Capítulo 14
Leisa miró su cuerpo desnudo, sorprendida al descubrir que tenía uno. Lo tocó con las manos. También parecía real, no algún truco de la luz o de su mente. Unas manos grandes la agarraron desde atrás y la empujaron contra el calor de un cuerpo duro y musculoso.
—¿Rez? —Se retorció, estirando el cuello para levantar la mirada. Su corazón latía con esperanza en su pecho—. ¡Rez!
—El mismo —respondió con aire de suficiencia, sonriendo mientras ella giraba en sus brazos y se pegaba a él, envolviendo las piernas en torno a su cintura y estrangulándolo con los brazos alrededor del cuello.
A él no le importó lo más mínimo.
Cuando ella terminó de besarle, mucho tiempo después, echó un vistazo al familiar apartamento de Rez. Luego miró a las ventanas del suelo al techo y jadeó. Apartándose de sus brazos, se tambaleó hacia la ventana y apretó la cara contra el cristal, mirando hacia fuera.
A la izquierda estaba la tranquila luz dorada, todo lo lejos que sus ojos podían ver. Hasta...
Nada. Vacuidad. Un vacío curioso. A la derecha estaba la turbulenta oscuridad.
De alguna manera el apartamento marcaba ahora la división entre la luz y la oscuridad. ¿Cielo e Infierno también, tal vez?
Corrió de vuelta al consuelo del abrazo de Rez.
—¿Qué crees que nos ha pasado? —aventuró, insegura de si quería saberlo.
—Es increíble, ¿verdad? —Él asintió con la cabeza a la vista fuera-de-este-mundo más allá del cristal—. Hemos vuelto a nacer, Leisa. Somos Centinelas. Anunciamos el amanecer de una nueva era. Y vamos a estar juntos durante toda la eternidad.
—¡Oh! —Su corazón se disparó. Sonriendo, apoyó la cabeza contra su pecho—. Menos mal que realmente te amo, entonces, ¿eh? De lo contrario todo eso de juntos-para-la-eternidad apestaría.
—Menos mal. —Rez capturó su mirada con sus ojos de color ámbar.
—Y —Leisa no pudo evitar añadir—, tal vez conmigo para ofrecer consejos, serás capaz de hacer un trabajo medio decente para embellecer este apartamento tediosamente monocromático.
—Me gusta lo monocromático —mintió Rez, solo para ver su reacción.
—Bien, a mí no. De ninguna manera voy a vivir para siempre en un lugar tan aburrido, así que...
La voz de Asmodeus resonó desde la nada.
—Eso es lo que te pasa por involucrarte permanentemente con una mujer, Rez. Mi pésame, viejo amigo. Al parecer, las quejas han comenzado.
Fin
Glosario de los nombres de demonios y ángeles y su significado (si es aplicable)
Abbadón Consejero
Amediel Rompehuesos (el verdadero nombre de Rezon)
Asmodeus Destructor, el príncipe de la venganza
Belphegor Pereza, vanidad
Malphas Demonio destructor, despoja a los seres humanos de su conciencia y emociones humanas.
Leisa Promesa de Dios, juramento de Dios
Naamah Seductora
Ornias Acoso
Ramiel Ángel que preside las visiones verdaderas
Verrine Impaciente