últimos, si bien se conoce el Amor, no se le da la importancia que tiene. Sus habitantes no lo sienten, ni guían sus vidas por Él. Ignoran lo que en realidad «Es», y perdidos en sus pensamientos, habitan una sociedad que también lo ignora. Por ello, no viven felices…

»Pero la Vida está maravillosamente diseñada para aprender una importante lección: que el Amor es la Felicidad, y esto es algo que todos, a través de sus experiencias, han de aprender, puesto que quien vive con Amor es feliz, y quien no, no lo es. Al ser esta una ley inexorable, todo aquél quiera ser feliz habrá de elegir el Amor…

»Cuanto más atrasados son los mundos, mayores serán las dificultades que les pondrán a prueba, pero para salvar los obstáculos cuentan en su interior con la Luz de la Verdad, la cual es más poderosa que la confusión que les rodea. Si son honestos consigo mismos y se dejan guiar por Ella, orientarán sus vidas hacia el Amor y serán felices.

»En ocasiones, su Luz se hará tan brillante que incluso lleguen a sentirlo, pero influidos por la mentalidad predominante en sus mundos lo confundirán con un sentimiento más. No obstante, a pesar de todas las adversidades con las que se encuentren, continuarán acercándose al Amor, y Éste irá manifestándose cada vez con más fuerza en sus Corazones.

»Un día experimentarán que la Maravillosa Energía del Amor es algo más que un sentimiento: que ellos mismos son el Amor que sienten.

»Y que la Vida es Amor.

»Y que vivir en Él es la forma por excelencia de vivir.

»Desearán sentirlo siempre y aprenderán a hacerlo voluntariamente.

»Amarán y evolucionarán. Y con la presencia permanente del Amor en sus Corazones, disfrutarán por toda la Eternidad de su infinita Belleza…

»Tú, mi dulce niña, acabas de dar este paso decisivo: has decidido vivir en Él. Ya nada volverá a parecerte monótono y nunca más te sentirás sola, porque la Luz de nuestro Corazón nos conecta con la Energía Universal. Nada más carecerá de sentido: lo que antes vivías con tus pensamientos, a partir de ahora lo harás con todo tu Ser.

»¡Vive, pues, tal y como ha dispuesto el Padre para tu felicidad!

»¡Siente el Amor y sé feliz! ¡Siéntelo, y disfruta de la Vida! Cuando no lo sientas, desea hacerlo, concentrándote en donde reside. Y cuando lo sientas, ¡disfrútalo!

»Goza, ante todo, de la placentera sensación de su Amorosa Energía en ti. Es una sensación única e indescriptible, que te permitirá disfrutarlo todo en este maravilloso estado de consciencia…

»Dios está en la naturaleza, es el Soplo de Vida que hay en ella; no puedes verle directamente pero sí a través de su Belleza: ¡disfrútala con Amor en el Corazón! El Creador ha de amarnos tanto que nos refleja en su bella naturaleza lo maravilloso de su Amor.

»Contempla la inmensidad de la Creación: Él derramó su Amor en ella para nuestra Eterna Felicidad, concibiendo en nosotros un estado en el que poder disfrutar de nuestra propia esencia y de la que amorosamente nos rodea: la Conciencia del Amor. Porque nos ama, ha diseñado la Vida para que seamos felices y ¡qué mejor regalo que este sublime estado de conciencia en que vivirla y disfrutarla!

»La vida fue creada para ser vivida así, en un éxtasis de Amor permanente, gozando de su Divina Presencia en nosotros, acariciando con su vibración a todo y a todos.

»En cada pensamiento que tengas, ¡siéntelo! En cada palabra que digas, ¡siéntelo! En cada cosa que hagas, ¡siéntelo! Cada instante es irrepetible: ¡disfrútalo con Amor!

»Y ahora, querida mía, quiero que descanses —le susurró la Luz, cerrándole los ojos con su luminosa mano—. De verdad que podría estar toda la noche hablándote del Amor, pero no quiero limitar más con palabras lo que es ilimitado. Por mucho que te hablase, no podría encontrar una descripción más fiel que tu propia experimentación, pues el Amor es ante todo una experiencia personal. El Amor se siente, pero es más que un sentimiento, porque no sólo lo sientes, ¡lo eres! Somos Amor, y al sentirlo nos elevamos en el estado indescriptible de nosotros mismos.

La música se fue acallando hasta que se dejó de oír.

Las luces también se fueron apagando y Puchi se quedó dormida con una preciosa sensación de Amor en el Corazón.

La Maestra la besó cariñosamente en la frente, saliendo lentamente de la habitación, resplandeciendo en la oscuridad con su majestuoso cuerpo de Luz.

Dejando a la pequeña iluminada en su Corazón.

Preparada para vivir su nueva vida en el Amor.