La verdadera paz surge espontáneamente cuando tu mente se libera de los apegos, cuando descubres que las cosas de este mundo jamás podrán darte lo que realmente quieres.

Theragatha.

Bailando con la energía oscura

¿Qué impulsa a la gente a ofender a otras personas? ¿Y qué pretenden conseguir con ello? Para contestar estas preguntas me gustaría invitarte a una excursión. Haremos una visita a las circunstancias en que las personas suelen echar mano de los ataques verbales. Investigaremos las situaciones en las que incluso personas afables se transforman en buscapleitos obstinados. Porque a veces no basta con dar simplemente réplicas divertidas. Hay situaciones en las que pelear con los demás nos atrae y nos arrastra como un remolino. Un remolino del que parece muy difícil escapar. Sí, en parte no notamos qué nos ocurre. Reñimos y peleamos porque todos lo hacen, porque es lo normal, porque no vemos otra alternativa. Atacamos al otro porque estamos inmersos en una dinámica funesta que nos domina.

La competitividad es una de esas dinámicas que llevan a las personas a atacar a los demás. También las discusiones y la lucha por tener razón pueden provocar un conflicto del que los implicados no saldrán fácilmente.

Al principio de nuestra excursión visitaremos un infierno interpersonal bastante frecuente. Descenderemos hasta el conflicto crónico, hasta la lucha permanente que ya no depende de las personas implicadas.